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Médicos de todo el mundo piden, a EE UU que se una a la moratoria atómica soviética

Asociación de Médicos para la Prevención de una Guerra Nuclear (IPPNW) finalizó ayer en Colonia su sexto congreso con un urgente llamamiento a EE UU para que se una a la moratoria de pruebas nucleares decretada unilateralmente por el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov. La asociación de médicos, que el año pasado recibió el Premio Nobel de la Paz, insta en un mensaje al presidente norteamericano, Ronald Reagan, y al líder del Kremlin a respetar la moratoria y emprender inmediatamente negociaciones para un tratado de prohibición total de pruebas nucleares.

La asociación considera que la paralización de las explosiones experimentales supondría un fuerte impulso psicológico y crearía el clima propicio para la consecución de mayores éxitos en la negociación de desarme.Esta suspensión de pruebas no reduciría la seguridad de ningún país, sino que aumentaría la de todos, indica la IPPNW en un documento de recomendaciones aprobado en el congreso. Añade que esta paralización es absolutamente verificable gracias a técnicas sismológicas y a inspecciones sobre el terreno que ambas superpotencias aseguran que aceptarían. Este paso favorecería la creación de confianza mutua entre las superpotencias y contaría con un amplio apoyo por parte de la opinión pública internacional.

El norteamericano Bernard Lown, uno de los dos presidentes de la asociación, en la conferencia de prensa de clausura en el recinto ferial de la ciudad alemana occidental de Colonia, manifestó: "La mejor forma de parar es parar". Rechazó así los argumentos de sectores de la Administración norteamericana sobre la necesidad de mantener el programa de pruebas nucleares para negociar más adelante su paralización con la Unión Soviética, informa Hermann Tertsch.

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, aseguró ayer en Washington que EE UU esperaba evolucionar hacia una nueva forma de "moderación" en el terreno de las armas nucleares tras la decisión anunciada por el Gobierno de Washington de no considerse sujeto al tratado sobre limitación de las armas estratégicas SALT II por considerar que es obsoleto. El secretario de Defensa de EEUU reiteró ayer que la URSS había violado dicho tratado, informa France Presse.

La asociación de médicos reunida en Colonia propuso a las dos superpotencias que "para expresar de forma concreta su compromiso con las futuras generaciones" dediquen parte de sus recursos previstos para armamento en este Año Internacional de la Paz a financiar programas sanitarios en todo el mundo.

Estos programas serían el proyecto de vacunar a todos los niños del Tercer Mundo hasta 1990, como propugna la Organización Mundial de la Salud; programas de salud pública en países subdesarrollados, y un sistema de comunicación sanitaria para que todo el mundo se beneficie de los avances de la medicina. Este programa podría ser financiado con el dinero que la Administración norteamericana prevé dedicar al desarrollo de armamento espacial.

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Lecciones de la catástrofe

En la sesión de clausura, los dos presidentes de la asociación, el norteamericano Lown y el soviético Evgeni Chassov, se refirieron a las lecciones que la humanidad debe extraer de catástrofes como la de Chernobil o la explosión del transbordador espacial Challenger. "Vivimos en una época", dice Lown, "en que incluso gente inteligente delega su juicio a expertos autotitulados. Éstos nos obligan a negar la evidencia. Nos han asegurado que no va a haber una guerra nuclear. Lo cierto es que la guerra nuclear está a la espera de suceder".

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