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Fallece Mircea Eliade, un historiador que también escribió novelas

El autor de 'Historia de las creencias y de las ideas religiosas' publicó 50 títulos

El novelista y filósofo Mircea Eliade, nacido hace 79 años en Bucarest (Rumanía), falleció a consecuencia de una larga enfermedad en un hospital de Chicago (Estados Unidos), según se supo ayer en París de fuentes de sus editores. La suya fue una vida dedicada a la creación y a la investigación, que centró sobre todo en su estudio de las religiones, a cuya historia dedicó algunos de los tratados más lúcidos de nuestro siglo. Fue el autor de 40 libros de historia y de etnología, más de 10 novelas y varios miles de artículos.

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Mircea Eliade, escritor y filósofo

Con unos 40 libros de historia y de etnología, entre las que destaca su monumental Historia de las creencias e ideas religiosas, en seis volúmenes, más de 10 novelas y varios miles de artículos, la obra escrita de Mircea Eliade se afirma en este último cuarto de siglo, como una de las más importantes de nuestro tiempo. Que se trate del yoga o de la alquimia, de la hechicería o de los mitos primitivos, casi todos los aspectos del fenómeno religioso -y prácticamente del fenómeno humano- han sido estudiados por ese erudito de origen rumano, que enseñó sucesivamente en Bucarest, en la École Pratique des Hautes Études de París y en la universidad de Chicago.Eliade ha contado en sus Memorias los acontecimientos más destacados de su vida., la cual estuvo bastante llena de aventuras, y no sólo de aventuras intelectuales. Pues Eliade no fue un hombre encerrado en los libros: fue un hombre complejo, como debieron de ser, por ejemplo, los humanistas del Renacimiento europeo. Lo que más demuestra su capacidad de apertura al mundo es el hecho de que se dedicó simultáneamente, a lo largo de su vida, a su obra científica y a su obra literaria: dormía poco, estudiaba durante el día y de noche escribía novelas donde a menudo aparecen reflejos de su propia vida.

Aquel Bucarest

Estas novelas hay que mencionarlas aquí, porque estoy convencido de que se merecen un interés mayor que el que hasta hoy han despertado. Se trata, en general, de relatos extraños y sofisticados, donde se nota una cierta influencia de Marcel Proust, pero que saben crear un ambiente fantástico y a veces angustioso.

Eliade es, especialmente, u maestro en cuanto a pintura de las pasiones amorosas, de las cuales tuvo personalmente una amplia experiencia. También es experto a la hora de evocar un universo psicológico desaparecido, como el de la Bucarest de antes de la guerra en Bodas en el paraíso (1938) o el de la India colonial en La noche bengalí (1950). Además, Eliade es un verdadero escritor, sea en francés, en inglés o en rumano, los tres idiomas en los cuales se expresaba con igual facilidad: este mero hecho tendría que atraer la atención del público, que a veces se olvida de que Eliade no fue sólo un historiador.

Un científico

Sin embargo, hay que reconocer que es su obra científica la que más reconocimiento ha encontrado en todas partes del mundo. En este terreno son indudablemente los estudios de Eliade sobre la religión hindú los que forman la parte más interesante de sus trabajos.

Una larga estancia en la India, pocos años antes de la II Guerra Mundial, fue lo que le permitió asimilar los componentes más esotéricos del hinduismo. El libro que publicó en 1954 sobre El yoga: inmortalidad y libertad todavía es la mejor introducción a esa disciplina, tan desconocida en Occidente, incluso por los que se creen que lo han entendido todo después de haberlo estudiado 15 días en una academia.

También conviene destacar unos excelentes ensayos de Eliade dedicados a temas situados en la frontera entre etnología, psicología e historia de las religiones: El shamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis (1951), Herreros y alquimistas (1956), Mitos, sueños y misterios (1957) o Nacimientos místicos (1959) demuestran, entre otros muchos, el particular interés de Eliade por los fenómenos que nos facilitan un mejor acercamiento a los rincones oscuros del corazón humano o a las tendencias profundas del inconsciente.

A pesar de ese interés, Eliade no fue nunca partidario del psicoanálisis, por lo menos en su vertiente freudiana. Se limitó a utilizar unos conceptos psicoanalíticos tomados -como el de arquetipo- de la obra de Carl Gustav Jung, del cual fue amigo personal. Además, luego se arrepintió incluso de su afición al pensamiento de Jung. Tenía también muchos amigos en el mundo intelectual francés, como Georges Dumézil o Claude Levi-Strauss.

Leer sus novelas

Puede ser que, a lo largo de los años, su enorme e impresionante Historia de las creencias y de las ideas religiosas (seis volúmenes, 1976-1985) no quede como la parte más innovadora de su obra.

Sin embargo, siempre habrá que contar con los inmensos conocimientos de Mircea Eliade cada vez que se trate de plantear un tema de historia o de filosofía de la religión. Y algún día habrá que volver a leer sus novelas.

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