Alan García destituye al jefe del Ejército peruano por "excesos" en la lucha antisubversiva
JOSÉ RODRÍGUEZ ELIZONDO, El presidente peruano, Alan García, ha decidido el relevo del presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de aviación César Enrico Praeli, tras recibir, dentro del plazo de 72 horas previsto, el informe de este alto organismo militar sobre un reciente hallazgo de nueve cadáveres en la región de Ayacucho.
Dicho informe fue analizado la noche del domingo por el presidente con su Consejo de Ministros. Al término de una larga reunión se emitió un comunicado oficial, leído por el ministro de Justicia, Luis González Posada. En él se señala que del informe castrense se desprende la responsabilidad concreta de tres oficiales del Ejército y un chófer, "que han sido puestos a disposición de la justicia".En su parte central, el comunicado contiene una dura y acusatoria alusión a las responsabilidades del anterior Gobierno de Fernando Belaúnde Terry. Cosa previsible desde el día anterior, a raíz del discurso en el que García presentó a los miembros de la comisión de paz encargada de asesorarle en materia de terrorismo y represión.
"Obedeciendo instrucciones del Gobierno anterior, la realidad de la lucha antisubversiva ha sido mantenida en secreto", dice el comunicado oficial. Este secreto implica un ocultamiento de la forma en que la subversión recluta a sus efectivos, las tácticas subversivas y las bajas registradas "en gran número" en los últimos tres años .
Esto significa, según el Gobierno, que hay víctimas no identificadas y, por tanto, declaradas desaparecidas. Estos hechos han dado pie, según el informe, a presentar a las fuerzas armadas "como actuando de manera genocida, con grave daño para su imagen".
La conclusión del comunicado es que el Gobierno de Belaúnde Terry incurrió "en grave responsabilidad ante la nación, al mantenerla desinformada". Al respecto, el actual Gobierno entiende que hubo responsabilidad compartida del presidente del Comando Conjunto, por lo cual ha decidido su cambio. Se entiende que corresponde reemplazarlo por el general Ruiz Figueroa, jefe del Ejército.
El comunicado concluye con la decisión de continuar enérgicamente la lucha contra la subversión, sin "incurrir en excesos", y reclama mayor eficiencia al poder judicial, señalando que, hasta ahora, sólo una mínima parte de los inculpados ha sido sentenciada en los procesos por terrorismo.
Esta situación, la más delicada afrentada por el Gobierno hasta la fecha, se produce en momentos en los que trata de incluir al poder judicial en su campaña de moralización, y cuando se encuentra en pleno proceso de reorganización de las fuerzas policiales.
