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Reportaje:

Los Encuentros Internacionales de Arlès cumplen 15 años de divulgación de la fotografía creativa

Es en verano cuando el Midi francés lanza sus más atractivas ofertas turístico-culturales. Los festivales de Aix-en-Provence, Orange, Arlés y Avignon, principalmente, reúnen un amplio repertorio de disciplinas, desde el teatro a la música, la danza o la tauromaquia. En este contexto, Arlés, hace ya 15 años, añadió una convocatoria a los fotógrafos. Tras estos tres lustros, los RIP (Rencontres Internationales de la Photographie) se han convertido en punto de cita de fotófilos y clictómanos de todo el mundo. Se ha dicho que Arlés representa para la fotografía lo que Cannes para el cine.

Para la presente convocatoria, que se desarrolla a lo largo de todo el mes de julio con exposiciones, proyecciones públicas, seminarios y otras actividades, se ha adoptado el lema Conquista y pasión. Conquista, se nos dice en el texto de presentación del catálogo, porque se ha conquistado como espacio de la fotografía para esta edición a la ciencia, a la publicidad, a la sociología, a la pintura y a las artes gráficas. Pasión porque "ése es el sentimiento que animaba a los organizadores a conseguir para este joven arte el lugar que se le negaba hace 15 años, y porque sigue siendo lo que impulsa a los creadores de imágenes".

Una programación irregular

Pero las buenas intenciones de Conquista y pasión se han visto en cambio deslucidas con una programación de mediocre contenido, que además pasó por alto la desaparición de un buen número de grandes fotógrafos que participaron de una forma u otra en el festival: Ansel Adams, Gjon Mili, Garry Winogrand, Maurice Tabard... Ni el tributo de una pequeña exposición, ni un comentario. Sólo Brassaï, fallecido en el punto álgido de los encuentros, mereció una mención del público asistente.En la programación, sin embargo, sobresalían algunas iniciativas. Por ejemplo, el homenaje a los 90 años de Jacques-Henri Lartigue, resuelto con un flojo documental de FranQois Reíchenbach pero con una soberbia muestra de imágenes realizadas con una cámara panorámica, presentada en el Musée Reattu. La selección ya daba buena nota de la visión ingenua y humorística de Lartigue y pasaba revista a su mundo personal de automóviles de carreras, de los primeros aeroplanos, de las escenas estivales y de los juegos infantiles.

En el mismo museo se exhibía además una muy interesante exposición de Raoul Ubac, otro de estos personajes insertos en las vanguardias históricas y cuya obra fotográfica discurre por los caminos experimentales de los años treinta. Con motivo de la Primavera Fotográfica en Cataluña, la Galería Maeght de Barcelona ya presentó algunas de sus piezas, pero en este caso se exhibía una completa colección de sus solarizaciones, separaciones de tonos, sobreimpresiones y demás técnicas, que, como en el caso de Man Ray y Erwin Blumenfeld, permitían ensanchar la creatividad del lenguaje fotográfico.

'Libération' y la NASA

Por otros motivos, otras dos muestras merecían una atención especial. Por un lado la presentada por el periódico parisiense Libération, una muestra de la producción de sus fotógrafos. Libération es en la actualidad el rotativo francés que mayor partido sabe sacar de la fotografía de información, que, por impulso de su picture-editor, el crítico Christian Caujolle, no debe supeditar se a la Ilustración escueta de un texto, sino reinterpretar visualmente una noticia. La otra consistía en un ensayo de aproximación sociofotográfica a una población, Carros-le-Neuf, cerca de Niza. Cinco fotógrafos, dirigidos por el sociólogo Pierre Bourdieu, acometieron la documentación de la fisonomía urbana, de las viviendas, de la problemática de sus moradores, de sus celebraciones, etcétera, siguiendo la mejor tradición de proyectos de esta índole que ha habido en la historia del medio.Pero el acontecimiento indiscutible de los encuentros lo constituyeron la exposición y el audivisual con las impresionantes imágenes de la NASA. Seleccionadas por Bárbara Hitchcock en los archivos de la agencia espacial estadounidense, las fotografías realizadas por satélites y astronautas rebasan la función meramente documental y científica para adquirir una dimensión estética, a pesar de su naturaleza necesariamente austera. Al margen de la grandiosidad del tema en sí y de su tratamiento como espectáculo, lo cierto es que este tipo de fotografía ha modificado el mismo concepto de paisaje fotográfico y ésto ha incidido claramente en nuevas tendencias de vanguardia como la new topographics.

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