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Atocha despide hoy a Satrustegui

Jesús María Satrústegui, Satrus, el máximo goleador de la historia de la Real Sociedad, el niño mimado de la afición durante el glorioso pasado reciente del, club, ha colgado las botas a los 32 años. Esta tarde, a las 20.15, comparecerá por última vez en Atocha. Un partido entre la Real y una selección de jugadores vascos, entre los que destacan Goikoetxea, Sarabia, Urruticoetxea, Biurrun y, sobre todo, por el morbo que puede producir !u comparecencia en San Sebastián, Uralde y Eldua. yen, será el marco de la despedida.

Trece temporadas, con dos previas en el Sanse, 374 partidos 3 162 goles son la aportación de aquel apuesto y tímido muchacho que llegó de Pamplona a San Sebastián en la roncaleso hace más de 15 años para integrarse en los juveniles de la Real.

Satrústegui costó a la Real un cuarto de millón. Y aunque posteriormente se conocieron algunas de sus desavenencias con el preparador del Sanse, Javier Expósito, el entrenador a la sazón M primer equipo, Rafa Iriondo, le dio la, suficiente confianza para hacerle titular con 19 años. Tan sólo dos años después de su debú, Ladislao Kubala le llevó a la internacionalidad con la selección. Su primer partido lo jugó contra Rumanía el 16 de noviembre de 1975, en la Eurocopa de Naciones. Su primer gol se hizo esperar poco más de un año y sirvió para que España se impusiera a la República de Irlanda (Eire) en un amistoso celebrado en Dublín en febrero de 1977. Su resultado con la selección es de 32 partidos -incluidos cuatro del Mundial 82- y ocho goles.

Cuando cumplía su décima temporada como titular en la Real y parecía que iba a ser, junto con Arconada, uno de los pocos jugadores de este equipo que sobrevivieran a la limpia de elementos introducida por el nuevo seleccionador, Miguel Muñoz, tras el Mundial español, una lesión de rodilla truncó su carrera. La lesión se produjo el 10 de noviembre de 1982, en una entrada del defensa zaragocista Zayas. En principio, se pensó que era un simple esguince del ligamento lateral interno. Pero tras muchos vaivenes, con artroscopía incluida en Saint-Etienne, se descubrió que estaba roto el ligamento cruzado anterior y el menisco exterior de la rodilla derecha. Se sometió a una operación y perdió mucho tiempo, aunque un año y algunos meses después de la lesión estaba casi curado, Pero su reaparición se hizo esperar. Ormaechea prefería a Uralde.

Pero, además de su condición de máximo goleador de toda la historia ixuriurdin, Satrústegui posee un récord simbólico: el de haber superado a Zarra en el palmarés de realizadores en los enfrentamientos tipo derby entre el Athlétic y la Real. Catorce goles marcó el navarro al, club de San Mamés por 13º el vizcaíno. El primero está impresionado en la memoria visual de los aficionados realistas. Era el 5 de diciembre de 1976, con prolegómenos cargados de emociones, como cuando Iríbar, Kortabarría y Uranga sacaron la ikurri un mes antes de su legalización. Apenas puesto el balón en juego, "centró Diego, yo estaba en el borde del área, cabeceé y le colé el balón a Iríbar por la misma escuadra. Me hizo una gran ilusión, porque para mí Iríbar era un símbolo, el mejor portero que he conocido".

Satrústegui se va. Y no deja de ser una paradoja que deje como símbolo un puño cerrado, cortando violentamente el viento. Demostrará que aunque la especie se extingue, los viejos goleadores nunca mueren... en la memoria de las masas A partir de ahora se convierte en un singular vendedor de vino.

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