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Suker: “El valor del jugador croata es único”

Tras dejar huella en España con sus goles, el ‘pichichi’ del Mundial del 98 sostiene el vuelo del fútbol croata desde la presidencia de su federación

Davor Suker, hace unos días sobre el césped del estadio de Wembley, en Londres.
Davor Suker, hace unos días sobre el césped del estadio de Wembley, en Londres.Simon Stacpoole/Offside (Offside via Getty Images)

Otra vez Croacia en el camino y otra vez Davor Suker (Osijek, 53 años) en el horizonte. Como presidente de la federación croata y leyenda del fútbol de su país que jugó durante ocho temporadas en el fútbol español (Sevilla y Madrid), estos partidos le trasladan a una habitación llena de recuerdos, donde el pasado se mezcla con el presente y sus emociones viajan a una velocidad mayor.

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Pregunta. La Eurocopa entra en la hora de la verdad y Croacia vuelve a estar entre las 16 mejores. ¿Cómo lo valora?

Respuesta. Para mí es un honor estar aquí con la selección a la que represento. Competiciones como esta, la Champions o el Mundial te dan un extra de adrenalina que, los que llevamos toda la vida en el fútbol, necesitamos. Desde mi trabajo actual en los despachos también disfruto. Entro en el vestuario, veo a mis jugadores y recuerdo mis tiempos. Por ejemplo, la Euro 96, el Mundial de Francia 98… Merece la pena jugar al fútbol, pero también estar donde estoy ahora.

P. ¿Por qué nunca quiso ser entrenador?

R. Nunca tuve esa inquietud. No me interesó. Jugar 20 años es como vivir en una zona militar: sin domingos, sin miércoles, sin vacaciones… Mucha gente piensa que ser técnico es muy bonito, pero es un trabajo muy difícil. Por eso me puse la corbata y desde la Administración puedo ayudar a mi país y al fútbol con las experiencias que tuve. Vivo el cargo las 24 horas. Lo decidí así y no me arrepiento. Estoy orgulloso de ser tercero del mundo [en el Mundial de 1998] y de la Bota de Oro que conseguí como máximo goleador, y también de ser segundo del mundo como presidente gracias a los entrenadores, jugadores y aficionados croatas que siempre estuvieron con nosotros. Nunca Croacia había podido llegar tan alto como en el Mundial de Rusia. Es algo para toda la vida. Fue el triunfo de todo un país.

En los últimos nueve campeones de la Champions había un croata

P. El fútbol croata está en plena fase de renovación. La liga se ha reducido a 10 clubes, se ha rebajado el número de extranjeros, los clubes siguen exportando valores por toda Europa...

R. El Dinamo de Zagreb es nuestro máximo exponente. Viajamos por todo el país buscando jóvenes con talento y estamos desarrollando una nueva política de captación. Buscamos a los hijos de croatas de segunda-tercera generación que están repartidos por Estados Unidos, Australia, Canadá, Argentina, Alemania… y que pueden ayudar a formar un equipo competitivo que pueda volver a estar en una final de la Eurocopa o del Mundial. Hay cuatro millones de croatas fuera del país y es un recurso importante.

P. Croacia es un país de cuatro millones de habitantes y no tiene posibilidad de nacionalizar jugadores como hacen las grandes potencias europeas contra las que compiten. Están limitados, sin embargo, es una cantera inagotable: 20 de los jugadores seleccionados para esta Eurocopa están jugando fuera del país.

R. Por eso tenemos un mérito tremendo. El valor del segundo puesto del Mundial es impresionante. Seguimos exportando jugadores por el trabajo de la base, de los entrenadores, de los clubes y por la propia calidad que tienen los jóvenes. Estamos haciendo selecciones desde los sub-10, sub-12, sub-14… Es la clave. El 95 por ciento de nuestros jugadores que han jugado en los Mundiales o Europeos en los últimos diez años han salido de esa selección de jóvenes desde infantiles. Nuestros entrenadores van buscando niños por las escuelas, por los pueblos, por las zonas rurales… No solo es traer a los jugadores del Real Madrid, Barcelona o Sevilla…

P. ¿Por qué el futbolista croata es tan competitivo?

R. Desde mi época, en la que ya comenzamos a jugar fuera, una de nuestras virtudes fue que nos adaptábamos muy bien a todas las circunstancias de vida y también deportivas. Nos da lo mismo el país. Y tenemos el mejor ejemplo en Modric, el mejor jugador de nuestra historia, que con 35 años rinde y juega igual en el Madrid que en nuestra selección. Él ha demostrado que el valor de un jugador croata es único. Todos los clubes y todos los aficionados están contentos de tener un jugador croata. Por ejemplo, en las últimas nueve finales de la Champions siempre hubo un croata en el equipo campeón. Esta temporada Kovacic en el Chelsea; la anterior, Perisic en el Bayern; y si más atrás, Lovren en el Liverpool, Modric en las cuatro del Madrid, Rakitic en la del Barça, Mandzukic con el Bayern…

El trabajo es la única vía para poder triunfar en el fútbol

P. Usted que conoce a Modric bien, ¿cuál es su secreto?

R. Él lo sabe. Ya está por encima de todos nosotros: de Prosinecki, de Boban, de mí… Es el mejor de los mejores. Y lo demuestra cada partido. Tiene el Balón de Oro que nosotros no tuvimos. Tiene más trofeos que nadie y es el que más alegrías nos da. Ojalá siga así y sea también el mejor mañana en Copenhague.

