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18 centros municipales de salud se ocupan, de la planificación familiar en Madrid y provincia

Dieciocho centros municipales de Promoción de la Salud, siete en el casco urbano y once en los pueblos periféricos, funcionan actualmente en Madrid. Entre las competencias de estos centros, los servicios más solicitados son los relativos a la planificación familiar, servicios tradicionalmente inaccesibles para las clases media-baja y baja, y que, a juicio de las propias autoridades municipales, deberían estar en manos de la Seguridad Social.

"Las mujeres de los barrios periféricos de Madrid", cuenta la abogada Paca Sauquillo, que trabaja en el extrarradio de la capital desde hace catorce años, "acudían a la Seguridad Social, pero la Seguridad Social no reconocía ningún método de control sexual. Así que conseguían las píldoras por su cuenta y las tomaban sin ninguna supervisión médica. Entonces algunos grupos de mujeres, ligadas en ocasiones a las asociaciones de vecinos, y motivadas por las reclamaciones de los propios vecinos, montaron centros de planificación. No contaban con medios suficientes, pero en aquel momento jugaron un papel muy importante, que alquien tenía que jugar antes o después".En 1978, a raíz de la legalización de los anticonceptivos, el partido gubernamental prometió abrir centros de planificación. El Ministerio de Sanidad organizó un total de 37 en toda España, uno de ellos en Madrid, en la calle de Martínez de la Riva. Este centro empezó a funcionar en 1979 y ofrece sus servicios gratuitamente a personas que carecen, por regla general, de otra cobertura sanitaria. Como primer paso es una experiencia loable, pero insuficiente, a todas luces, para una ciudad, e incluso para un barrio como el de Vallecas.

Al mismo tiempo, y al amp aro de la nueva legislación, surgieron en la capital otros centros privados y semiprivados de planificación familiar. El Instituto de Medicina Social de Lope de Rueda nacio. por iniciativa del PCE para atender a mujeres de todo Madrid, por lo cual se instaló en un barrio céntrico y bien comunicado. Pero sus precios se han ido disparando y ahora ya no se pueden calificar de populares (novecientas pesetas consulta). Por otra parte, las Mujeres Socialistas organizaron en 1978 el centro Pablo Iglesias. Sus tarifas también han subido mucho (ochocientas pesetas la consulta y seiscientas la revisión), por lo que han dejado de ser asequibles para las mujeres de condición económica baja.

En cuanto a los centros de mujeres de los barrios periféricos, se han ido cerrando todos en los últimos tres años, eclipsados y superados por los nuevos consultorios, y cumplido el objetivo de urgencia para el que nacieron. Queda en pie el de Aluche.

Centros municipales de Madrid

A finales de 1979 el Ayuntamiento de Madrid capital decidió incluir servicios de planificación familiar dentro de los centros de Promoción de la Salud que proyectaba instalar en los locales de las antiguas Casas de Socorro.Los cuatro primeros centros, situados en los distritos de Chamberí, Tetuán, La Latina y Vallecas, fueron inaugurados el 14 de julio de 1980. El 23 de junio de 1981 se abrió el quinto en Moratalaz-Vicálvaro. El 1 y el 9 de julio, los de Retiro y Carabanchel, respectivamente. Para principios de 1982 la concejalía de Sanidad espera poder abrir nuevos locales en los distritos de Centro, Villaverde, Arganzuela y Hortaleza.

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La plantilla de cada uno de los centros de Promoción de la Salud está compuesta por dos ginecólogos, dos psiquiatras, dos psicólogos, un internista, un asistente social, un médico de salud comunitaria, dos matronas y un celador. Y los servicios que se prestan son los relativos a medicina de la comunidad (diagnóstico de salud del distrito para realizar los planes de actuación sobre el mismo), asistencia social, puericultura y proteccíón materno-infantil (vacunas, problemas de niños inadaptados), planificación familiar y educación sexual, medicina interna y detección precoz del cáncer y salud mental.

"Los centros de salud municipales", explica Juan Francisco Plá, concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, "tienen su razón de ser en un derecho constituciónal que es el derecho a la salud del ciudadano. Nos hemos propuesto renovar la política sobre la salud, que era unade las políticas más estáticas de las anteriores corporaciones. En realidad cubrir las necesidades de una ciudad como Madrid es competencia de la Administración central, pero como la Administración no lo hace lo tiene que hacer el Ayuntamiento. Por ejemplo, la planificación familiar está muy desatendida en este país, por eso la hemos incluido entre los servicios de los centros de Promoción de la Salud".

