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La Fórmula 1 está hecha a prueba de Red Bull

A pesar del apabullante dominio del equipo energético, el campeonato descarta intervenir en el reglamento para igualar las fuerzas

Formula 1
Max Verstappen en el Gran Premio de España 2023.AFP7 vía Europa Press (AFP7 vía Europa Press)
Oriol Puigdemont

El Mundial de Fórmula 1 disfruta de una salud a prueba de bombas o de Red Bull, según como se mire, si tenemos en cuenta la apabullante superioridad exhibida esta temporada por el RB19, el monoplaza con el que Max Verstappen y Checo Pérez se han llevado las siete carreras que se han disputado hasta la fecha. Este fin de semana se celebra la octava, en Canadá, y no hay indicios de que el circuito Gilles Villeneuve pueda albergar un cambio de guion, por más que la lluvia que se vaticina siempre tenga la propiedad de alterar las cosas. Además de haber firmado todos los triunfos que se han puesto en juego, al holandés y al mexicano solo se les ha escapado una pole de las siete posibles, la que Charles Leclerc les birló en Bakú. Esta ratio de conversión hace que varios de sus rivales en la parrilla consideren el actual coche energético como el más dominante de la historia del certamen, incluso por delante del Mercedes con el que Lewis Hamilton logró seis de sus siete títulos. Esa supremacía se traduce en grandes premios absolutamente previsibles en lo que se refiere al escalón más alto del podio. En este sentido, los alicientes son dos como mucho, y dependiendo de si Pérez está más o menos entonado. Si ese es el caso, el corredor de Jalisco puede llegar a poner en aprietos a su jefe de fila. En caso contrario, lo divertido es pronosticar cuantas vueltas tardará en colocarse el segundo.

Con las piezas distribuidas de esta forma sobre el tablero de juego, lo lógico sería pensar que los aficionados comenzarían a hartarse de ver siempre lo mismo, y por eso no deja de llamar la atención el fervor que se ha apoderado de la hinchada que se puede permitir asistir a las pruebas. Los 270.000 espectadores que llenaron las gradas del Autodrome Internacional de Miami los superaron los 292.000 que se desplazaron a Montmeló, durante el último Gran Premio de España. Las previsiones llevan a pensar que Las Vegas quedará absolutamente colapsado a mediados de noviembre, con el evento que recorrerá las calles de la ciudad del juego por la noche.

En otras circunstancias y, más aún atendiendo a la línea adoptada por Liberty, no sería descabellado pensar que el promotor se planteara forzar alguna modificación en el marco técnico para tratar de equilibrar un poco las fuerzas. Sin embargo, ese no es un extremo que se plantee el propietario del ‘Gran Circo’ en estos momentos si repasamos lo declarado recientemente por Stefano Domenicali, el ejecutivo de mayor rango de la F1, en el podcast ‘Beyond the Grid’. “No sería justo”, considera Domenicali; “ni tampoco correcto porque no podemos ser vistos como manipuladores. No soy partidario en absoluto de este tipo de enfoque”.

Para el exdirector de Ferrari, modificar la normativa antes de los plazos previstos –en 2026 entrará en escena una nueva naturaleza de motores y combustibles– podría incluso provocar el efecto contrario al deseado, sobre todo por la facilidad de Red Bull para adaptarse a los cambios. “La diferencia es entre un equipo y los demás, y debemos considerar que Red Bull hizo un trabajo increíble. Las otras escuderías están cerca, y será interesante ver cómo evoluciona esa tendencia”, añade Domenicali, cuyo argumento no resulta fácil de compartir si tenemos en cuenta los 24 segundos que separaron a Verstappen del segundo clasificado (Hamilton) en la última parada del calendario (Montmeló).

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