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El Ayuntamiento quiere hacer pagar el canon municipal al Instituto Nacional del Libro

Los problemas para la celebración de la Feria del Libro de este año han comenzado ya. El Instituto Nacional del Libro Español (INLE) se ha encontrado con la dificultad de que el Ayuntamiento de Madrid, por ceder los terrenos, habituales año tras año, en el paseo de Coches del Retiro, exige que los editores y libreros paguen al municipio el canon establecido en la Ordenanza de Exacciones por la ocupación de la vía pública, cosa que, en años anteriores, no había ni tan siquiera planteado.El razonamiento que dio ayer el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Eloy Ibáñez, en el curso de la pequeña rueda de prensa que siguió al pleno de la Corporación, se apoya en que, si en otras ocasiones no se ha cumplido lo que es normal, este año debe hacerse de acuerdo con las ordenanzas.

Sin embargo, el señor Ibáñez razonó a los informadores que si el precio total de la caseta para los potenciales expositores se sitúa este año en las 74.000 pesetas, tan sólo un 7% del coste real de las mismas suponen gastos al Ayuntamiento, en tanto que 48.000 pesetas son las que cobra el INLE por la instalación de las casetas.

Feria a cambio de libros

El ambiente que se respiraba ayer en la Casa de la Villa no era que el Ayuntamiento haya adoptado una postura intransigente con el fin de que los libreros paguen el correspondiente dinero por asentar las casetas en el Retiro, sino presionar a éstos para que, a cambio de una sustancial reducción en el canon o su supresión total, se comprometan a surtir las bibliotecas que la Corporación pueda poner en funcionamiento en un momento dado, antes incluso de que sea inaugurada la Feria del Libro.Ahí puede que estén ahora las negociaciones entre Eloy Ibáñez y Alfredo Timermans, presidente del INLE. Y, dentro de esas mismas negociaciones, está la posible ampliación de la extensión a ocupar por la Feria. La propuesta del INLE era que ésta fuera ampliada al otro lado del paseo de Coches del Retiro. Sin embargo, Antonio Horcajo, presidente de la Junta Municipal de Retiro, ha ofrecido -y parece que han aceptado los libreros- que esa ampliación sea en sentido longitudinal, rebasando, incluso, la puerta del Observatorio Meteorológico del Retiro.

Esta medida solucionaría en parte el malestar causado entre los expositores que en repetidas ocasiones han protestado por el pequeño espacio que se les concedía frente al aumento de editoriales, hecho que provocó el pasado año la creación de una triple fila de casetas que multiplicó los problemas ya existentes.

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