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Entrevista:

El movimiento ecologista pretende volver al concepto real de la vida

Brice Lalonde, 31 años, periodista, redactor de Le Sauvage y Le Nouvel Observatour, presidente de la Asociación Francesa de Amigos de la Tierra, sociedad ecológica que funciona en veinte países, y uno de los líderes del movimiento ecologista francés, que decidió prácticamente las últimas elecciones, ha llegado a España. Lalonde ha venido para celebrar distintas reuniones de trabajo y pronunciar varias conferencias. La última, ayer, en el Colegio Mayor de San Juan Evangelista, de Madrid, bajo el título de Ecológia y política.

Brice Lalonde fue, en las elecciones municipales francesas recientemente celebradas candidato del movimiento ecologista por el barrio latino de París. Obtuvo un 1,4% de votos. El nos explica que es su movimiento que pretende, quiénes y por qué forman el grupo que, en pleno galicismo, llamamos ecologista.-Nosotros somos un movimiento que quiere encontrar los medios de vivir en sociedad; es decir, producir, consumir, moverse y vivir, sin poner en peligro ni los ecosistemas ni las características fundamentales de la naturaleza humana. En otras palabras, volver al concepto real de vida, trabajar y moverse para vivir y no al revés. El movimiento nació como una consecuencia de la revolución de mayo del 68, como convergencia de otros movimientos autonomistas, de consumidores, de asociaciones, de antinucleares, etcétera. Todo esto se unifica para la teoría ecologista, y se cuenta, también, con los movimientos autogestionarios. Ahora mismo hay una lucha fraternal, por la direccción de todo el movimiento, ecologista y autogestionario, en conjunto. Este último está hoy con la izquierda.

-¿Qué partido en Francia está más cerca del movimiento ecologista?

-Tal vez el Partido Socialista Unificado.

-¿Cuál es el programa de actuación del movimiento ecologista?

-Hay que concretarlo en cinco puntos. Primero: producir de otra manera, en unidades de producción de talla reducida en un mercado reducido; es decir, trabajar menos; segundo: consumir mejor, con productos que duren mucho tiempo, sustituyendo los consumos individuales por los públicos en las ciudades. Por ejemplo, utilizando los transportes públicos y no de coche; tercero: proteger la vida; los recursos biológicos irreemplazables han de ser rigurosamente protegidos y las opciones tecnológicas deben ser calcadas de los modelos de la naturaleza como, por ejemplo, la energía solar; cuarto: autonomía. El marco institucional debe ser igualmente reducido, especialmente los grandes servicios como escuelas, justicia, hospitales, etcétera. Esto no puede estar organizado por el Estado o por grandes compañías, como sucede en la Seguridad Social, sino sobre la base de colectividades regionales o locales. El marco institucional debe proteger la intervención de los ciudadanos y no la institucionalización del Estado; quinto: las relaciones internacionales no pueden estar basadas en la rapiña y explotación de los países del tercer mundo, y sobre el intercambio de productos idénticos.

La acción

-En de precisar el programa, especialmente de cara a las elecciones legislativas de marzo del 78. Además estaremos presentes en cada lucha local y desde ahora trataremos de realizar completamente el programa que hemos expuesto durante las elecciones municipales. Queremos desarrollar las relaciones internacioniales, especialmente en el mareo europeo.-En las pasadas elecciones francesas. ¿Cómo se han distribuido los votos a favor de los ecologistas?

-Todavía no hemos acabado de hacer el análisis de todos los votos que recibimos, por eso lo que voy a decir es algo impreciso. Hay diferencias entre el voto de la ciudad y el del campo. En la ciudad es la gente culta la que vota ecología. También los jóvenes, viejos y mujeres nos han votado.

Nos da la sensación de que hacemos una cierta alianza entre jóvenes y viejos, saltándonos a los padres, que no nos votan. En cuanto a la implantación geográfica, tenemos la impresión de que los ecologistas son fuertes allí donde la izquierda no lo es. El mayor porcentaje de votos, lo hemos obtenido en Alsacia, Bretaña y el centro de París.

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