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Posible responsabilidad de la Administración en el incendio del psiquiátrico de Conxo

Según se desprende de la información que facilitan 101 trabajadores del sanatorio psiquiátrico de Conxo, en Santiago de Compostela, sobre el reciente incendio que costó la vida a siete enfermos mentales, la administración del centro habría incurrido en graves deficiencias. En una carta dirigida a la opinión pública, dichos trabajadores desmienten algunas informaciones oficiales dadas acerca del caso y denuncian el estado en que se encuentra el hospital.

Para empezar, afirman que el incendio no ocurrió como se dijo en la unidad de intensivas sino en la de bajas (enfermos agudos) que estaban, la noche que ocurrió el siniestro, sin auxiliar de turno, ausente por enfermedad. «La presencia o no del personal -manifiestan en la carta- no variaría la importancia del siniestro, dado que estas unidades constan de pasillos largos y corridos con habitaciones individuales a cada lado hechos con materiales de madera altamente combustibles. También hay que decir que la puerta de salida estaba cerrada con llave».

Ventanas con rejas

Los trabajadores de Conxo opinan que lo más grave y que más favoreció el desastre fue que las ventanas tenían rejas como en las cárceles. No había salidas de emergencia ni bocas de riego, ni siquiera agua suficiente al alcance de los bomberos. Con respecto a la actuación de estos últimos, afirman que dicho cuerpo dispone en Santiago de 20 miembros en plantilla y 7 arbitrarios. «Este número -se lee también en la carta- es insuficiente y cuenta con medios rudimentarios que hicieron que su labor fuese poco eficaz, al margen de su probada buena intención. Ellos mismos declararon que, de contar con una escalera automática que les permitiese bombear el agua de arriba para abajo, el incendio se cortaría fácilmente. Basta decir, que para que el agua de la única manguera disponible llegase a la unidad siniestrada, los enfermos y el personal del centro tuvieron que romper a pedradas los cristales de las ventanas». La carta de los 101 de Conxo coincide, por lo demás, con otra carta anterior del antiguo administrador del sanatorio, Francisco Candela, quien informó de que hace más de un año que se había planteado a la Diputación provincial de La Coruña la necesidad de abordar las condiciones de inseguridad del hospital. Piden, por otra parte, que se proceda a la apertura de una investigación que determine las responsabilidades del incendio y que sirva para averiguarlas condiciones reales en las que viven los pacientes y llevan a cabo su labor los trabajadores del sanatorio. Igualmente, reclaman que se cree un hábitat adecuado para los enfermos y los trabajadores (con la abolición de las unidades cerradas, las rejas y las terapias represivas), que no se traslade forzosamente a los enfermos a otras instituciones, que se aumente el personal sanitario, restaurándose el verdadero trabajo en equipo y que se creen inmediatamente comités de higiene y seguridad en el trabajo.

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