Pertini prefirió "un entierro a una fiesta"
La repentina decisión, sin consultar a nadie, del anciano presidente de la República italiana, Sandro Pertini, de interrumpir su gira latinoamericana para asistir al entierro de Konstantín Chernenko ha suscitado no pocas críticas. "Pertini ha preferido un entierro a una fiesta", escribe el diario conservador Il Tempo.
Algunos políticos han considerado el gesto del presidente como una ofensa "a las jóvenes democracias de Argentina y de Brasil", donde iba a asistir a la toma de posesión del presidente, Tancredo Neves. Alguien ha querido ver en la decisión del popular dirigente un modo de asegurarse en las próximas elecciones presidenciales de julio los votos comunistas.
Pero el anciano antifascista se ha defendido con gran coraje. A un joven periodista de Il Mattino que le preguntó: "¿No cree que su gesto ha podido disgustar a los argentinos?", Pertini, mirándole fijo en los ojos, le dijo: "¡Yo a sus años era mucho más avispado! ¿Por qué no debía ir a los funerales de un jefe de Estado?". Y añadió: "Yo no rnoriré como jefe de Estado porque termino ahora".
