Hacia una política científica común para todos los socialistas europeos
El encuentro europeo sobre política científica y tecnológica. Las opciones socialistas ha sido calificado en la mesa redonda de clausura, celebrada en la noche del viernes pasado, como el principio de una serie de reuniones de los partidos socialistas de Europa para formular, de cara a la década de los ochenta, una política socialista de la ciencia común para todos ellos.Carmina Virgil, catedrática de la facultad de Geológicas de la Complutense, de Madrid, afirma que «no se trata de si podemos o no podemos dedicar una inversión económica mayor para nuestra ciencia; es que no tenemos más remedio que dedicarla si queremos superar la crisis económica y el paro».
Ulrich Steger, diputado social-demócrata alemán, señaló que para hacer frente a los desafíos que tiene la sociedad moderna (medio ambiente, energía, recursos naturales) será necesaria una política científica muy sofisticada y coordinada. Por su parte, Thierry Bondous, consejero del Ministerio francés de Investigación y Tecnología, señaló que en la etapa política anterior de su país la investigación bajó del 2,2% del producto nacional bruto al 1,7%, pero que el partido socialista, hoy en el poder, quería alcanzar en 1985 un 2,5% Bondoux señaló asimismo que con su programa de nacionalizaciones el Gobierno socialista francés esperaba controlar el 70% de la investigación de su país.
Tam Dalyell, del Partido Laborista inglés, no se mostró partidario de la creación de un Ministerio de la Ciencia, «que burocratizaría la actividad investigadora», pero sí sugirió la creación de una comisión científica, dirigida exclusivamente por científicos, y cuyo fin sería organizar la investigación. Dalyell animó al PSOE a preparar una alternativa científica no fraccionada en sus competencias entre el Gobierno central y los Gobiernos autonómicos. Finalmente, Javier Solana afirmó que la ciencia y la tecnología son las únicas herramientas de que dispone España para salir enriquecida de este momento de crisis económica. Solana insistió acerca de la actual escasez de recursos humanos y económicos en España y la descoordinación institucional, con una cobertura tecnológica nacional bajísima.
