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Un imperial Jon Rahm se viste de Seve y eleva a Europa en la Ryder de Roma

El golfista vasco lidera con una colección de golpes maravillosos al conjunto europeo, que vence a Estados Unidos tras la primera jornada por 6,5 a 1,5 puntos

Rahm, tras embocar en el hoyo 18, ante Scheffler.
Rahm, tras embocar en el hoyo 18, ante Scheffler.GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)
Juan Morenilla

En el coliseo romano levanta el puño un emperador llamado Jon Rahm. El golfista vasco se vistió de Severiano Ballesteros y comandó a Europa en la primera jornada de la Ryder Cup con una actuación antológica, digna de quien está señalado por los dioses de este deporte. El conjunto azul domina a Estados Unidos por 6,5 a 1,5 puntos, una brecha muy amplia que se cimentó en el liderazgo del León de Barrika. Rahm abrochó por la mañana la victoria junto a Tyrrell Hatton frente a Scottie Scheffler y Sam Burns en la modalidad de foursomes (golpes alternos de cada jugador con la misma bola) por 4&3 (cuatro hoyos de ventaja con tres por jugarse), dejando por el camino una colección de golpes para la videoteca. Subida a la locomotora de Rahm, Europa cerró ese tramo con un rotundo 4-0, una renta históricamente inédita a su favor en el arranque de la competición. Por la tarde, el español se unió a Nicolai Hojgaard en los fourballs (cada jugador con su bola) para arañar un medio punto que parecía perdido ante Scheffler y Brooks Koepka, gracias a dos eagles como dos soles en los hoyos 16 y 18. También en el último escalón puntuaron los europeos en otros dos emparejamientos para alcanzar el sábado con su perseguidor a distancia.

En el amanecer, tormenta azul en Roma. Cuatro de cuatro. Europa arrasó en el Marco Simone Golf Club en los foursomes, la especialidad que exige una mayor compenetración entre estrellas que están acostumbradas a nadar en solitario. No hubo opción alguna para Estados Unidos, que encajó una tunda de aúpa, un madrugador 4-0 inédito. El mismo registro de 4&3 de Rahm y Hatton firmaron Viktor Hovland y el novato Ludvig Aberg ante Max Homa y Brian Harman. Shane Lowry y Sepp Straka desmontaron a Rickie Fowler y Collin Morikawa por 2&1, y Rory McIlroy y Tommy Fleetwood calcaron ese resultado frente a Xander Schauffele y Patrick Cantlay. La Ryder amaneció con una ronda de un golf bellísimo y los jugadores braceando para escapar de un rough salvaje.

La Ryder es otro mundo. Scheffler había doblegado a Rahm en la mayoría de duelos individuales en que los dos gigantes habían quedado emparejados en torneos del circuito americano este año. Pero una cosa es ir por libre y otra marchar en pareja. Y el dúo que formaron Rahm y Hatton era pura dinamita, la unión de dos golfistas muy pasionales, explosivos, justo lo que demanda esta competición única. El invento fue un ciclón. Rahm embocó un putt curvado para enlazar el birdie en el hoyo 3 y situar uno arriba a Europa, cabeza que ya no abandonó. El vasco actuó como el líder que es del conjunto europeo con solo 28 años y en su tercera participación en el torneo. El espíritu de Seve tiene poseído a Rahm. A ese bingo sumó un tirazo de salida en el par tres del 7 que tocó el palo de la bandera, al borde del hoyo en uno, y un chip que entró desde fuera de green en el 10 como un misil, cuando se le había ido la mano. La resistencia de Scheffler, el número uno mundial, era insuficiente, y el duelo desembocó en una cuesta abajo hasta el 4&3.

El campeón de la FedEx Cup, el mejor del curso en el PGA Tour, junto al debutante. Hovland y Aberg contra Homa y Harman. El caso de Abert es excepcional. A los 23 años, número 80 del mundo, solo pasaron 76 días desde que saltara a profesional hasta que el capitán Luke Donald le citara para esta Ryder. El chico fue entonándose en un choque muy movido. Europa comenzó dos arriba en dos hoyos y entre los nueve primeros solo se firmó un empate entre los dos bandos. Hovland aparcó su frialdad, se lanzó a la caldera y cayó otro 4&3 para los locales.

Hasta Lowry y Straka, una pareja en teoría de menos vuelos, tiñeron de azul su partida ante dos piezas poderosas como Morikawa y Fowler, y McIlroy y Fleetwood tuvieron que roer otro hueso contra Schauffele y Cantlay. Los estadounidenses apretaron para arañar al menos medio punto, pero Europa resistió en ese último careo con un gran putt de Fleetwood en el 15, y un error de Schauffele, y un buen tiro de McIlroy a bandera en el 17. Era el broche para el 4-0.

En los fourballs de la tarde, cuatro nuevas finales y ocho nuevos matrimonios. Rahm se emparejó con el danés Hojgaard, un novato de mucho carácter. El vasco ejercía de jefe frente a dos toros, Scheffler (otra vez) y Koepka, el vencedor este año del Campeonato de la PGA y único representante de la Liga saudí en la arena romana. Muchos quilates en una especialidad en la que cada uno juega su bola y puntúa la mejor. Y fue curiosamente el debutante Hojgaard quien embocó un soberbio putt de 12 metros, certero y delicado, para hacer caer el primer hoyo para los hombres de azul.

