_
_
_
_
_

Primer cohete espacial de una compañía privada norteamericana

Una compañía norteamericana, que pretende convertirse en la primera empresa privada de transporte espacial, lanzará el próximo miércoles su primer cohete desde una isla de Tejas. A falta de unos permisos oficiales, la Space Service Inc. of America (SSIA) tiene todo listo para el lanzamiento de un cohete de la clase Minuteman, que emplea combustible sólido y ha sido bautizado con el nombre de Conestoga.El lanzamiento tendrá lugar en la isla Matagorda, situada en el golfo de México. El primer intento de la SSIA falló en agosto del año pasado, cuando el cohete, de combustible líquido, estalló en la rampa de lanzamiento. El presidente de la compañía, David Hannah, informó que se han gastado hasta el momento más de dos millones de dólares (220 millones de pesetas) en las preparaciones del lanzamiento del Conestoga, incluyendo los 365.000 dólares (38.500.000 pesetas) que pagaron a la NASA por el cohete.

Más información
Una cartera de pedidos para tres años

Si todo sale bien, Hannah señaló que su empresa estará lista para un vuelo alrededor de la Tierra en 1984, y que espera que para entonces lleve el cohete al espacio la primera carga comercial de una compañía privada. Tanto el transbordador espacial Columbia como el cohete europeo Ariane, que llevarán al espacio cargas comerciales, son considerados como proyectos gubernamentales.

El presidente de la SSIA añadió que la primera carga consistirá, probablemente, en instrumentos para medir los recursos geológicos de la Tierra y recalcó que serán las grandes compañías petroleras sus mejores clientes. El cohete podrá ser utilizado también para poner en órbita satélites: de comunicaciones.

El vuelo del Conestoga durará aproximadamente diez minutos y caerá de nuevo en el golfo de México, a unos 500 kilómetros del sitio de lanzamiento. Se espera que alcance una altitud de más de 200 kilómetros. El director de operaciones es el veterano astronauta Donald Slayton, quien señaló que, a pesar de haberse iniciado la cuenta atrás del lanzamiento para el próximo miércoles, todavía faltan varios requisitos burocráticos por cumplir.

La SSIA no tiene aún el permiso de la Agencia Federal de Aviación, que espera obtener pronto, ni de la Armada norteamericana, ni del Departamento de Estado. A los promotores de esta aventura espacial no se les escapa el peligro que existe si el cohete se sale de la ruta planeada y va a caer en la península de Yucatán, en México o en Cuba.

El cohete mide unos doce metros de largo y tiene tres etapas. En la punta irá una simulación de carga, que consistirá en cuatrocientas libras de agua que cristalizará en hielo cuando se abran las compuertas, al llegar a su mayor altura.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_