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El alcalde de Santander no es partidario del traslado de los restos de María Blanchard desde París

El Ayuntamiento de Santander tiene permiso de los herederos de María Blanchard para el traslado de sus restos al cementerio santanderino de Ciriego desde el cementerio de París, donde fue enterrada la gran pintora cubista en abril de 1932. Sin embargo, el alcalde Juan Hormaechea dijo ayer que no era partidario de ese traslado, "porque María Blanchard quiso vivir y morir en París y no tenemos derecho a cambiar su voluntad"."Yo mismo", explicó Hormaechea ayer, "participé, junto al entonces concejal de Cultura del Ayuntamiento, Fernando Baños, en las gestiones para poner en su tumba una lápida con su nombre, para evitar el traslado a la fosa común, conforme a la ley francesa para tumbas sin inscripción durante un determinado plazo de tiempo".

El alcalde santanderino explicó que la Embajada de España en París, "último eslabón en aquellas gestiones", redactó la inscripción con el nombre real de la pintora, María Gutiérrez-Cueto. "Como es lógico", dijo Hormaechea, "hay que respetar ese nombre, pero María Gutierrez Cueto es sobre todo María Blanchard, una de las mejores pintoras de la historia, y lo que vamos a hacer es añadir en la lápida ese nombre artístico, como homenaje final del centenario; pero en la tumba de París, no trasladando sus restos al panteón de ilustres santanderinos, como se ha propuesto por algunos".

Juan Hormaechea anunció también que el Museo Municipal de Bellas Artes de Santander, propiedad del Ayuntamiento, "va a intentar por todos los medios llevar esta exposición extraordinaria del Museo de Arte Contemporáneo. Somos conscientes de las dificultades y lo costoso que significa este empeño, pero sería el mejor homenaje a una genial pintora con la que la sociedad santanderina no se portó entonces con la generosidad que merecía", concluyó el alcalde de Santander.

El Museo Municipal de Bellas Artes de Santander tiene ya comprometida la compra, en Estados Unidos, de un nuevo cuadro de María Blanchard, la gran pintora entroncada con la escuela de parís y el movimiento cubista. La información fue facilitada ayer por el alcalde de la capital de Cantabria después de la visita que Juan Hormaechea giró a la exposición homenaje a María Blanchard en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid.

El Ayuntamiento de Santander, que compró en 1978 el cuadro La cocina en 3.700.000 pesetas, está dispuesto a pagar por este otro dos millones de pesetas, de acuerdo prácticamente con lo que pide su actual propietario norteamericano. En la compra de La comida, pintado en 1929, participaron también la Diputación Regional de Cantabria, la Caja de Ahorros y el Banco de Santander.

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