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Reportaje:

Pelo de punta y melenas saIvajes

César Morales tiene tres salones. El más conocido está en Marqués de Urquijo, 14. "El buen peluquero", comenta, "tiene que ser lo mismo un artista que un hombre de negocios. Y debe viajar mucho. Hoy día, en el mundo de la peluquería existe un gran intercambio de ideas. De Londres, por ejemplo, nos vienen las más recientes. Los ingleses investigan y buscan nuevas tendencias. No se preocupan tanto de favorecer la cara como de experimentar con conceptos que pueden parecer extraños al principio, pero que luego se convierten en moda. El corte actual se originó en el movimiento punk. Después fue adaptado por el peluquero francés Jean-Louis David, que lo hizo famoso gracias al respaldo de la Prensa francesa".Según César Morales, cada cuatro años viene una moda distinta. Puede ser a través de la portada de una revista de moda, como fue el caso de Marie-Claire hace dos años, o a través de una película, como es ahora el caso de Mad Max II, con sus melenas alborotadas y agresivas. "Nuestro concepto del cabello ha cambiado y esta evolución nos ha conducido a una libertad casi total. La mujer está menos atada a la peluquería y busca un corte que le pueda durar hasta tres meses. La gran novedad es poder lavarse el pelo y dejárselo secar naturalmente. Los tres requisitos imprescindibles son: un buen corte, un moldeador en raíz, y un color diferente al color natural.

Así es como César Morales ve el corte del invierno: corto por delante hasta la coronilla, degradado por detrás, y los laterales despejados. Considera que el color castaño normal no dice nada y lo aclara con unos flashes en punta, y unos rayos de sol de tonos dorados y cálidos que producen un dégradé muy favorecedor. Siempre busca la naturalidad. Seca el pelo con infrarrojos o con los dedos. Para conseguir el máximo efecto, utiliza una gomina muy dura para las puntas y una laca especial para dar volumen a la raíz. César Morales colabora con Vogue y Telva pero se dedica sobre todo a sus salones y a su clientela (Cristina Marsillach, Rosa María Mateo... ). Saca fotos y rueda sus vídeos para enseñar a sus equipos lo que es la peluquería.

Sin silla dorada

Rafael tiene cuatro salones y piensa abrir un quinto. El último está en Conde de Xiquena, 11. Sigue las tendencias de los salones antisalón: sin silla dorada ni araña de luces. Es muy sencillo, con un decorado funcional y un ambiente informal. Desde muy joven, Rafael se dedicó a la peluquería. Su madre, tía y primos eran todos peluqueros. A los dieciocho años ya peinaba a la jet-set. "El pelo es el marco de la cara, y el trabajo del peluquero es el de acentuar la belleza de esta cara". Reconoce la influencia de los punks en los estilos más en voga, como el pelo de punta y las melenas agresivas. "El pelo salvaje es muy atractivo, pero lo veo en momentos determinados, con ropa determinada; lo que yo intento hacer es adaptar la moda a la cara de la mujer y a su forma de vivir". Rafael juega con los contrastes: mechas cortas por delante, capas degradadas por detrás y nucas largas, a veces muy largas. Juega con los colores: puntas de contraste y coups de soleil, sobre tono natural. Y para dar volumen, fuerza y cuerpo al cabello utiliza un moldeado de base. Colabora también con Vogue, Telva y Dunia, y cuenta entre su clientela con Lucía Bosé, Paola Dominguín, Pilar de Borbón, condesa de Villapadierna, Yolanda Ríos y Elsa Baeza. Su pronóstico: la vuelta a la mujer femenina y sofisticada.Tibu Morales, de Tibu Champú, Naciones, 19, fue durante ocho años el director artístico de la peluquería San Bruno. Acaba de presentar una exposición de peinados extravagantes en una discoteca de Madrid. Pero no hay que equivocarse: Tibu no recomienda estos peinados para la vida diaria. Al contrario, le interesa más la naturalidad: "Busco líneas de pelo naturales e intento crear un estilo suelto, un corte que se pueda dejar sin peinar, lo que llamo el pelo vivo. El peluquero tiene que ser muy abierto al cambio y tiene que captar las tendencias e interpretarlas. A los motivos punk, muy en voga, procuro dar mi toque propio". Sobre un pelo corto, propone nucas largas, lados cortísimos y puntas disparadas, cardadas con laca en la parte superior. Un estilo punk tendrá la nuca y los lados cortísimos, con la parte superior de punta. Le encantan las largas melenas que le permiten combinar un estilo corto sobre cabellos largos: parte alta, corta y escalada; parte de atrás, degradada. Tibu no utiliza tintes porque dan resultados demasiado artificiales. Prefiere el balillaje, que aclara unas mechas de dos a tres tonos sin cambiar el tono general. Recomienda también un moldeador para dar volumen al cabello. Su clientela es gente de moda, modelos, fotógrafos, periodistas, que no tienen miedo a llevar el pelo llamativo. Colabora también con las revistas de moda. Para la primavera próxima pronostica "un cabello todavía más libre, o mucho más largo, o mucho más corto, negro o verde."

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