El colista europeo flagela al Barça
Los azulgrana amplían su capítulo de derrotas sonrojantes en la Champions ante un Amberes que había perdido los cinco partidos anteriores
Aturdido todavía por el líder de la Liga, el Barça se venció también ante el colista de la Champions. El Amberes todavía no había sumado ni un punto hasta que se cruzó con el sonámbulo equipo de Xavi. Los azulgrana no dejan de perder partidos históricos para sus contrarios sin que se sepa cuál es el más sangrante desde que cedieron ante el Shakhtar. El catálogo de derrotas se amplía sin parar en Europa. Los jugadores son almas en pena en cualquier campo, paralizados por un ataque de pánico que se refleja en la triste figura de Oriol Romeu, protagonista de dos de los goles del Amberes. Aquel excelente mediocentro del Girona formado en la Masía se convirtió en el mejor aliado del campeón de Bélgica. No hay siquiera diferencia entre titulares y suplentes en un equipo frágil y desquiciado, atrapado en un drama que no tiene fácil solución, por más que ya esté clasificado para los octavos de final desde que abatió al Oporto en Montjuïc.
Aquel día pareció que los muchachos de Xavi remontaban el vuelo, una sensación reforzada después de la victoria contra el Atlético. Hasta que llegó el Girona. El golpe ha devuelto al Barça a la lona, expuesto a cualquier ridículo, a merced del escarnio continental por más que en su nómina figuren estrellas como Gündogan, el capitán que levantó la última Champions.
Los despropósitos se acumulan antes, durante y después de los partidos. No hay decisión que no sea escrutada detalladamente cuando los momentos son de incertidumbre y enredo en el Barça, atrapado por una derrota que llevará tiempo digerir como fue la del domingo. Así se explica que de una convocatoria consensuada por los diferentes estamentos del club —palabra de Xavi— pudiera salir cualquier alineación, y más con el equipo ya clasificado para los octavos de la Champions. La noticia fue la sorprendente presencia de Lewandowski, un futbolista que no figuraba en la expedición y que fue incluido junto a Araujo y Gündogan, después de la intervención del presidente, Laporta, y del secretario técnico, Deco.
Lewandowski no tuvo el descanso concedido el lunes por el técnico —”me ha dicho que no estaba cansado”, anunció Xavi ya en el estadio— y se convirtió en el futbolista más ilustre en una formación con varios suplentes y que volvía a mirar a la Masía, sobre todo con el debut de Héctor Fort, un lateral derecho internacional sub-17. El reto de sumar tres puntos y recaudar 2,8 millones parecía accesible para cualquier once que hubiera dispuesto el entrenador del Barça. La optimista previsión fue desmentida categóricamente desde que empezó el partido cuando Fort y Romeu concedieron dos remates en dos minutos, el último con la complicidad de Peña y culminado por un tiro inapelable de Vermeeren.
Oriol Romeu, de cara a Iñaki Peña, recibió de forma arriesgada del portero y el pase de primeras del mediocentro, corto y al costado, fue interceptado por el volante del Amberes, que chutó duro a la red: 1-0. La precipitación y la imprecisión se mezclaban en el bando azulgrana para disfrute de un contrario muy bien puesto, animado por el marcador y por la facilidad con la que llegaba al marco de Peña. Los estirones del Amberes contrastaban con la dificultad del Barça para alcanzar el área contraria por el nerviosismo y la falta de línea de pase, muy espantados los jugadores e incapaces de enfocar a Butez. Los azulgrana no eran un equipo de fútbol sino una máquina de perder balones ante el júbilo de la hinchada del Amberes.
El Barcelona solo parecía jugar con Yamal. La mayoría de sus compañeros deambulaban por la cancha mientras los sustos y los accidentes se presentaban de forma esporádica en los alrededores de Peña. Justo después de un córner del Amberes llegó el empate en un rápido contrataque finalmente conducido muy bien por Yamal y culminado por Ferran. La primera ocasión barcelonista acabó en gol después de la intervención clarividente del extremo y de que el valenciano se desmarcara al espacio y se perfilara como ariete en el lugar de Lewandowski. Habitualmente vulnerable sin la pelota, el Barcelona tampoco sabía cómo organizarse cuando la tenía, falto de desequilibrio y profundidad, solo espabilado por las apariciones de Yamal.
El inicio de la segunda parte fue igual que el de la primera con la diferencia de que el árbitro anuló el gol al Amberes por fuera de juego después de una pifia de Koundé. Los belgas insistían en sus embestidas y los azulgrana solo respiraban cuando aparecía Yamal. El extremo remató al palo antes de que Romeu volviera a perder el cuero ante Yussuf y asistiera a Janssen para que anotara el 2-1. Xavi quitó a Romeu y recurrió a tres titulares para intentar dar la vuelta al partido: Gündogan —tampoco estaba en la convocatoria—, Pedri y Cancelo.
La rueda de cambios no sirvió para alterar el signo del partido sino para redundar en las calamidades azulgrana en el tiempo añadido, ya sin Lewandowski. A un gol de cabeza a la salida de una falta del juvenil Marc Guiu, el ariete que ya abatió al Athletic, siguió acto seguido el 3-2 de Ilenikhena. La jugada expresó el desconcierto del equipo barcelonista, vergonzosamente abatido una jornada más en Europa. El Amberes había perdido los cinco partidos hasta que apareció el Barça y pudo celebrar su estreno victorioso.
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