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Nadal: “Me hice una avería muy grande, así que debo tener paciencia”

El mallorquín, que desaparecerá del ‘top-10’ a corto plazo, por primera vez desde 2005, confía en regresar con garantías en la gira sobre tierra batida

Nadal
Nadal, en enero durante el partido contra McDonald en el Open de Australia.LOREN ELLIOTT (REUTERS)
Alejandro Ciriza

Lesionado desde el 18 de enero, Rafael Nadal dice que está atravesando por una “época dificililla” y que, “por lo que pueda pasar”, bromea, terminen rápido la reforma del Santiago Bernabéu porque ya tiene una edad –36 para 37, el 3 de junio– y si el Real Madrid tiene la idea de que ofrezca alguna exhibición en su estadio debe acelerar el ritmo de las obras. Ayer miércoles, el tenista regresó al palco de Chamartín para presenciar el duelo de Copa entre el equipo blanco y el Barcelona (0-1) y durante el intermedio respondió a las preguntas del canal #Vamos para comentar cómo va su recuperación y cuándo planea regresar a la acción. Cauto y realista, Nadal llamó a la prudencia.

“Voy muy poco a poco, tengo que ir semana a semana”, introdujo el campeón de 22 grandes, en la reserva desde que hace mes y medio se lesionase del psoas ilíaco de la pierna izquierda durante el partido de la segunda ronda del Open de Australia, frente al estadounidense Mackenzie McDonald. “No he hablado mucho desde entonces, pero allí me hice una avería grande, grande. Me hice una rotura muy grande en el músculo [grado 2, según el parte emitido por el doctor Ángel Ruiz-Cotorro al día siguiente del percance] y me arranqué un poquito el tendón, en un sitio muy complicado; el psoas es muy importante en todos los deportes, pero en el tenis cogemos fuerza de ahí”, precisó.

A Nadal, cuyo objetivo prioritario es poder jugar y enlazar torneos para seguir sintiéndose tenista de pleno, no le quedó otra que detenerse otra vez y cuidar con mimo una lesión aparatosa que le obliga a no precipitarse. “Es una evolución más lenta de lo que nos gustaría, así que no queda más remedio que ser pacientes. Es verdad que el calendario va pasando y no tengo 20 años. Cuando llevas una temporada como la que llevo, uno se va cansando, pero yo hago todo lo que puedo. Estoy todos los días en la academia, entrenando, yendo al gimnasio, la recuperación… Entreno solo 15 o 20 minutos en pista para que el brazo no degenere, pero estoy pendiente de evolución”, apuntó.

El tenista, que el curso pasado ganó dos grandes (Australia y Roland Garros) y levantó cinco trofeos, se enfrenta a una temporada trascendental que puede marcar un giro definitivo en su trayectoria. De lo que ocurra en los próximos meses puede depender su continuidad profesional o no. Aburrido de tener que pasar una y otra vez por la enfermería, Nadal aspira a prolongar su carrera porque todavía tiene el deseo de competir y de ganar, pero reclama una regularidad que no termina de conseguir. A lo largo del último año ha sufrido varios percances físicos y acaba de tachar de golpe cinco citas: Dubái, Doha, los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, además de una exhibición que había sido programada en Las Vegas para este domingo.

Ruta en el aire

A la pregunta sobre cuándo regresará, responde: “No sé si será en Montecarlo, Barcelona o Madrid, pero cuando esté bien volveré. Me apetece jugar y cuando esté listo, volveré enseguida”. Si evoluciona de manera positiva y no hay retrocesos, su idea es reaparecer en la arena de Montecarlo (a partir del 9 de abril) y después barajar qué le conviene más o menos, sabiendo que por delante tendría el Godó (del 17 al 23), Madrid (26 al 7 de mayo), Roma (del 10 al 21) y finalmente Roland Garros (del 28 al 11 de junio).

Entretanto, el mallorquín va perdiendo su posición de privilegio en el listado de la ATP. Instalado en el número dos al cierre del curso, Nadal ha descendido al octavo peldaño y previsiblemente seguirá cayendo; en concreto, el sistema le restará los puntos obtenidos por el triunfo de hace un año en Acapulco y los de la final alcanzada en Indian Wells, lo que le borrará por primera vez desde abril de 2005 del top-10, lo que establecerá en 912 semanas su récord de permanencia.

“Prefiero estar ahí que no estar, eso es una evidencia, pero uno tiene que aceptar las cosas tal y como vienen”, afirmó. “Con todas las lesiones que he ido teniendo durante estos 18 años, no haber salido de ahí es un medio milagro. Últimamente, han ocurrido muchas cosas: rotura de costillas, el psoas, problemas en el pie [izquierdo]… Son muchas cosas, y en el tenis si no puedes jugar, sales del top-10″, prorrogó antes de concluir: “En poco más de un mes llega la temporada de tierra y hay que intentar sumar, pero más allá de eso, lo importante para mí es sentir que estoy sano y que cuando lleve unos partidos jugando, pueda sentir que estoy compitiendo por lo que quiero y luchar por el objetivo final, que es Roland Garros”.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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