Un birdie de Koepka en el 3 igualó las fuerzas, y Rahm y Scheffler intercambiaron dardos en los siguientes escalones. Nadie escondía ni una carta en la manga. Hojgaard volvía a sonreír con un birdie en el 7 y lanzaba a su equipo en la siguiente curva con otro golpe descontado después de que la bola de Rahm se bañara en el lago del 8. Es la táctica que permite esta modalidad: uno de los miembros de la pareja puede asegurar y el otro arriesgar. Hojgaard fue el ejecutor junto a un Rahm más terrenal en esos primeros pasos. Hasta que llegó la hora de los maestros. Scheffler gritó ¡presente! con birdies en el 9 y el 10 y con un putt para igualar el 11. Había despertado el número del mundo y a su lado se enchufó Koepka con un bingo en el 15 que situaba a los norteamericanos al frente. Era el turno de invocar otra vez el espíritu rebelde de Severiano Ballesteros, y el mito entró en el cuerpo de Rahm en un final para frotarse los ojos. Primero fue un eagle en el 16, par cuatro, para ganar el hoyo con un chip desde fuera de green, un golpe de muñeca digno de un artista que el español gritó con el alma y que levantó a la hinchada. Scheffler respondió a lo campeón, devolviéndole el golpe en el par tres del 17 con un envío quirúrgico. Los gladiadores accedieron al 18 entre los vítores del coliseo. Y de remate, otro eagle de Rahm con un putt que permitía a Europa arañar medio punto de oro. Rendido a la exhibición, Koepka no pudo menos que felicitar al vasco por esos dos fogonazos para el recuerdo. Puro Seve.

Enchufado desde su concurso matinal junto a Rahm, el inglés Hatton se apuntó el primer hoyo en su pareja con Hovland frente a Justin Thomas y Jordan Spieth, dos viejos amigos, unos clásicos en la tropa yankee, sentados en el banquillo en el turno inaugural. Spieth respondió con uno de esos golpes de genio que se inventa alrededor del green en el par tres del 4, y Thomas, de bajón este año, despertó con un birdie en el 6 que por primera vez en toda la jornada, varias horas después del arranque, subía el color rojo a la pizarra de resultados. Poco les duró. Necesitaba Europa recuperar la versión encendida de Hovland, y noruego contestó en el 7, par tres, con un preciso impacto desde la salida que devolvía las tablas. Era otro gran duelo. La pareja americana cazó el birdie en el 12, un par cinco que ninguno de los dos europeos supo exprimir. Era ya uno arriba, y dos por delante en el 13. Desde entonces, otro emotivo intercambio de golpes: el 14 se lo apuntó Hatton, el 15 lo salvó Thomas, Spieth desapareció en el final de la película, al agua en el 16... y en el 18, un putt de Hovland entró llorando para, otra vez, cantar medio punto que sabía a gloria. Europa conservaba su renta a base de sufrimiento y garra. Cada centímetro contaba. Incluso el duelo que parecía más decantado para Estados Unidos, el de Wyndham Clark y Max Homa frente a Justin Rose y Robert MacIntyre, lo igualó también el conjunto europeo en la última décima, con el fallo de Homa y el emboque de Rose. Tres partidos que estaban pintados de rojo acabaron en igualada en el último golpe. Una bella locura.

Y de broche, en el cuarto asalto de la tarde, un volcán entró en erupción en Roma. Matt Fitzpatrick dio una clase maestra de pateo y en los seis primeros hoyos de su partido junto a McIlroy, ante Morikawa y Schauffele, firmó un acierto tras otro en sus lanzamientos a green y en los putts, el primero para empatar y los cinco siguientes para apuntarse una victoria en el casillero con cinco birdies. McIroy era prácticamente un espectador que aplaudía a su inspirado compañero, y se resignaban los estadounidenses, atados de manos, abatidos porque cuando no acertaba el genial Fitzpatrick lo hacía el norirlandés, seis arriba los anfitriones después de siete hoyos. EEUU no festejó una conquista hasta el hoyo 11, cuando la cita ya se encaminaba sin remedio hacia un desenlace cerrado con 5&3.

Europa bajó la persiana con 6,5 a 1,5 puntos, una ventaja muy jugosa, con tres bolas de partido salvadas en el descuento, y con Jon Rahm vestido de su ídolo. “Cuesta describir lo que ha pasado, la remontada de la tarde. Que hayamos empatado los tres primeros partidos ha sido increíble”, explicó el vasco. “El putt que he metido en el 18... Nicolai [Hojgaard] me ha dicho: ‘Haz lo que haría Seve’. Y él siempre haría algo especial”.

Resultados y agenda

Foursomes.

Jon Rahm y Tyrrell Hatton, 4&3 a Scottie Scheffler y Sam Burns.

Viktor Hovland y Ludvig Aberg, 4&3 a Max Homa y Brian Harman.

Shane Lowry y Sepp Straka, 2&1 a Rickie Fowler y Collin Morikawa

Rory McIlroy y Tommy Fleetwood, 2&1 a Xander Schauffele y Patrick Cantlay.

Fourballs.

Viktor Hovland y Tyrrell Hatton, empate ante Justin Thomas y Jordan Spieth.

Jon Rahm y Nicolai Hojgaard, empate ante Scottie Scheffler y Brooks Koepka.

Max Homa y Wyndham Clark, empate ante Robert MacIntyre y Justin Rose.

Rory McIlroy y Matt Fitzpatrick, 5&3 ante Collin Morikawa y Xander Schauffele.

 

Sábado. Duelos de foursomes.

7.35. McIlory y Fleetwood ante Spieth y Thomas.
7.50. Hovland y Aberg ante Scheffler y Koepka.
8.05. Lowry y Straka ante Homa y Harman. 
8.20. Rahm y Hatton ante Cantlay y Schauffele.

TV: Movistar Golf a partir de las 7.30.

Todos los resultados de la Ryder Cup de Roma.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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