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Reportaje:La carrera espacial

La Unión Soviética intenta establecer una estación orbital permanente con tripulaciones rotatorias

Pilar Bonet

Lo que al parecer no era de plástico, sino de auténticos mangos naturales, es el zumo que se llevó consigo el cosmonauta indio Rakesh Sharma a bordo de la nave Soiuz T-11, que, tras su lanzamiento al espacio el pasado día 3, se acopló al día siguiente con el complejo Saliut 7-Soiuz T-10. El comandante de aviación Rakesh Sharma, de 35 años, que viajó en compañía de los soviéticos Yuri Malyshev y Gennady Strekalov, es el primer ciudadano indio que participa como invitado en un vuelo soviético con tripulación internacional.Sharma, que, al igual que el resto de los cosmonautas, ha recibido un intenso entrenamiento en el Centro Espacial Gagarin, de Moscú, se fue al espacio con un cargamento de plátanos deshidratados y zumo de piña. Luego confesaría que estaba "comiendo demasiado", en una comunicación vía satélite con la primera ministra de su país, Indira Gandhi.

Los detalles exóticos, tales como los platos indios o la práctica del yoga para combatir la falta de gravedad, forman parte de los elementos curiosos de esta expedición, destinada a durar una semana.

El viaje, sin embargo, tiene lugar sobre un telón de fondo de creciente militarización en el espacio y renovada competitividad entre la URSS y EE UU en este ámbito.

La decisión, anunciada en enero pasado por el presidente Ronald Reagan, de poner en órbita una estación permanente tripulada, y el dinamismo del programa estadounidense para establecer un sistema antimisiles (guerra de las estrellas), confieren nuevas dimensiones a los vuelos rutinarios dentro del programa espacial soviético de expediciones tripuladas. Este programa, iniciado en los años 60, se concentra en el logro de una estación orbital permanente con tripulaciones visitantes rotatorias.

Hasta ahora, los programas espaciales de la URSS y EE UU, respectivamente, han puesto el acento en objetivos diferentes, y, hasta cierto punto, existe una complementariedad entre ellos. La URSS ha conseguido una rica experiencia en los vuelos tripulados de larga duración y posee el récord de permanencia en el espacio gracias a la estancia de 211 días efectuada por Anatoly Berezovoy y Valentín Lebedev en la nave Saliut 7 en 1982 (el récord estadounidense es de 84 días y data de 1974).

EE UU ha conseguido mandar al hombre a la Luna y ha desarrollado el vehículo Shuttle, capaz de realizar múltiples viajes. Los norteamericanos han conseguido también numerosos adelantos técnicos de gran sofisticación. Los soviéticos, sin embargo, tienen mayor experiencia en el campo de la biología y la medicina espacial.

Estaciones permanentes

La primera generación de estaciones permanentes soviéticas se inició en 1971 con la nave Saliut.En 1977, con la Saliut 6, comenzó una nueva etapa de complejos orbitales más perfeccionados, integrados por una estación permanente (Saliut) y dos naves de transporte ensamblables con la estación, mediante las cuales se procede al suministro de todo lo necesario para la subsistencia y el trabajo y se envían a la Tierra los resultados de los experimentos efectuados. Fue así como nació el conjunto Soiuz-Saliut-Progress, donde la nave Soiuz transporta a las tripulaciones y la Progress se encarga de las operaciones de avituallamiento. Los cosmonautas lanzados esta semana, por ejemplo, regresarán a la Tierra la semana próxima a bordo del Soiuz T-10. El equipo para los 12 experimentos que debe realizar la expedición visitante en colaboración con la tripulación permanente fue transportado a la Saliut 7 por una nave Progress que, posteriormente, y tras un descenso controlado, se desintegró al entrar en la atmósfera terrestre.

Aunque los soviéticos aseguran no haber decidido todavía sobre la construcción de vehículos de transporte susceptibles de ser usados en múltiples ocasiones, fuentes norteamericanas opinan que la URSS está experimentando con un modelo propio de Shuttle. Hasta ahora, la URSS ha lanzado al espacio 52 vuelos tripulados, con un total de varios centenares de cosmonautas en el conjunto de la operación. La estancia actual de seis personas a bordo del complejo Saliut 7- Soiuz T-10 bate el récord de número de personas en órbita alrededor de la Tierra en el mismo vehículo.

Cosmonautas invitados

En el marco del programa Saliut-Soiuz, la URSS ha puesto en órbita a 11 tripulaciones internacionales. La primera de ellas contó con el checoslovaco VIadimir Remek en 1978. Posteriormente vinieron otros representantes de países aliados de la URSS miembros de la agencia Intercosmos (fundada en los años 60 para la cooperación de los países socialistas en el espacio). Entre los cosmonautas huéspedes figuran un vietnamita, un mongol, un búlgaro, un húngaro, un polaco y también el primer cosmonauta de habla castellana, el cubano Arnaldo Tamayo, que se fue al espacio con un retrato de Fidel Castro, un libro de José Martí y un puro habano. El conjunto de invitados incluye también a un representante de Europa occidental, el francés Jean Loup Chretien, y una mujer, la aviadora Svetlana Savitskaya, que en 1982 se convirtió en la primera mujer que tomó parte en un vuelo espacial desde que la también soviética Valentina Tereshkova, hoy una figura del escaparate internacional de su país, fue lanzada al espacio en 1963. El viaje de Savitskaya dejó constancia de que la respuesta femenina a las condiciones de ingravidez no se diferenciaba sustancialmente de la masculina.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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