_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Rodríguez Puértolas y la literatura fascista

La carta de don Xesás González, publicada en EL PAÍS el 17 de julio de 1986, y en la que se me alude repetidamente a propósito de mi libro Literatura fascista española, creo que merece algún comentario por mi parte.1. Si, tras haber leído mi libro, que tiene 854 páginas, el señor González puede hablar de "supuesta literatura fascista", es que lo ha leído muy malo ha entendido bien poco. Me inclino por lo primero, toda vez que el señor González afirma con rotundidad que "nunca se explica qué entiende el autor por literatura fascista": pues el autor entiende por ello exactamente lo que dice a lo largo de las 52 primeras páginas del libro, y más en concreto en la página 9, que, por desgracia, no puedo reproducir aquí.

2. Afirma el señor González que mi libro tiene "tamañas equivocaciones", "increíbles vacíos" y "maniqueísmo a todo trance". Tres -otra vez- rotundidades que habría que demostrar. Es posible que mi libro tenga equivocaciones, pero, de hecho, en la carta que comento sólo se menciona una, lo cual en 854 páginas no parece muy exagerado. Pero, como decían nuestros clásicos (los del siglo XVI, no los de 1940), "de hombres es errar y de asnos ser herrado". Y por otro lado, creo, en efecto, como se de en la repetida carta, que se puede ser fascista por lo que se escribe, sin necesidad de una militancia explícita. O comunista. Que yo sepa, Azorín nunca vistió camisa azul, pero escribió un libro titulado El escritor ( 1942).

3. No sé si el señor González incluye el tratamiento que en mi libro hago de Santiago Montero Díaz en equivocaciones, vacíos o maniqueísmo. No menciono, en efecto, que Montero Díaz fue comunista antes que jonsista, como tampoco menciono, por ejemplo, cuándo le salió la primera muela del juicio.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

4. El señor González, persona, sin duda, de ideas claras, acaba diciendo que mi libro es absurdo. Acaso lo absurdo sea la propia materia histórica que ha tenido que manejar, pero también el leer un libro a medias o entenderlo al revés. Para terminar, si el señor González cayera en la tentación de contestar a mi carta, he de decirle que ello sería un arrebato sin objeto por parte suya-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_