Un pequeño país de creciente influencia
La República de Togo, cuyo jefe de Estado, general Gnassingbe Eyadema, inició ayer una visita oficial a España, pertenece al grupo de nuevos y pequeños países de creciente importancia e influencia en el concierto africano.Independiente desde el año 1960, tras sucesivas colonizaciones, alemana, inglesa y francesa, y la secesión de una parte de su territorio, que se unió a Ghana mediante un plebiscito en 1956, Togo es hoy una franja territorial de 56.600 kilómetros cuadrados, integrada en el golfo de Guinea, entre Ghana, Alto Volta y Benin. Alrededor de 2.500.000 habitantes, procedentes de cerca de cuarenta distintos grupos étnicos, pueblan esta nación africana, cuya importancia estratégica se asienta sobre su situación geográfica y sus importantísimos yacimientos de fosfatos.
Desde finales de 1979, Togo es, constitucionalmente, una república presidencialista de partido único (la Unión del Pueblo Togolés), cuyo jefe de Estado es elegido por períodos de siete años. El sistema político de Togo dispone la existencia de un Parlamento integrado por 67 miembros.
El actual presidente, general Eyadema, resultó elegido en diciembre de 1979, tras doce años de permanencia en el poder. En 1967, Eyadema, entonces coronel del Ejército, encabezó un golpe militar que derrocó al grupo que se había instalado en el poder cuatro años antes, tras el asesinato, en 1963, de SyIvanius Olympio, el primer presidente que tuvo la República de Togo desde su independencia.
Los hijos de Olympio, Bonito y Gilchrist, pertenecen al Movimiento Togolés para la Democracia (MTD), que se atribuye, desde el exterior, el monopolio de la oposición democrática. El MTD ha hecho numerosas denuncias sobre frecuentes violaciones de los derechos humanos por parte del régimen del general Eyadema.
En la actualidad, Togo ostenta la presidencia anual de la Organización para la Unidad Africana (OUA). El secretario general, Eden Kodjo, es también togolés.
