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Reportaje:

Las pérdidas de las cajas rurales acogidas a planes de saneamiento suman 33.0334 millones de pesetas

Las 21 cajas rurales en proceso de saneamiento desde hace aproximadamente un año mantienen unas pérdidas superiores a los 33.000 millones de pesetas a pesar de que los resultados de explotación globales correspondientes al ejercicio de 1984 arrojaron unos beneficios de 3.790 millones de pesetas. El plan de saneamiento, diseñado dentro de la estrategia del consorcio de las cajas rurales con el Banco de Crédito Agrícola, se ha mostrado demasiado ambicioso en lo que se refiere a crecimiento de las entidades y mejora en la explotación.Un año después de la puesta en práctica del plan de saneamiento de las cajas rurales con graves desequilibrios patrimoniales, los resultados obtenidos no permiten abrigar demasiadas esperanzas sobre la entrada en rentabilidad real de buena parte de ellas. Desde la Administración, el Banco de Crédito Agrícola y los sindicatos representativos, se observa con creciente preocupación la marcha de algunas entidades a las que se augura un futuro muy incierto como cajas independientes.

El volumen de pérdidas al cierre del ejercicio del pasado año, más de 33.000 millones de pesetas, es más de tres veces el volumen de capital y reservas de las 21 cajas rurales en saneamiento. Los porcentajes en cada una de ellas varían desde el caso de la Caja Rural de Alicante, en la que sus pérdidas representan el 51 % de su capital y reservas, hasta el 9.989% en el caso de la Caja Rural de Cantabria.

Esta situación, con ser grave, no refleja exactamente lo que está ocurriendo en algunas de las cajas rurales. Los problemas surgen si se tiene en cuenta que buena parte de estas instituciones han continuado su aumento de pérdidas en 1984, a pesar de la instrumentación de los planes de saneamiento. Mientras que al cierre del ejercicio de 1983 las pérdidas globales de las 21 cajas rurales sumaban 36.824 millones de pesetas, un año después habían descendido en 3.790 millones de pesetas y se situaban en 33.034 millones.

Pero el descenso de pérdidas obedece más que a buena gestión del conjunto de las instituciones en crisis, a resultados extraordinarios del ejercicio de 1984 que no se van a repetir en el futuro. Ése es el caso de los resultados positivos de explotación que muestran la Caja Rural de Jaén y la de Cantabria. La Caja Rural de Jaén presenta unos beneficios de 6.751 millones de pesetas consecuencia del crédito extraordinario que recibieron la Uteco de Jaén y la Cooperativa Agrícola Provincial para sanear sus pérdidas, y que fue utilizado en gran parte para pagar fallidos de estas dos entidades cooperativas con la caja rural, que ya los había contabilizado como pérdidas en el ejercicio anterior y que, un año después, significan beneficios brutos.

Preocupación sobre el plan

En el caso de la Caja Rural de Cantabria, que en 1983 totalizaba unas pérdidas de 2.410 millones de pesetas y en 1984 unos resultados positivos de 612 millones, el cambio de signo se debe a que el Fondo de Garantía de Depósitos en Cooperativas de Crédito adquirió distintos activos que la caja tenía contabilizados como fallidos y que al ser pagados suponen su total recuperapión. Pero estas dos operaciones no se producirán de nuevo en el ejercicio actual, lo que significa que desaparecerán más de 7.000 millones de pesetas de beneficios.Entre los principales implicados en el proceso de saneamiento de las cajas rurales, el fondo de garantía y el Banco de Crédito Agrícola (BCA), así como entre los principales sindicatos existe preocupación sobre la marcha del plan. El presidente del BCA, José Barea, dirigió el pasado 30 de marzo, una carta a Justo Fernández, secretario general de la federación estatal de Banca, Ahorro, Seguros y Oficinas de UGT, en la que le señalaba su preocupación por la situación de las cajas en saneamiento, o que han solicitado se les aplique uno, y por el hecho de que la rentabilidad del resto del sector de cajas rurales viene descendiendo, lo que significa que "podemos encontrarnos con bastantes cajas rurales que sean incapaces de generar suficientes recursos para garantizar su supervivencia".

Otro de los problemas con los que se encuentran los nuevos responsables del saneamiento de las cajas rurales son las limitaciones legales existentes para remover de sus cargos a buena parte de los dirigentes de las cooperativas, y sobre los que podría recaer buena parte de los problemas de gestión en que han incurrido estas instituciones. El saneamiento de los bancos en crisis se produjo, en su práctica totalidad, después de sustituir a los anteriores gestores y responsables y concediendo las ayudas a los nuevos equipos que se hacían cargo de esos bancos. Sin embargo, en el caso de las cajas rurales no ha ocurrido así.

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