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Laporta apuesta al Bernabéu para convencer a Xavi

Una victoria ante el Madrid podría mantener al técnico en el banquillo del Barça

Xavi Hernández, durante el último entrenamiento del Barcelona antes del clásico.
Xavi Hernández, durante el último entrenamiento del Barcelona antes del clásico.Toni Albir (EFE)
Juan I. Irigoyen

Joan Laporta desconfiaba de Xavi. Y no tenía ningún recelo en asumirlo públicamente, a pesar de la amistad, que según ambas partes, mantenían. “Pienso que debe tener un poco más de recorrido antes. Ahora el club requiere experiencia”, explicaba el actual presidente durante la campaña en 2021. Por entonces, el banquillo azulgrana estaba en manos de otro mito del barcelonismo, Ronald Koeman, tampoco del agrado de Laporta. De hecho, cuando el Barça no encontraba ni juego ni resultados, noveno en la Liga a seis puntos del líder, el Real Madrid, el máximo directivo fulminó al neerlandés. No tenía plan B. Deco, hoy director deportivo, en aquel entonces buen consejero del Barça, sugirió el nombre de Xavi Hernández: “Tiene espalda, conoce el club y el entorno”. En noviembre de 2021, Xavi reemplazó a Koeman. Cuatro meses más tarde, en marzo de 2022, el Barcelona goleó al Madrid en el Bernabéu: “Hemos vuelto”, celebraron, en aquel momento, los azulgrana. “Cuando ganas 0-4 en el Bernabéu y con esas sensaciones es lógico que digas cosas como que el Barça ha vuelto”, reflexionó Xavi. Dos años después, el Barça regresa a Chamartín (21.00, Movistar) atrapados en el tiempo: Xavi ya anunció que deja el club y Laporta sigue sin encontrar entrenador.

Nada más regresar a la presidencia, la idea de Laporta era apostar por un técnico alemán. Entre sus preferencias estaban Hansi Flick, Julian Nagelsmann y Thomas Tuchel. También amagó con incorporar a Andrea Pirlo, hoy en la Sampdoria, octavo en la Serie B italiana. No tardó en descartarlo.

Hoy Laporta vuelve a pensar en la vía alemana, influenciado por su amigo y representante Pini Zahavi, agente de Flick. El vestuario, sin embargo, no ve con buenos ojos al expreparador del Bayern Múnich, campeón de la Champions en 2020. “Para eso que se quede Xavi. Sus entrenamientos, por lo que nos cuentan, no son muy buenos. Y no habla castellano ni inglés”, asegura uno de los veteranos de la plantilla azulgrana.

Flick, en cualquier caso, no está descartado. Laporta escuchó a sus asesores personales y miró al Brighton de Roberto de Zerbi. No le convenció. El nombre de Rafa Márquez, apuesta de la actual junta para el Barça Atlètic (segundo, a seis puntos del Deportivo en la Primera RFEF), siempre ha estado sobre la mesa y vuelve a ganar enteros. El mexicano acepta el reto. “Creo que una oportunidad así no le puedes decir que no. Y si llega, en ese momento, intentaré estar disponible y tratar de hacer lo mejor posible”, dijo cuando se enteró de que Xavi había anunciado que dejaría el Barcelona al finalizar la temporada. Mientras Jorge Mendes, presente en los mercados de fichajes del Barça desde que regresó Laporta, insiste en poner en el banquillo azulgrana a alguno de sus protegidos, como Sérgio Conceição (Oporto) y hasta Jose Mourinho, a Deco, director deportivo azulgrana, le gusta Thiago Motta (Bolonia), pero más le seduce la idea de un técnico como Luis Enrique. “La realidad dice que es muy difícil cruzar nuestros caminos. Ahora necesitarán entrenador, pero yo tengo por norma cumplir mis contratos”, se descartó el asturiano.

A pesar de que considera (y así se encargó de dejarlo claro) que él representa mejor el estilo azulgrana que Xavi ­—”sin duda yo”, sacó pecho—, Luis Enrique tiene claro quién tiene que mandar en el vestuario de Montjuïc. “Espero y deseo que Xavi siga siendo el entrenador del Barça muchos años más, pero no es una decisión mía”. Una premisa con la que de alguna manera coinciden Laporta y su núcleo duro. Y así se lo sueltan, a veces en broma, otras en serio, al técnico cada vez que se lo cruzan.

Xavi, por su parte, no acostumbra a ser demasiado categórico con cumplir su decisión de abandonar el club. Aunque hay gente en su entorno que le insiste en que se marche —”Un año sabático, no; dos”, le aconsejan—, Xavi es más ambiguo: “A día de hoy, nada ha cambiado”. Siempre la misma coletilla: “A día de hoy”.

“¿Tiene previsto encontrarse con Laporta esta próxima semana para hablar de su continuidad?”, le consultaron a Xavi en la previa del clásico. “No hay ninguna reunión. No me han citado”, resolvió. Y acto seguido, remató: “Y eso no es importante. Nos jugamos el título de LaLiga. En caso de no ganar, ya será muy difícil”. Después de que el PSG lo echara de la Champions el pasado martes en los cuartos de final, una derrota en el Bernabéu marcaría el final de una temporada irregular en el juego, sin éxitos deportivos. El adiós del técnico catalán, sin embargo, parece en el aire. A dos años del “hemos vuelto” de Xavi y compañía, Laporta retorna al Bernabéu (con las “ganas de volver a veros”, según su cartel de campaña que colgó el Madrid) como empezó su regreso al Barça: sin tener claro su entrenador.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.
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