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Los funcionarios a favor de elecciones en la Administración, según una encuesta de ADECA

La mayoría de los funcionarios identifican la acción sindical con la existencia de elecciones periódicas de representantes sindicales y opinan que la acción sindical debe ir dirigida a conseguir su participación en la elaboración de las disposiciones que les afectan, más que a solucionar temas de nombramientos o aumentos retributivos. También con carácter mayoritario creen que la democracia -a la que apoyan- traerá una mayor eficacia en la Administración, según se desprende de una encuesta publicada por la Asociación para el Desarrollo de la Ciencia de la Administración (ADECA).

La encuesta, realizada sobre una muestra de 4.241 funcionarios, sobre un universo de 84.975, el pasado mes de enero destaca que en el campo sindical el interés fundamental de los encuestados se dirige más a cuestiones que afectan a la estructura del sistema normativo que regula la función pública que a cuestiones coyunturales. La consecución de mejoras en las retribuciones por la vía de la acción sindical preocupa menos en el caso de los cuerpos especiales que, sin embargo, demuestran interés en que exista una representación de los funcionarios en los órganos de personal. Interés que decae a medida que se baja a niveles inferiores.No obstante, a pesar del interés demostrado por los funcionarios en la acción sindical, no existe preocupación en cuanto a facilidades materiales para desarrollarla. Sólo un 25% de los encuestados se muestra favorable a que se faciliten locales para los sindicatos.

Mayoritariamente los funcionarios apoyan el sistema democrático y consideran que la democracia no ha influido sobre las formas de trabajar, y aunque el 64% cree que ésta permitirá una mayor eficacia de la Administración, sólo un 23% estima que el sistema proporcionará una mayor independencia a los funcionarios. Un escaso 12% piensa que la democracia ha traído un mayor caos y el 18% cree que su implantación ha supuesto un decaimiento en la moral del trabajo.

Por lo que se refiere al tema de la Seguridad Social en el ámbito de la función pública, la mayoría de los consultados -el 59% considera que la situación de los funcionarios debe ser idéntica a la de cualquier trabajador. Y ello aunque suponga un aumento de la cotización.

El 62% se muestra favorable porque en los ascensos se tenga en cuenta prioritariamente la superación de cursos selectivos de formación. Y se detecta un rechazo absoluto del sistema discrecional para cubrir los puestos de trabajo.

Las oposiciones, como forma de ingreso en la Administración, es considerada como el mejor sistema por el 30% de los encuestados, y se da un fuerte rechazo al sistema de puro consurso y a que los actuales contratados se integren en cuerpos de funcionarios. La oposición como fórmula de ingreso es apoyada en mayor grado por los hombres que por las mujeres funcionarios. El 46% opina que el concepto de ingreso en un cuerpo debe sustituirse por el de ingreso en una escuela de funcionarios.

Para la mayoría de los funcionarios -el 64%- el régimen de incompatibilidades significa que sólo sea posible la permanencia en un cuerpo de la Administración y, al mismo tiempo, que un funcionario, en situación de activo, no pueda percibir cantidad alguna de cualquier otro ente público. Los cuerpos especiales se muestran más tolerantes en cuanto a que se pueda percibir más de una retribución, al contrario que los cuerpos de menor nivel que, en este sentido aparecen como más intransigentes.

Ningún funcionario considera que sus retribuciones deben descender. La mayoría opina, por el contrario, que para estar pagados adecuadamente su salario debería incrementarse en un 20% o en un 30%.

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