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Kenenisa Bekele resurge junto al Támesis para terminar segundo el maratón de Londres

El etíope, de 41 años, se acerca al sueño olímpico de París tras una carrera ganada por el keniano Munyao, mientras en categoría femenina Peres Jepchirchir batió el récord mundial en una carrera con solo mujeres

Bekele, a la izquierda, en el podio del maratón de Londres.
Bekele, a la izquierda, en el podio del maratón de Londres.Matthew Childs (REUTERS)
Carlos Arribas

Por el Mall de Londres, avenida de reyes y emperadores, cabalga Kenenisa Bekele, que no ha muerto como atleta, como muchos suponían, y el corazón de los grandes aficionados se sobresalta feliz. Uno de los grandes resurge. El tiempo se detiene, eterno. No importa que el amor imposible de uno de los grandes atletas de la historia con uno de los maratones más importantes, se perpetúe. Está bien casi pensar que el destino no está en las manos de nadie cambiarlo, aunque duela. Es la sexta participación del maratoniano etíope, que en junio cumplirá 42 años, en el maratón junto al Támesis. Nunca lo ganó. Tampoco este domingo fresco de primavera en Londres, donde, tras lanzar el ataque que rompió la prueba pasado el kilómetro 35, cedió en los dos últimos kilómetros ante el cambio de ritmo del keniano Alexander Mutiso Munyao, que se impuso con un tiempo de 2h 4m 1s. A solo 14s (2h 4m 15s) llegó Bekele.

Cuatro segundos menos que en Valencia, la autopista del maratón, en diciembre pasado, su mejor marca desde 2019.

Una vez, hace muchos años, ocho, Bekele fue tercero en Londres, cuando pocos dudaban de que igual que en los 5.000m y en los 10.000m y en cross había sido invencible (tres oros olímpicos, 20 títulos mundiales), con su salto tardío al maratón también se convertiría en el heredero de su compatriota Haile Gebrselassie, el último en la dinastía nacida de Abebe Bikila. También fue segundo en 2017 y fue quinto y sexto después y hace un año se retiró. Y muchos le enterraron. Su reino ya no era de este mundo. Nunca lo había sido en realidad. Su carrera en el asfalto coincidió con la de Eliud Kipchoge, que se apoderó del récord del mundo (2h 1m 9s) y de los títulos olímpicos de 2016 y 2021, y con la irrupción de las zapatillas atómicas, modelos de ancha y blanda suela que responden como resortes con las que algunos tienen la sensación de volar. A todos les iban bien, los récords caían uno tras otro. No a Bekele, que se lesionaba y su zancada natural sufría. En 2019 los planetas se alinearon para él un día de otoño en Berlín. Ganó con 2h 1m 41s. Batió el récord de Etiopía, pero se quedó a 2s del récord mundial. Cinco años después, sigue siendo la tercera mejor marca de la historia.

El maratoniano etíope, calzado con zapatillas de fabricación china, como todos, y de marca china también, resucita como potencia en el maratón en un momento de crisis. Hace un año, Kipchoge era aún intocable pese a haber sufrido en Boston una derrota dolorosa, y Kelvin Kiptum, de 23 años, un rayo fulgurante que en Londres, en su segundo maratón, lograba una marca de 2h 1m 16s, a solo 15s del récord del mundo del keniano. Kipchoge no renació. Kiptum siguió su carrera meteórica batiendo en Chicago el récord del mundo y acercándose a la línea de fuego de las dos horas, haciendo inevitable su ruptura (2h 35s). En enero pasado, una vida tan rápida como sus maratones, se mató en un accidente de tráfico. En esta encrucijada triste, el maratón encuentra en Bekele una figura con la que emocionarse de nuevo. El sueño de Bekele de despedirse en el maratón olímpico de París, que tan utópico parecía cuando lo verbalizó en diciembre en el maratón de Valencia, no solo parece posible, sino necesario.

Récord femenino

Un récord más cayó en la prueba femenina, en la que se impuso la keniana Peres Jepchirchir. La marca de la campeona olímpica (2h 16m 16s) supone una nueva plusmarca mundial en una maratón disputada solo por mujeres (a diferencia de otras maratones, en las que las mujeres pueden correr con liebres masculinas, en Londres corren solas, sin hombres alrededor), 45s menos que la que su compatriota Mary Keitany fijó junto al Támesis en 2017 (2h 17m 1s). El de Londres es el tercer grande de Jepchirchir, de 30 años, revelada en el maratón de Valencia de 2020, tras sus victorias en Nueva York (2021) y Boston (2022). Su ataque en el último kilómetro, un cambio de ritmo espectacular que hasta hizo temblar a sus rivales, fue demasiado para Tigst Assefa, las plusmarquista mundial absoluta (2h 11m 53s, Berlín 2023), que terminó segunda (2h 16m 23s).

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.
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