El proceso es el siguiente: una mujer llega al centro y solicita información sobre control de la natalidad; se la pasa a consulta, se le practica una citología, se le recomienda un método anticonceptivo y se la cita para más adelante para revisar los resultados de dicho método. Si además el médico advierte que la mujer tiene problemas sexuales con su pareja, se la envía a la consulta del psicólogo. Todo ello sin pagar ni un duro. "Al principio gravitaba la idea de que los centros como eran gratuitos iban destinados a los pobres y no ofrecían buena calidad. Que eran una institución benéfica", continúa Pla, "pero lo cierto es que los centros se sustentan con los impuestos de los madrileños, y los madrileños tienen, por tanto, derecho a recibir un buen servicio. El público ha ido aumentando lenta pero efectivamente. Particularmente yo estoy muy satisfecho de los centros: es uno de los servicios más brillantes del Ayuntamiento de Madrid".

Durante el mes de septiembre de 1980, los centros municipales de Salud fueron objeto de discusión y discrepancias entre la Corporación y el Colegio de Médicos. El presidente de este organismo se quejaba de que el Ayuntamiento no hubiese contado con el colegio a la hora de montar los centros, y acusaba a éstos de dar mucha importancia a la planificación familiar, dejando de lado muchos asuntos dignos de ser también atendidos. Al colegio le molestaban varias cosas: la contratación de ginecólogos y psicólogos para cubrir veintiuna plazas de médicos en el organigrama de la beneficencia municipal, la gratuidad de los servicios, que podía mermar la clientela de las clínicas privadas, y la colocación de DIU (dispositivo intrauterino), rechazado por la ética profesional de un sector de los médicos.

"La polémica con el colegio fue inexplicable. Hicieron acusaciones peregrinas y presagiaron que los centros tendrían consecuencias funestas. Pero todo se disolvió como una nube de verano. Ni siquiera tomaron represalias contra los médicos que trabajaban en ellos, como habían amenazado. Para mí que respondía. a que querían un poco de protagonismo".

"La mayoría de las mujeres del pueblo"-, explica Milagros Rodríguez, coordinadora del PSOE para los centros periféricos y psicóloga en el de Fuenlabrada, todo pasan muy mal, ocupadas todo el día con cuatro o cinco críos, sin descanso, sin ninguna distracción, sin poderse cuidar flisicamente, incomunicadas con el marido, solas. Muy pocas trabajan fuera de casa, y de las que lo hacen, el 90% son empleadas del hogar, o sea, que tienen dos jornadas laborales. Así que en los centros no podemos limitarnos a recetar píldoras, sino que tenemos que asesorar y aconsejar a la mujer en todos los temas que inciden en su bienestar material y psíquico".

Junto a los gabinetes de asesoría a la mujer y planificación familiar, funcionan los de salud comunitaria y salud mental. El primero abarca competencias tan diversas como campañas de vacunación, control de alimentos, control de aguas y basuras, control de los animales, medicina escolar, charlas sobre higiene, etcétera. Se trata de temas que los ayuntamientos esperan que tarde o temprano pasen a la Seguridad Social.

Las tarifas de las consultas oscilan entre las doscientas y las quinientas pesetas, según el barrio, llegando a ser gratuitas en caso de personas privadas de dinero para abonarlas. La afluencia masiva de público ha llegado a desbordar al personal y a los medios que los ayuntamientos pueden costear.

Direcciones de los centros de planificación

a) Del Ayuntamiento de Madrid:

Chamberí: Rafael Calvo, nº. 6.

Tetuán: Bravo Murillo, n2.357.

Latina: Paseo de Extremadura, n2. 147.

Vallecas: Puerto del Monasterio, n2. 6.

Moratalaz-Vicálvaro: Isaías López, s/n.

Retiro: Gobernador, n2. 39.

Carabanchel: General Ricardos, n2. 14.

b) De los ayuntamientos de la provincia

Leganés: Avenida de Fuenlabrada, nº. 76.

Getafe: Perales, nº. 6, P Uda.

Móstoles: Versalles, s/n.

Alcobendas: Marquesa Vda. de Aldama, nº. 16.

Alcalá de Henares: Paseo de la Estación, nº. 10.

Aranjuez: La Concha, n2. 14. Hospital San Carlos.

Coslada. Doctor García Ortiz, nº. 9.

San Fernando de Henares: Avda. Zarauz, nº. 21, bajo A (Urbanización Henares).

Torrejón de Ardoz: Avda. Constitución, s/n.

Fuentabrada: Málaga, s/n.

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