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Beirut espera con miedo el final de la guerra

¿Son las últimas horas de Beirut-oeste? El ambiente de la ciudad es cada vez más triste: las gentes que han soportado durante meses y meses esta guerra sucia y brutal han agotado su esperanza. Todas las fechas milagrosas. todas las etapas prometedoras, les dejaron un gusto amargo de frustración; los últimos bombardeos salvajes e indiscriminados que han vuelto a provocar el pánico a ahondar la sensación de insseguridad, han dejado la ciudad vacía, incluso en los zocos de Hamra o de Rauchi, los dos únicos lugares animados que te quedan a esta parte de la capital, estaban hoy semidesiertos. La llegada de las primeras lluvias de otoño ha causado la desbandada de los vendedores recalcitrantes y de los paseantes desocupados. Beirut espera, con miedo, el final de la guerra.El miedo crece entre la población. Una amiga cuenta que una, bala entró por la ventana abierta de, su despacho a los pocos momentos; de abandonarlo; un diplomático, relata cómo vió, al cruzar una calle, un hombre con todo el traje manchado de sangre que estaba arrastrando unos heridos que yacían en la acera. Milicianos y soldados rebeldes refuerzan sus posiciones delante de un cuartel ocupado, en las gradas de un hotel que fue requisado o en una barricada. Constantemente se oyen las sirenas de las ambulancias. Aprovechando este temor y este caos se cometen con toda impunidad nuevos saqueos de viviendas y robos de automóviles. Después de dieciocho m eses de guerra, empieza a columbrarse su final, un final que esta vez será el de todas las guerras que en el mundo han sido, un final con vencedores y vencidos.

Más información
Plan de paz para el Libano

Aunque haya nuevos aplazamientos, aunque surjan nuevos obstáculos que impidan un rápido avance sirio, su éxito militar es, en estas horas, casi seguro, La superioridad del ejército sirio es aplastante.

Quizá los sirios y los conservadores libaneses quieran rendir Beirut por un asedio prolongado. Al tiempo que se adueñan de las últimas posiciones de las montañas circundantes, se acercan a Saida, el puerto del sur, por el que los palestinos e izquierdistas reciben sus so corros militares, y por el que llegan víveres y mercancías para toda la zona dominada por ellos. Los palestinos temen que esta operación militar desencadenada por Siria en el este y el sur de la capital, sea para acabar con la guerra del Líbano. La conferencia de Riad puede tener una influencia positiva sobre estos acontecimientos.

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