P. ¿Qué queda del Suker que con 19 años fue campeón del mundo sub-20 con Yugoslavia?

R. Queda el recuerdo de una selección con grandes jugadores que acabaron en grandes clubes de todo el continente. Ahí está también el ejemplo de España. Comenzó a trabajar con los sub-17, los sub-19 y comenzó a ganarlo todo. Después, esos jugadores llegaron a la absoluta y ganaron los tres títulos consecutivos. Es un ejemplo también para nosotros. No hay otro camino para triunfar, trabajar desde abajo.

P. ¿Cuál es la mejor enseñanza que le ha dejado el fútbol?

R. La seguridad de que el trabajo no es solo dinero. El dinero no es lo primero, lo más importante es el trabajo y así fuimos segundos en la final contra Francia. Brindo y doy gracias a Dios por cada partido que ganamos gracias a esta gente que no se ve nunca pero que trabaja por el fútbol croata todos los días del año.

P. La rivalidad de España con Croacia está comenzando a ser como la rivalidad con Yugoslavia décadas atrás, ¿no?

R. Sí, así parece [risas]. De momento, la estadística está un poco de su lado, pero lo más bonito del fútbol es romper las estadísticas. Lo importante es que, en los últimos partidos contra ustedes, hemos competido siempre. Ustedes ganaron en 2012, nosotros en 2016, luego nos repartimos la victoria en la Liga de las Naciones… Yo jugué un par de amistosos contra España y marqué un gol en cada uno.

P. ¿Le gusta hacia dónde deriva el juego?

R. Cada diez años el fútbol cambia. Recuerdo la racha de España con su tiqui-taca. Lo ganaron todo. Pero no me gusta comparar el fútbol actual con el que yo jugaba. El mío ya no importa. Me encanta el fútbol moderno. Todo ha cambiado: las botas, los campos, los balones, las reglas… Siempre me gustará el tiqui-taca. Yo, técnicamente era un jugador extraordinario y me encanta la técnica. Estoy seguro de que en 10 años vamos a tener otra vez el tiqui-taca, con una velocidad añadida y recorriendo 15 kilómetros. Se va a mezclar todo. Si solo juegas a un toque, no llegas lejos. Ahora hay que correr también. Físico y toque, la perfección.

Sería bueno que España nos menospreciara un poco

P. El jugador croata combina físico y técnica. ¿Supone eso una garantía de cara al futuro?

R. Genéticamente guardamos nuestras raíces técnicas, y el gol de Modric a Escocia es la mejor demostración. Para Luka darle al balón con el exterior es más fácil que darle con el interior. Algunos jugadores, y que nadie se enfade, si necesitan jugar con el exterior no saben ni tocar el balón. Se confunden. Para Luka es todo lo contrario. En el fútbol hay que estar dotado técnicamente y eso lo necesitas saber desde abajo. Siempre pongo el ejemplo de Estados Unidos, las mujeres y los hombres. ¿Por qué no avanza el fútbol masculino y sí lo ha hecho el femenino? Por eso es importante invertir mucho dinero en los equipos inferiores y nunca vamos a dejar de hacerlo mientras yo esté aquí. Son las virtudes del fútbol croata. Los diez mandamientos.

P. ¿Para este lunes no hay un favorito claro?

R. Va a ser muy complicado, 50-50. No habrá deseos, pero sí muchos goles y espero que España nos menosprecie un poco y no entre en el partido como tiene que entrar. Sería bueno para nosotros. Luis Enrique dijo alguna cosita hace unos días… pero no quiero polémicas, y menos con España por el medio. Eso sí, no entiendo lo que está sucediendo con Morata. Yo soy delantero y me parece un atacante de nivel mundial. Lo he visto jugar mucho y como goleador que ha jugado al más alto nivel, sé que lo que le está pasando a él, le puede pasar a cualquiera.

“El fútbol es para repartir”

Davor Suker alza la voz cuando se le plantea el asunto de la Superliga. Está absolutamente en contra del proyecto. “Siempre que me preguntan por ella pongo un ejemplo. Si la Superliga es tan buena para el fútbol por qué los clubes que la quieren, no cogen a sus infantiles, a sus juveniles, los cuidan y juegan con ellos cuando sean mayores. Que no cambien, que no compren luego jugadores y se los quiten a los demás. Que lo hagan con los suyos, y que ganen millones y millones, que yo les dejaré en paz. Para 55 países, la Superliga no es buena. El fútbol es para repartir", dice.

 

"Ellos fueron los primeros que se gastaron cientos de millones de dólares o euros en jugadores y luego se quejan de sus presupuestos. No estoy a favor. Quizás en 15-20 años… Ahora no. No creo que tenga futuro. La UEFA lo ha dicho clarísimo. Hay que ayudar a los pueblos pequeños", prosigue; "si juegan siempre entre ellos, la gente terminará aburriéndose. Es bonito un Sevilla-Betis o un Atlético-Real Madrid. Ya hemos visto que el PSG, que tiene dinero, no ha podido ganar la Liga de Campeones”.

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