Pecco Bagnaia impone la ley del más fuerte en el GP de Países Bajos

El Mundial es cosa de las Ducati, y el vigente campeón del mundo, Pecco Bagnaia, no está por la labor de soltar la corona. El referente de la marca de Bolonia dominó a placer el GP de Países Bajos y se escapó de todos sus rivales para ampliar su ventaja al frente del certamen ahora que llegan las vacaciones de verano. El turinés ganó su cuarta carrera del año por delante de su compatriota, compañero de marca y amigo en la academia VR46, un Marco Bezzecchi que había mandado en todas las sesiones del fin de semana pero no pudo desplegar su ritmo tras una mala salida. El podio lo completó Aleix Espargaró con la Aprilia, que llevaba desde septiembre del curso pasado (GP de Aragón) sin subirse al cajón y darse una buena alegría.

La encendida celebración del piloto de Granollers llegó con la carrera ya finalizada, cuando los comisarios sacaron el mazo de las penalizaciones y golpearon de nuevo a Brad Binder (KTM). El sudafricano cometió el mismo error, también en la curva 8, que ya le privó del podio en la carrera al ‘sprint’ del sábado, pisando el verde y saltándose los límites de la pista en la última vuelta. Bagnaia, que no se destacó pero tampoco sufrió en cabeza, manda ahora en la tabla con 194 puntos, perseguido de lejos por las Ducati satélite del madrileño Jorge Martín, a 35 puntos, y Bezzecchi, a 36.

El número uno del certamen consiguió repetir triunfo en la catedral del motociclismo, algo que no lograba nadie desde su mentor Valentino Rossi en 2004 y 2005. En este mismo escenario, el año pasado arrancó su operación remontada de 91 puntos que le dio su primer título y encumbró la obra maestra de Gigi Dall’igna en Borgo Panigale. Desde entonces, Bagnaia acumula 9 victorias y 13 podios en 18 carreras, reafirmándose como el piloto que más jugo saca de la máquina perfecta diseñada por los italianos, inalcanzable todavía para el resto de constructores. Solventada su falta de consistencia que le hizo tocar fondo en el GP de Alemania de 2022, sacando a pasear su versión más cerebral hasta la fecha, cuesta imaginar alguien que le tosa a estas alturas de la película. “Lo importante es ser el más fuerte, no el más rápido. Estamos aprendiendo a limitar las caídas”, comentó el líder tras su inapelable triunfo en Assen.

“Siempre creí en mí. Lo que sucedió fue difícil, era un momento complicado, porque de repente lo perdí todo”, recordaba sobre sus pesares en Sachsenring. Cuando han reaparecido las dudas, Bagnaia ha vuelto mentalmente a la reunión que mantuvo con su equipo tras esa carrera. Nunca ha desvelado que se dijo en ella, pero desde entonces ha sido el competidor más en forma junto a todo su grupo en el garaje: “Todavía recuerdo ese momento y lo utilizo para encontrar mayor concentración en las carreras”.

La ausencia de Marc Márquez y la caída de Fabio Quartararo, los grandes referentes mediáticos del certamen y descartes ya en la lucha por el título, subrayan aún más la preeminencia del campeón y la falta de alternativas a las Ducati. El francés, que llegaba con un pie del dedo roto tras una caída mientras corría en Ámsterdam, se llevó puesto a su compatriota Johann Zarco en la tercera vuelta y tuvo que ser trasladado al centro médico muy dolorido. Al igual que Honda, aunque sin ser tan peligrosa, Yamaha pasa por un momento nefasto y no da opciones de competir al campeón de 2021.

Tal es el desaguisado de las fábricas japonesas que hasta un piloto sustituto como Iker Lecuona se enrabietó cuando la Honda oficial se le averío en duodécima plaza. En una carrera de supervivencia, solo 14 de los 21 pilotos que empezaron pudieron finalizar la contienda. El Mundial de MotoGP, tras la cancelación del GP de Kazajistán, volverá a la acción el 6 de agosto en el GP de Gran Bretaña.