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Griezmann-Morata, la inesperada pareja que lidera al Atlético más goleador de la era Simeone

La dupla de atacantes triunfa después de que en pretemporada el favorito para alinearse junto al atacante francés fuera Memphis Depay y el internacional español meditara su marcha a Italia o Arabia Saudí

Atlético de Madrid
Morata y Griezmann celebran el tercer gol del Atlético al Celtic (6-0), obra del delantero francés.JUAN MEDINA (REUTERS)
Ladislao J. Moñino

Tras la goleada al Celtic de Glasgow (6-0), la pareja Antoine Griezmann-Álvaro Morata salió del Metropolitano como la única de las cinco grandes ligas en la que sus dos componentes han marcado 10 o más goles entre todas las competiciones: 12 el español y 11 el francés después de terminar la noche del martes con dos goles cada uno. Ambos lideran el ataque del Atlético más goleador de la era Simeone en los primeros 15 partidos del curso, con 38 tantos. “Le pedí 18 goles en Liga”, medio bromeó Simeone cuando le recordaron que, en solo tres meses de temporada, Morata ya ha logrado dos tercios de la cifra que le marcó antes de iniciarse el curso.

“Morata siempre hizo goles y en otras temporadas tuvo situaciones para llegar a esa cifra, puede hacer eso y mucho más y hay que exigírselo. Ahora está mucho más tranquilo y centrado en ser contundente e importante para nosotros, que lo es, y para la selección”, quiso remarcar el preparador argentino. Después, la emoción pareció embargarle cuando se refirió al atacante francés. “Aunque algunos no estaban de acuerdo con su regreso, yo estaba convencido de que había nacido para jugar en el Atlético. Se fue, volvió, revirtió su situación con la hinchada que estaba incómoda con su marcha y siempre tiene hambre. Le pusimos de interior y jugó cómo tiene que jugar un interior. Soy un afortunado como entrenador de tener a un jugador como él. En el camino que le queda por recorrer, no me cabe duda de que pasará a ser uno de los grandes jugadores de la historia del club”.

Solo el dúo Harry Kane y Leroy Sané (26 goles entre ambos) supera la explosión de la dupla rojiblanca, que tiene un punto de inesperada. Durante la pretemporada, la pareja no era la favorita en la cabeza de Simeone para formar el ataque. Morata lo sospechaba ya desde que Memphis Depay llegó durante el pasado mercado invernal. Las señales que percibía el internacional español era que el neerlandés partía con ventaja a ojos del técnico por la espectacularidad de su disparo y porque se asociaba mejor con su excompañero en el Barcelona. Por ello, Morata mantuvo abierta la puerta de salida durante este verano con vistas a un regreso a Italia. Estaba dispuesto, incluso, a dejarse tentar por la opulencia de Arabia Saudí. Hasta que no terminó de creerse –tras una conversación privada con Simeone–, que partía en igualdad de condiciones, no le perdió ojo al mercado.

Aunque la llegada de Memphis le espoleó y pasó de cinco goles antes del parón por el Mundial a doblar esa cifra tras la reanudación de la competición, Morata no quería revivir en inferioridad otro episodio de competencia como el que mantuvo con Diego Costa en el final de la temporada 2019-2020. Por entonces, el elegido por Simeone para grandes citas como los octavos de final ante el Leipzig en Lisboa fue el hispanobrasileño. Sin ser el contundente goleador de este curso (siete goles en Liga y máximo artillero de la Champions con cinco tantos), Morata superaba en goles y en rendimiento a la peor versión de Costa que se recuerda con la camiseta del Atlético. Era una cuestión de piel. El Cholo sentía que el carácter competitivo de Costa y su efecto por contagio en el grupo debían primar. El resultado fue una cesión de dos temporadas a la Juventus que no cuajó en compra por las estrecheces financieras de la entidad italiana. Simeone ahora está más convencido de que este Morata que no necesita remates a granel para marcar, uno de cada tres acaba en gol, y que ejecuta mejor cómo alternar el juego de espaldas o estirar al equipo, sí se ajusta a todos los clichés de su libreto, incluidos los combativos.

Morata, como Griezmann, además de convencer a Simeone también ha tenido que conquistar a la hinchada rojiblanca. En ese sentido, sus dos goles al Real Madrid en el último derbi favorecieron el reconocimiento de la grada. “Estamos muy felices con el rendimiento de Álvaro, es un jugador muy importante para nosotros y para el míster y está demostrando la confianza que le tenemos haciendo partidos como el de hoy [por el martes]. Así que a cuidarlo y a hacer todo lo posible para que siga así”, advirtió Griezmann, que pareció hablar por boca de su entrenador, sobre su inesperada pareja de ataque.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.
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