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Rafa Benítez: “En el Real Madrid no me respaldaron y no me dejaron ganar”

El exentrenador blanco y del Liverpool analiza la eliminatoria de octavos de final de la Champions entre el equipo español e inglés y relata su pasado en los dos clubes

Rafa Benítez
Rafa Benítez, durante un partido como entrenador de Everton, último club al que ha dirigido.Visionhaus (Visionhaus/Getty Images)
Ladislao J. Moñino

Rafael Benítez (Madrid, 62 años) dice estar convencido de que “ahora soy mejor entrenador que antes por la experiencia y porque sigo actualizándome”. Pionero en el uso de la tecnología, asegura “que cuando has ganado 13 títulos en tres países distintos algo hay detrás, pese a no haber sido un futbolista famoso o de élite”. Reside en Liverpool con su familia, donde su día a día sigue protagonizado por el fútbol. “Por la mañana hago análisis y hablo con mi equipo, por la tarde me dedico a los míos y por la noche a ver partidos. He tenido ofertas de China y de México, pero creo que me he ganado el derecho a elegir un proyecto en el que me respalden y pueda desarrollar al primer equipo y la cantera si hace falta”, advierte. Sobre su pasado en el Liverpool, con el que ganó la Champions League en 2005, y en el Real Madrid habla sin pelos en la lengua.

P. ¿Cómo analiza el bajón del Liverpool en este curso?

R. Todo el mundo esperaba un nivel más alto. La salida de Mané y las lesiones de Firmino y Diego Jota han provocado que Salah no tenga facilidad para asociarse. Darwin Núñez es más de correr a los espacios. Eso es un factor que provoca que en ataque no estén tan precisos. Aunque ahora ha vuelto, también tuvieron la lesión de Van Dijk, que les hizo ser más dubitativos atrás. Se junta todo y si no estás en el objetivo de estar entre los cuatro primeros de la Premier la presión entre los jóvenes aumenta y se nota más. Klopp es un gran entrenador, cuando se recuperen todos los jugadores harán una buena segunda mitad de la temporada. Viendo la intensidad con la que se impusieron al Everton, claro que le pueden ganar al Madrid.

P. El método de Klopp exige mucho físicamente, ¿están exprimidos los jugadores después de siete años?

R. No creo, porque Robertson y Alexander-Arnold que suben y bajan permanentemente lo siguen haciendo. El problema es que hay algunos jugadores que se van haciendo mayores y tienen que ir entrando jugadores nuevos. Igual que le ha pasado al Madrid con Tchouameni y Camavinga, son jugadores para cambiar poco a poco a los que llevan muchos años. Es una cuestión de encontrar el equilibrio entre juventud y oficio. No conozco la mentalidad de estos chicos, pero sí tengo claro que jugadores como Valverde y Ceballos con su trabajo son los que le dan alas a Benzema y Vinicius para que luzcan.

P. Después de ser destituido, el Madrid ganó cuatro Champions y tres Ligas.

R. Cuando firmamos lo primero fue hacer un análisis y este nos decía que había muchos jugadores de calidad, pero que hacía falta equilibrio. La primera decisión fue recuperar a Casemiro de la cesión en el Oporto porque queríamos darle libertad a Kroos y Modric. Trajimos a Kovacic, futbolista dinámico para superar líneas, y a Lucas Vázquez, un jugador de banda que podía jugar en distintas posiciones. Nos faltó un delantero centro, nos dijeron que no hacía falta. Benzema tuvo lesiones y estalló lo suyo con lo del caso Valbuena. Al año siguiente recuperaron a Morata.

P. ¿Qué paso para que le echaran?

R. Tenemos la sensación de que no nos dejaron ganar. Fuimos primeros en la fase de grupos de la Champions, en la que igualamos el récord de goleada con un 8-0 al Malmöe [en el Liverpool registró el mismo resultado ante el Besiktas) y le habíamos ganado 10-2 al Rayo. Qué pasa, que hay un error administrativo con Cheryshev en Cádiz (el Madrid fue eliminado por alineación indebida de la Copa), Casillas se había marchado y Keylor y Ramos estaban a punto de salir. Perdimos con el Barcelona y se creó una situación de nerviosismo. El equipo estaba a dos puntos con un partido más que el Barça, doy que fuesen cinco, pero es que cuando lo coge Zidane a los dos meses están a doce. Eso son hechos, el equipo en el 75% de los partidos físicamente era superior a los rivales. Dejamos un equipo que estaba armado al que solo le faltaba una alternativa para cuando Benzema no estuviese y poder mantener el nivel goleador.

P. ¿Por qué dice que no le dejaron ganar?

R. Porque si te cesan en enero con toda la segunda vuelta por delante, y cuando eres primero de grupo en la Champions, significa que no te están dando la opción.

P. ¿Le molestaron las chuflas por decirle a Modric que no golpeara el balón con el exterior?

R. Eso es mentira. Hablo como entrenador y en un golpeo corto se utiliza el interior. Yo cuando era futbolista usaba el exterior de vez en cuando en los golpeos medios y largos. Modric lo hace sensacional, pero en corto no hace falta. La obligación del entrenador es mejorar a sus futbolistas y decirles honradamente lo que piensa. Si no puedes decirle a un jugador que para un golpeo de tres metros no hace falta usar el exterior es que no pintas nada. Uno de 20 metros, perfecto, y soy el primero que lo aplaude.

P. ¿Los jugadores no estaban con usted?

R. Otra mentira, sigo en contacto con algunos de ellos, pero cuando sale un entrenador hay que justificarlo. Algunos de los que no estaban contentos salieron del Madrid un poquito más tarde que yo y otros tardaron un poco más. No estábamos tan desencaminados. Juegan once y algunos aceptan su papel y otros no. A partir de ahí necesitas respaldo. Si no lo tienes, es difícil.

