El rector de la UIMP, Santiago Roldán, destaca la "capacidad de Sevilla para transformar la cultura en fiesta"
Sevilla se ha convertido en la segunda sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), según dice el rector de la misma, Santiago Roldán, al término de las actividades de otoño desarrolladas en la capital andaluza. "La capacidad de Sevilla de transformar la cultura en fiesta tiene mucho que ver con la buena acogida que hemos tenido aquí", comentó. En un mes se han realizado multitud de actividades culturales con participación de 300 profesores y 3.750 alumnos.
A lo largo de 30 días, la Menéndez, como es conocida en Sevilla, ha organizado 16 seminarios, nueve encuentros y un buen número de actividades culturales. Santiago Roldán destacó en su balance final la animación cultural que provoca la Menéndez y valoró en 40 millones de pesetas el coste de sus actividades en Sevilla. La Menéndez ha supuesto este año, el segundo de su presencia en Sevilla, un revulsivo cultural importante, no sólo por lo que haya ocurrido dentro de las aulas, sino por lo que ha provocado fuera. Su presencia ha dado lugar a la visita a Sevilla de importantes autoridades en materia de ciencia o arte. Jorge Luis Borges pasó varios días en Sevilla, en los que no sólo intervino en un debate coloquio, sino que concedió entrevistas y se paseó por la ciudad; Rafael Alberti y Nuria Espert dieron un recital poético en el patio del hospital de Los Venerables; Fausto Lucchetti, el hombre de la Comunidad Europea encargado de las negociaciones con España en este sentido, explicó cuál va a ser el trato de la CEE al aceite de oliva; José Carreras cantó en los jardines de los Reales Alcázares; Giovarmi Spadolini habló sobre la unificación de Italia y sobre el Estado de las autonomías en España... En un mes se ha hablado en Sevilla de la literatura fantástica, de los exilios en literatura, de genética, de microelectrónica, de seis óperas vinculadas literariamente a Sevilla, de Venturi, de Sánchez Mejías, de la reconversión industrial, de la cultura del vino, de las haciendas locales, de la izquierda en España y las democracias en el sur de España, de la Giralda y de Sevilla entre la exposición del 1929 y la nonata de 1992, de televisión y de otros muchos temas más. Tras el paso de la Menéndez quedan una infinidad de debates abiertos, una mayor animación del barrio de Santa Cruz -escenario de sus actividades-, la perspectiva de una temporada de ópera en la ciudad y un vacío en los periódicos y emisoras de radio, que han cubierto amplios espacios diariamente con las actividades de la universidad.
En su reflexión de despedida, Santiago Roldán confirmó que Sevilla se ha convertido en la segunda plaza de la Menéndez. Segunda en volumen de actividades y prácticamente subsede: "Las actividades en Segovia, Galicia o Cataluña son puntuales. La Menéndez tiene dos sedes efectivas Santander, en verano, y Sevilla en otoño".
El rector no rehuyó afrontar en su encuentro final con los periodistas las críticas que la universidad ha recibido. Una, por su apoyo en empresas: "El presupuesto nuestro es de 325 millones, y no queremos gravar más e presupuesto público; no espera mos ni debemos pedir más apo yo, en una época de crisis como ésta. De las empresas privadas podemos obtener para este año, que es el primero en que lo he mos intentado, y sin un departamento específico para ello, cerca de 100 millones de pesetas, lo que permite aumentar notablemente nuestra actividad. Que empresas privadas colaboren con la cultura es algo que a mí me parece perfectamente bien".
Colaborar en vez de competir
Igualmente se extendió sobre la alusión crítica que hizo el rector de la Universidad de Sevilla Rafael Infantes, en la solemne inauguración de curso, cuando se lamentó de que "cuando la Admi nistración pública y algunas cor poraciones se muestran genero sas en la financiación de activida des universitarias venidas de fuera, la Universidad de Sevilla no participe de esa prodigalidad". Al respecto, Santiago Roldán resaltó que de los 16 seminarios organizados por la UIMP, siete han sido dirigidos por catedráticos o profesores titulares de la Universidad de Sevilla, que han participado 40 profesores de la misma y que de los matriculados en los cursos, 2.500 son alumnos o licenciados recientes de la Universidad de Sevilla. "No queremos competir con nadie, sino colaborar. La Menéndez puede hacer un trabajo de extensión cultural que las demás universidades no pueden, por falta de medios, porque no tienen presupuesto para ello o porque lo tienen tan escaso que cuando disponen de esa cantidad la tienen que gastar en necesidades perentorias".
