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La Supercopa de España, una prueba de nivel para Xavi

El Barcelona se mide al Betis en la semifinal de la Supercopa, un trofeo que en los años anteriores ha marcado el destino de sus antecesores en el banquillo azulgrana

Xavi Hernández se dirige a sus jugadores durante el entrenamiento previo al Betis - Barcelona de la Supercopa de España.
Xavi Hernández se dirige a sus jugadores durante el entrenamiento previo al Betis - Barcelona de la Supercopa de España.Juan Carlos Cárdenas (EFE)
David Álvarez

Xavi Hernández regresa esta noche a un vestuario en el que hace un año sucedió algo notable, que se tomará como referencia para medir dónde se encuentra el Barça. Acababa de terminar la semifinal de la Supercopa —como la de hoy contra el Betis (20.00 h. Movistar)—, el Real Madrid los eliminó en la prórroga (2-3) y el presidente, Joan Laporta, entró al camerino del estadio Rey Fahd a decirles que se sentía “orgulloso” del partido: “Habéis dado la cara, habéis mostrado orgullo, capacidad de superación, valentía... Como presidente del Barça y en nombre de mi junta os felicito”, les dijo.

El mensaje no era solo para consumo interno del vestuario. Las cuentas oficiales del club distribuyeron enseguida el vídeo en las redes: “Este es el camino, míster. Lo hemos tenido, y ahora solo queda empezar a ganar”.

Desde que Piqué, además de jugar la Supercopa, empezó a cobrar cuatro millones al año por exportarla a Arabia Saudí y se introdujo el formato con cuatro equipos, el torneo ha supuesto siempre un punto definitorio de la trayectoria del Barcelona, y en particular de su banquillo.

En enero de 2020, la primera edición, disputada en Yeda, desembocó en el despido de Ernesto Valverde después de perder la semifinal contra el Atlético de Madrid (3-2). La temporada terminó con el batacazo del 2-8 contra el Bayern en la Champions en Lisboa, con Quique Setién a los mandos. En 2021, en La Cartuja por la pandemia, la derrota en la final contra el Athletic dejó muy tocado a Ronald Koeman. Terminaron la temporada ganando la Copa, pero antes de comenzar la siguiente perdieron a Leo Messi. Según explicó entonces Laporta, en sus primeros meses de gestión, aquello formaba parte de la imprescindible reconstrucción financiera del club.

En paralelo, y bajo los parámetros dictados por los números, marchaba el rearme deportivo, cuyo progreso se puede medir en la vuelta de Xavi a la Supercopa, rara para los estándares recientes del Barça. Desde la arenga de Laporta, el día que vieron que el equipo podía competir, el club incorporó una pieza diferencial, Robert Lewandowski, que aportó un salto extraordinario en cuanto a la amenaza goleadora. Sin embargo, se mantienen otras incógnitas en un grupo fluctuante que no termina de despachar un gran partido completo, como el último en el Metropolitano: muy buen arranque que no sostuvo.

El Betis, un equipo en racha y que le disputará la pelota, es esta noche una ocasión significativa para medir el progreso desde el discurso de Laporta, mientras Xavi espera su primer título como entrenador después de 14 meses en el cargo: “Llevamos un tiempecito sin títulos, y nos tocaría ya.”, dijo ayer.

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Sobre la firma

David Álvarez
Sigue la información del Real Madrid y la selección española en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de la sección de Deportes. Ha cubierto los Juegos Olímpicos, el Mundial de fútbol y la Eurocopa. Antes trabajó en ABC, El Español, ADN, Telemadrid, y La Gaceta de los Negocios. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

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