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Premier League jornada 31
West Ham
West Ham
Benrahma 33'Jarrod Bowen 54'
2 2
Finalizado
Arsenal
Arsenal
Gabriel Jesus 6'Odegaard 9'

El mal de altura del Arsenal abre al City la puerta de la Premier

Los londinenses desperdician contra el West Ham un 0-2 por segunda jornada seguida y los de Guardiola se acercan a cuatro puntos con un partido menos

West Ham Arsenal Premier
Gabriel, decepcionado después del empate del Arsenal contra el West Ham.MATTHEW CHILDS (Action Images via Reuters)
David Álvarez

Asomado al tramo final de la Premier desde lo alto de la tabla, al Arsenal parece haberle entrado el vértigo. El domingo pasado se adelantó 0-2 en Anfield en media hora, y terminó viendo cómo el renqueante Liverpool le empataba. Este domingo contra el West Ham, también fuera de casa, el comienzo del equipo de Mikel Arteta resultó aún más fulgurante. Se pusieron 0-2 en solo diez minutos, y volvieron a permitir que se les evaporara la ventaja, esta vez ante un cuadro que coquetea con el descenso y vive un ambiente de pre descomposición en el que los aficionados han emprendido una campaña para que el club se deshaga cuanto antes del técnico, David Moyes. El empate en el London Stadium (2-2) deja al Arsenal con solo cuatro puntos de ventaja sobre el Manchester City, que ha jugado un partido menos.

WHAWest Ham
West Ham
2
Fabianski, Cresswell, Zouma, Coufal, Thilo Kehrer, Lucas Paquetá (Flynn Downes, min. 87), Declan Rice, Tomas Soucek, Michail Antonio (Cornet, min. 87), Benrahma (Fornals, min. 90) y Jarrod Bowen
ARS Arsenal
2
Arsenal
Aaron Ramsdale, Gabriel, Robert Holding, Tierney (Fabio Daniel Vieira, min. 84), Ben White, Xhaka, Thomas (Trossard, min. 66), Odegaard (Eddie Nketiah, min. 90), Gabriel Jesus (Jorginho , min. 66), Bukayo Saka y Martinelli (Reiss Nelson, min. 84)
Goles 0-1 min. 6: Gabriel Jesus. 0-2 min. 9: Odegaard. 1-2 min. 33: Benrahma. 2-2 min. 54: Jarrod Bowen.
Árbitro David Coote
Tarjetas amarillas Thomas (min. 35), Gabriel Jesus (min. 49) y Cresswell (min. 81)

La Premier parece destinada a decidirse dentro de diez días en Mánchester, cuando Arteta visite a su antiguo jefe, Pep Guardiola, después de que Moyes, el tipo que lo tuvo a sus órdenes más de 200 partidos en el Everton, le dejara temblando. Es la primera vez que un líder de la liga inglesa desperdicia una ventaja de 2-0 en dos partidos seguidos, quizá algo comprensible en el tierno Arsenal, tan talentoso como joven, perseguido por un City en modo apisonadora.

Después de arrollar al Bayern el martes pasado en la ida de los cuartos de final de la Champions (3-0), los de Guardiola recibieron al Brighton el sábado, y lo aplacaron antes del descanso. La sensación de dominio resultó apabullante. Haaland, que marcó dos veces, ni siquiera se consideró necesario en el segundo tiempo, que tampoco disputó Stones y en el que apenas se vio unos minutos a Rodri y De Bruyne. El City se había puesto con tres goles de ventaja en los primeros 45 minutos y conservó casi toda la ventaja dosificando efectivos (3-1).

Cuentan con un punto de madurez superior al de la muchachada de Arteta. El fútbol del Arsenal sigue estando ahí. Al comienzo dejaron momentos deslumbrantes. Resuelven situaciones en espacios minúsculos con una clarividencia y atrevimiento que parecen funcionar casi de memoria. Golpearon al West Ham a los siete minutos a partir de una asociación en los alrededores de la frontal en la que se juntaron Partey, Odegaard con un pase filtrado a la espalda que iluminó el estadio, Ben White con la carrera a por la pelota y el pase al segundo palo, y Gabriel Jesús con el gol. El Arsenal desactivó con soltura el empeño de Moyes de disponer a su gente del mejor modo para no recibir daño. Esa cautela es la que le ha venido salvando en las últimas fechas, y también la que ha soliviantado a la grada, aburrida de sus temores.

Lo que siguió a ese primer gol sugirió una determinación en el Arsenal similar a la voracidad que se le ha disparado al City en este tramo terminal del curso. Siguieron apretando muy cerca del área contraria. Martinelli vio el brazo que le levantó Odegaard solo al otro lado del área, le envió la pelota y el noruego anotó el 0-2. Todo encajaba en el plan de Arteta. No solo eso: el West Ham parecía desaparecido. Hasta que el Arsenal comenzó a derretirse y los de Moyes revivieron. Primero fue un mal control de Thomas Partey en el que Declan Rice le birló la pelota. El mediocentro inglés vio en el área a Paquetá, al que hicieron el penalti del 1-2.

Arteta logró que su equipo saliera de nuevo agitado para el segundo tiempo, pero volvieron a ser ellos los que concedieron margen al West Ham. Saka desperdició un penalti y poco después Bowen empató el encuentro. El Arsenal ya no encontró manera de espabilarse, mientras veía al rival rondar incluso la victoria, y recordaba la escasa distancia a la que se ha colocado el implacable City.

Quedan solo siete jornadas por delante en la Premier y si el Arsenal quiere llevarse el título necesitará aguantar el tembleque el miércoles 26 de abril en la guarida de su perseguidor.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

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