P. ¿Sintió que no lo tenía?

R. Evidentemente.

P. ¿Por qué?

R. Yo ya lo sé, pero ahora da igual. Cuando uno gana, y ellos ganaron, parece que tiene razón en lo que decía, pero no es así. Si estamos primeros en la Champions y a cinco puntos del Barcelona, no digo que hubiéramos ganado también, pero ¿por qué no?

P. Usted llegó en 2004 a la Premier League, ¿intuía que se convertiría en la gran dominadora económica que es ahora?

R. Ya era una competición muy fuerte, el Manchester United y el Chelsea gastaban mucho dinero, lo que pasaba es que en Europa había más equipos que podían competir con ellos. Lo que ingresan por los derechos de televisión hace que ahora no solo los de arriba estén entre los que más dinero se pueden gastar. Esto ha supuesto que han podido atraer más jugadores, incluso cometiendo errores. La venta del producto es muy buena en el extranjero, sobre todo en Asia y Oriente Medio. Dinero llama dinero.

P. ¿Intuía que la Premier podía coger esa dimensión?

R. Lo vas viendo, lo primero que me llamó la atención fue la diferencia entre ser manager y entrenador. Es donde te das cuenta de la capacidad de crecimiento que tiene cada club. Esos ingresos elevados te permiten invertir en el fútbol base, en ojeadores...

P. Usted abandona el Liverpool porque sus dueños no querían gastar más.

R. Cuando llegué teníamos 20 millones para invertir mientras el Chelsea, el Arsenal o el United tenían 100. En teoría eran mejores equipos y nos dijeron que el objetivo es poder competir en tres años. El primer propietario, David Moore, nos trataba sensacional, sabía las limitaciones que había. Competimos, ganamos cuatro títulos y jugamos tres finales. Llegaron los nuevos, Hicks y Gillette, y cambió todo porque el sentido era hacer negocio. Mi último presupuesto, seis años después, eran 17 millones, menos de cuando llegué, mientras los otros clubes estaban doblando. Todo se encauzó con la idea de generar beneficios y no tenía nada que ver con la primera idea. En mi último año, tuve una reunión con los propietarios y me dijeron: te damos 50 millones y luego vamos al draft a fichar. Les tuve que decir que aquí no había draft, fíjese hasta qué punto era su desconocimiento de la Premier.

P. La evolución de la Premier no ha sido solo económica, también futbolística.

R. Tácticamente no había mucha costumbre de orientar la presión, era todo más de disputas y contacto. Con la llegada de entrenadores extranjeros se manejan sistemas nuevos. Aquí era muy clásico el 4-4-2. Los últimos cambios son a raíz de la norma que permite al portero jugar dentro del área en el saque de meta y ahora muchos equipos quieren jugar desde atrás.

P. ¿Es usted partidario?

R. La gente no tiene muy claro por qué se hace, parece que es una moda. La estadística dice que en el 57% de las veces se pierde el balón. Es lo que hay y la gente lo copia. Yo soy partidario de jugar bien y ganar, y eso es hacer un análisis de la plantilla que tienes y de cuál es tu idea. No te contratan para que impongas una idea de juego y te quedes en mitad de la tabla, que es lo que les pasa a muchos. ¡Qué bien juegan al fútbol!, pero nunca ganan nada y te tiras tres años en la mitad de la clasificación.

P. En todo este tiempo que ha pasado y sin ser vanidoso, ¿cree que hay un legado suyo en el fútbol inglés?

R. Empezamos a utilizar el 4-2-3-1 y fue éxito total con Gerrard jugando por detrás de Torres y con Mascherano, Xabi Alonso y Lucas Leiva dando equilibrio. Hicimos un fútbol ofensivo, con un 8-0 al Beksitas que fue récord de la Champions. En el 4-0 contra el Madrid combinamos un fútbol físico, como se juega aquí, con un fútbol táctico. Las rotaciones tampoco se estilaban y nos las cuestionaban, sobre todo la prensa. Cuando ganamos la Champions lo entendieron. El marcaje en zona en acciones a balón parado también se nos cuestionó mucho, pero lo fuimos perfeccionando y con Pepe Reina como portero fuimos dos años consecutivos el equipo que menos encajó de esa manera. Carragher es el comentarista de televisión más preparado que hay, Gerrard, Xabi Alonso, Mascherano y Fernando Torres son ahora entrenadores, algo les habremos enseñado.

P. ¿Gerrard anticipó al centrocampista que se demanda ahora?

R. Es el jugador más completo que yo he entrenado, por poderío físico, con técnica, va bien de cabeza, finaliza dentro y fuera del área y lanzaba faltas, córners y penaltis. En la final de la Champions de Estambul que le ganamos al Milan termina jugando de lateral derecho. Hacía casi todo bien, su problema al principio fue que era un box to box y le faltaba un poco de pausa para elegir, pero con el tiempo la adquirió.

P. ¿Cómo ve el impacto de Haaland en el City?

R. Algo les ha cambiado, les da ataque a la profundidad y a la espalda de los centrales y juego aéreo. Por el contrario, les ha quitado la posibilidad de hacer triangulaciones y asociarse con el delantero alrededor del área.

P. ¿Qué le parece el Arsenal de Arteta?

R. Lo esta haciendo muy bien. Es un claro ejemplo de excepción, es un entrenador joven al que le apoyan y al que le han mantenido en los momentos difíciles porque ha sido jugador del club. Le han dado dinero para fichar y como es un buen entrenador le está sacando rendimiento al plantel. Lo normal es que en situaciones como las que él ha vivido te corten la cabeza.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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