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La estación de Chamartín quedó paralizada por una amenaza de bomba

La estación de Chamartín quedó ayer paralizada entre minutos antes de las doce y la una de la tarde, aproximadamente, por la alarma suscitada por una falsa amenaza de bomba. Pocos minutos antes del mediodía se recibió en este periódico una llamada telefónica en la que se avisaba que una bomba haría explosión al mediodía en la estación de Chamartín. Avisada la dirección de Renfe, se dio orden de desalojar al personal y viajeros del vestíbulo de la estación. Dado que el tramo de vías férreas entre las estaciones de Atocha y Chamartín pasa por el subsuelo de esta última, el tráfico ferroviario quedó también paralizado, así como varios trenes de cercanías, que permanecieron detenidos en estaciones cercanas mientras pasaba la alarma.

Se da la circunstancia de que ayer fue uno de los días de mayor tráfico ferroviario de todo el año, por coincidir el fin de semana y la operación retorno de las vacaciones de agosto. A este hecho hay que sumar que ayer comenzó una huelga, de ámbito nacional, de los empleados de los servicios de restaurantes de los trenes, por lo que la suma de estos incidentes aumentó las molestias provocadas a los pasajeros. Fuentes de Renfe señalaron que los empleados del servicio de restauración no dependen de la compañía, sino de una empresa que tiene contratado el servicio.

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