_
_
_
_
_

Verstappen pone orden en el Gran Premio de Baréin; Sainz, el espectáculo

Plácido estreno del campeón de Red Bull, en una carrera que pone de manifiesto las mejores virtudes del madrileño, que quedó tercero. Alonso, noveno

Max Verstappen celebra la victoria en el podio con Checo Pérez y Carlos Sainz, este sábado en el Gran Premio de Baréin.
Max Verstappen celebra la victoria en el podio con Checo Pérez y Carlos Sainz, este sábado en el Gran Premio de Baréin.Hamad I Mohammed (REUTERS)
Oriol Puigdemont

Todas las cábalas que propiciaron los ensayos de pretemporada y que invitaron a la hinchada a soñar con un curso mucho más explosivo que los últimos se dieron de bruces con la realidad que terminó presentando en Baréin, primera cita de un Mundial de Fórmula 1 que, al menos de entrada, parece tener las mismas hechuras que los dos anteriores. En ellos Max Verstappen y Red Bull se dieron un atracón de victorias y récords de tal calibre que incluso llevó a la mayoría de rivales a definir el RB19 de 2023 como el prototipo más dominante de la historia del certamen. Por más que solo se haya celebrado un asalto y todavía queden por disputarse otros 23, el rendimiento del RB20 en el estreno anticipa un escenario muy similar. En un momento en el que los focos se concentran en el muro de la tropa de Milton Keynes (Gran Bretaña) por un asunto extradeportivo, nada mejor que un buen repaso para intentar desviar la atención hacia la pista.

En Sakhir, donde el inicio del Ramadán y las exigencias del reglamento forzaron a la organización a disponer la carrera en sábado (también se celebrará en sábado el GP de Arabia Saudí la semana próxima), Verstappen se dio un paseo y se impuso por delante de Checo Pérez, su compañero en la escudería del búfalo rojo, que se apuntó el primer doblete de un año en el que, seguramente, llegarán muchos más. Los más de 22 segundos que separaron al actual campeón de su vecino de taller son el reflejo más evidente del abismo que hay entre el holandés y el mexicano, eternamente cuestionado a pesar de haber concluido subcampeón la última vez. Más aún si atendemos a que el muchacho de Hasselt se hizo también con la pole position y la vuelta rápida.

Con las dos primeras plazas del podio bloqueadas, Carlos Sainz se subió al cajón gracias a un ejercicio que mezcló de maravilla agresividad y constancia en las dosis y los momentos justos. Fernando Alonso fue de menos a más y no pudo contrarrestar la falta de pegada que el Aston Martin había insinuado en invierno, y finalmente cruzó la meta el noveno.

GP de Bahréin F1
Max Verstappen cruza la línea de meta durante el Gran Premio de Baréin, este sábado. ALI HAIDER / POOL (EFE)

Como todo parece escrito para que ‘Mad Max’ y el equipo energético vuelvan a dominar el cotarro, la gracia de este campeonato probablemente estará en las historias más tangenciales. Y en este sentido, el anuncio del fichaje de Lewis Hamilton por parte de Ferrari, con vistas a 2025, dará todo el juego del mundo. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la llegada del británico a Maranello provocará la salida obligada de Sainz. El madrileño, habituado desde niño a nadar a contracorriente, se maneja de perlas en coyunturas tan incómodas como la que vive en estos momentos. A pesar de haber superado las expectativas generadas a su alrededor cuando se vistió de rojo, y de aguantar el tirón e incluso superar a Charles Leclerc en su duelo particular en su debut (2021), nada de eso sirvió para poder cuestionar el fichaje del multicampeón. Resignado a tenerse que buscar un equipo, el español no deber ningún problema en encontrar un destino que le valora por todo lo que ofrece, un repertorio muy rico como quedó claro este sábado.

A pesar de arrancar el cuarto, Sainz fue lo suficientemente voraz como para comerse a Leclerc en dos ocasiones y hacer lo mismo con George Russell. Si no pudo pelear con Pérez por la segunda plaza fue por el delicadísimo trato que el Red Bull proporciona a los neumáticos. Los cálculos de los ingenieros de Ferrari confiaban en una ventana de oportunidad para su piloto en las últimas cinco vueltas, pero el diferencial a favor del muchacho de Jalisco en ningún caso bajó de los dos segundos y medio. Este es el 19º podio de la hoja de servicios del hijo del bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992), uno de los pocos integrantes de la parrilla, por no decir el único, que puede correr sin las ataduras de otros. La presión la tienen otros, como Leclerc o Hamilton (séptimo). “La verdad es que me sentí muy fuerte. Es un paso adelante si nos comparamos con aquello que ocurrió el año pasado, pero no es donde queremos estar”, comentó Sainz, nada más bajarse de su SF-24.

Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_