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La muerte de tres jovenes santanderinos en Almería, probable error de la Guardia Civil

Ninguna fuente oficial ha podido determinar con certeza las circunstancias exactas en las que resultaron muertos tres jóvenes por disparos de la Guardia Civil, en la madrugada del pasado día 10, en una carretera comarcal de Almería. Durante la jornada del domingo se sucedieron las informaciones, todas confusas, acerca de cómo se desarrollaron los hechos. Las fuentes de la Guardia Civil, que en un principio ofrecieron información, apuntaban la posibilidad de que las víctimas fueran miembros de ETA. Las últimas informaciones oficiales, facilitadas por el Ministerio del Interior, aseguran que los tres jóvenes muertos no tienen ninguna vinculación con esta organización terrorista, y de las mismas han desaparecido las alusiones al carácter de delincuentes comunes que, en algún momento, se llegaron a hacer en medios policiales.

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La Guardia Civil no tiene antecedentes penales de los tres jóvenes

Cuarenta Y ocho horas después de los incidentes en los que fallecieron tres personas en una carretera comarcal de Almería, todavía no se han concretado definitivamente las causas de las muertes. Los tres fallecidos son Luis Montero García, de 33 años, nacido en Puentes de San Esteban (Salamanca), con residencia en la actualidad en Herrera de Camargo (Santander), Juan Mañas Morales, de veinticuatro años, natural de Pechina (Almería) y residente en Santander, y Luis Cobo Mier, veintinueve años, natural y vecino de Santander. En el momento de su fallecimiento se encontraban detenidos por la Guardia Civil de Almería. Según un despacho de Efe, la Dirección General de la Guardia Civil ha ordenado la apertura de información sobre estas tres muertes. La nota hecha pública dice que, «con independencia de la actuación judicial que se está llevando a cabo sobre los hechos acaecidos en la madrugada del día 10 en la provincia de Almería, en la que resultaron muertas tres personas, ha ordenado la apertura de información correspondiente, con el fin de tener a la mayor brevedad posible el conocimiento más exacto de los hechos para prestar así la mayor colaboración a la autoridad judicial ».EL PAÍS ha sabido de fuentes de los familiares de uno de los fallecidos, Juan Mañas, que éste y los dos amigos que han muerto llegaron a la localidad almeriense de Pechina alrededor de las dos de la madrugada del sábado. Después de dormir en la casa de los padres de los tres jóvenes se levantaron pasadas las once de la mañana, y tras desayunar, se dirigieron hacia la capital almeriense, que se encuentra situada a pocos kilómetros, con el objetivo de dar una vuelta «y tomar algunas cervezas». A las pocas horas volvieron nuevamente a casa de los padres, en donde almorzaron, para dirigirse después hasta una panadería con el Fin de recoger tinos bocadillos, iniciando así la preparación de la fiesta que tendría lugar al día siguiente, domingo, con motivo de la celebración de la primera comunión de Francisco Javier Mañas, de ocho años y hermano de Juan. El motivo por el que éste v sus amigos se habían desplazado hasta Almería era precisamente asistir a esta fiesta.

La detención se produjo en un bar

En la tarde del sábado, hacia las siete, los tres jóvenes se dirigieron hasta la localidad almeriense de Roquetas de Mar con el fin, según un familiar, de visitar a un hermano que trabaja en la empresa de transportes Marín Amat, de esta localidad. Al parecer, las detenciones se produjeron al sospechar la Guardia Civil de un coche Ford Fiesta matrícula de Ciudad Real, en el que vi ajaban los tres jóvenes. Las detenciones se produjeron en un bar de Roquetas pasadas las ocho de la tarde y, al parecer, las mismas se llevaron a cabo al intuir las fuerzas de la Guardia Civil que en ese coche podrían viajar presuntos activistas de la organización terrorista ETA.

Otras versiones indican que la detención se produjo en una tienda, en la que los jóvenes compraban collares. En el momento de ser detenidos, los jóvenes habrían insistido en que no habían cometido ninguna falta, y dijeron a los guardias civiles que podían pedir informes para comprobarlo, al tiempo que explicaban su viaje y los motivos del mismo.

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A partir del momento de la detención no se tienen noticias hasta que, según fuentes ofíciales, a las 6.30 horas del domingo y al ser trasladados los tres detenidos hasta la localidad almeriense de Gergal, a la altura del kilómetro 9 de la carretera comarcal que parte de la N-340 hasta este municipio, los detenidos intentaron -según estas mismas fuentes- hacerse con el control del vehículo en el que viajaban, el Ford Fiesta matrícula de Ciudad Real al que hemos aludido anteriormente. El coche derrapó por una pendiente de tres metros y se entabló posteriormente un tiroteo -los detenidos no llevaban armas- incendiándose a continuación el vehículo en el que también viajaban dos números de la Guardia Civil que resultaron heridos. Los tres fallecidos viajaban en el asiento trasero del coche.

José Mañas, padre de Juan, declaró a EL PAÍS que no tenía explicación que los trasladaran hacia Gergal «y, por otra parte, no entiendo cómo es posible que si estaban detenidos fueran los tres en él asiento trasero del coche que ellos llevaban y no en un furgón de la Guardia Civil».

Por otra parte, la noticia oficial de la muerte de Juan Mañas le llegó a la familia a las 15.25 horas de ayer, lunes, cuando los números de la Guardia Civil se trasladaron hasta la casa de los familiares, encontrándose en la puerta con el padre, al que le comunicaron verbal mente y por escrito que disponía de 48 horas para presentarse en el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital e instruir las diligencias oportunas para identificar el cadáver y proceder a su traslado. Durante todo el domingo, el padre de Juan Mañas intentó reiterada mente recabar información sobre el paradero de su hijo, sin que se le comunicara nada.

Al parecer, los tres jóvenes salieron de Santander en la tarde del pasado jueves en un coche marca Seat 127. A la altura de Manzanares el Real (Ciudad Real), el vehículo se averió y se trasladaron en tren de Villarrobledo hasta Alcázar de San Juan; esta afirmación está comprobada, porque entre las ropas que dejaron los tres fallecidos en la casa donde durmieron se han encontrado tres billetes de tren del día 8 de mayo, en el que se especifica este trayecto. Posteriormente se dirigieron hacia Ciudad Real y alquilaron el Ford Fiesta.

Se ha especulado con que la denuncia de que podrían ser terroristas fue hecha por el dueño de la empresa que les alquiló el coche; es muy posible que los tres jóvenes mostraran ciertas prisas por realizar el alquiler y esto alertara al propietario. La noticia del fallecimiento de Juan Mañas ha causado una honda impresión en Pechina. Desde primeras horas de la tarde de ayer se fueron concentrando vecinos en la puerta de la casa, quienes, entre sollozos, comentaban que era inexplicable que él estuviese implicado en cualquier actitud violenta.

El cadáver de Mañas llegó a las once de la noche de ayer a Pechina, donde fue recibido por unas quinientas personas, que mostraban gran indignación y dolor. El entierro será a las cinco de la tarde de hoy

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