El relevo de jueces en Aranda dificulta la puesta en libertad de los detenidos de Pinillos de Esgueva

Los diez vecinos de la localidad de Pinillos de Esgueva que fueron detenidos el pasado viernes por orden del Juzgado de Aranda de Duero, siguen internados en el centro penitenciario de Burgos para cumplir la condena de un mes y un día de prisión por delitos de coacción impuesta por el juez.La impresión de que podrían ser puestos en libertad en los primeros días de la esta semana, si prosperaba una petición de remisión condicional de la pena que fue presentada el martes al Juzgado de Instrucción de Aranda no parece ya tan clara. El mencionado escrito se basaba, según informó a EL PAIS el senador socialista Juan José Laborda, en demostrar al juez que habrá un cambio de proceder de los vecinos y que, dado que las penas impuestas son sólo de un mes y un día y no existiendo antecedentes penales de los detenidos, queda a la discreción del magistrado la remisión condicional de la pena.

El problema estriba en que José Luis Estevez, el juez de Aranda de Duero que condenó a los vecinos de Pinillos, cesó en su cargo prácticamente el mismo día en que ordenaba a la Guardia Civil que procediese a la detención de los mismos, por lo que el asunto está ahora en manos del juez que le sustituye. Así pues, el resultado de la petición de remisión de la pena está en el aire.

De no haber una respuesta positiva a esta petición, el nuevo enfoque que los vecinos han dado al problema que les enfrenta con la familia Larrea, podría verse truncado. En concreto se trataría, según Juan José Laborda, de desdramatizar el conflicto y favorecer la negociación entre las partes implicadas mediando en ello las autoridades burgalesas. "Habría que ir a una solución política y no jurisdiccional del tema" decía Laborda, "ya que esta última vía podría demorar excesivamente la solución definitiva. Lo ideal sería, llegar a un acuerdo.