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Sudáfrica estrena su armadura de campeona mundial de rugby

Los Springboks superan a Escocia en un duelo sin florituras en el que pusieron en práctica su cuidado engranaje defensivo (18-3)

El jugador de rugby sudafricano Kurt-Lee Arendse este domingo durante el partido contra Escocia.
El jugador de rugby sudafricano Kurt-Lee Arendse este domingo durante el partido contra Escocia.SEBASTIEN NOGIER (EFE)

Pese a su exótica vestimenta, los Springboks estrenaron este domingo su defensa del título mundial en Marsella con su piel más reconocible. La de su organización granítica, el músculo de sus gigantes delanteros y también algunas sombras. La eficiencia hecha selección, ajena a los guiños estéticos que no sumen puntos. Sudáfrica sometió a Escocia (18-3) sin grandes florituras, pero con una defensa sin grietas, el enigma que las mentes pensantes del rugby tratan de resolver a contrarreloj.

El tradicional verde y oro de los Springboks se quedó en el armario y dejó paso a la camiseta de la discordia, con tonos turquesas y blancos. El exotismo se quedó en el ropaje porque los sudafricanos aplicaron su medicina, tan previsible como difícil de contrarrestar. Su delantera es ese boxeador que no busca noquear, sino agotar irremediablemente al rival. Sin riesgos, moviendo el balón lejos de su retaguardia, sus grandullones impactan, contusiones en las costillas de Escocia. Literalmente, porque Fin Russell respiraba con dificultad tras derribar accidentalmente con ellas a Arendse. Un envite de placajes al borde del reglamento y rostros tensos. El colegiado, Angus Gardner, hizo una pausa en el ecuador de la primera parte para que los capitanes rebajaran las hostilidades tras algún rifirrafe futbolero.

La acción se desarrollaba en las distancias cortas, a años luz de las zonas de ensayo, con un marcador que esperaba sonreír con alguna patada a palos. Sudáfrica mandaba porque se jugaba más en campo rival y sumaba cuando Escocia se defendía como gato panza arriba con acciones como un manotazo voluntario de Russell para cortar el juego. Pero el XV del Cardo resistía y canjeaba una de sus escasas visitas a terreno sudafricano con un proyectil de Russell que dejaba un duelo apretado al descanso (6-3).

Pero el costillar escocés empezó a crujir a la vuelta de vestuarios. La delantera sudafricana percutía por primera vez en la frontera del ensayo y su director de orquesta, el medio-melé Faf De Klerk, aplicaba un ritmo frenético a la liberación de balón. Así se formó la plataforma que llevó a Damian de Allende a la zona de marca. La fiesta no fue completa porque Manie Libbok falló una conversión asequible, su tercera patada que no encontraba los palos. Una de las sombras: un Mundial no es el mejor momento para dudar de un pateador.

Pero Libbok se redimió y demostró que no lleva el número diez solo por la mirilla de francotirador. El ensayo obligó a Escocia a abrir el campo y el apertura aprovechó un mal repliegue para sacarse una patada magistral sin mirar, como si aquello fuera baloncesto. A su encuentro fue Arendse, el velocísimo ala procedente del rugby a siete que activó sus propulsores y sumó su duodécimo ensayo en apenas un año. Tras endosarle un triplete a Australia en julio, es uno de los aspirantes a pichichi del torneo. Su asistente cedió el rol de pateador a De Klerk, que embocó el duodécimo punto en apenas cuatro minutos.

Una losa imposible para Escocia, huérfana de Stuart Hogg, el jugador diferencial en la última década para abrir defensas que sorprendió con una retirada temprana. Hecho el trabajo, Sudáfrica descansó en su fortaleza, sin gastar fuerzas en busca de un punto bonus por anotar cuatro ensayos. La selección más ganadora de la historia de los mundiales –tiene los mismos títulos que Nueva Zelanda, tres, pese a no disputar los dos primeros por el Apartheid– sumó por inercia su 36ª victoria en 43 partidos.

La jornada dominical arrancó en Tolouse con el triunfo por 42-12 de Japón ante Chile, que dio la cara durante la primera parte ante el cuartofinalista de 2019 en su estreno en una Copa del Mundo. La cerrarán Gales y Fiji a partir de las 21:00 horas en Burdeos, un choque por la clasificación para cuartos en el grupo C.

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