Xavi: “Somos una familia”
El técnico del Barcelona pondera el carácter de sus jugadores y elogia a Piqué, silbado por un sector de la grada. “Es un capitán ejemplar”, asegura
“El Barça es esto”, advirtió Xavi en un instante de su conferencia de prensa tras la victoria ante el Villarreal (3-0). Y agitó los brazos de arriba abajo antes de concluir: “Aquí las he visto de todos los colores. Hay que trabajar, pero con calma. Veo mucha impaciencia y tensión en el entorno”.
Siempre el entorno. “Era un día difícil, de sacar el carácter. Y hemos demostrado que somos una familia, un grupo”, zanjó Xavi tan contento como aliviado. “Hicimos un gran partido. Dimos la cara y estuvimos muy bien en ataque y en defensa, sobre todo adelante ante un rival que era el menos goleado del campeonato”, completó el entrenador del Barcelona, que firma el mejor inicio de temporada en el último lustro, por encima incluso de la última vez que ganó la Liga, en la campaña 2018-19. Entonces sumaba a estas alturas cuatro puntos menos que ahora; 25 de 30 no es un mal plan para un equipo que el año pasado llegó a esta altura de la décima jornada con apenas 16 puntos. Parece evidente que algo ha cambiado, pero la Champions y sus desastres le pesan al Barcelona y Xavi entendió el duelo contra el Villarreal como un partido fronterizo. No era el único.
En medio de esa lucha mental queda el fútbol. El Barcelona hizo una excelente primera parte. A Xavi le gustó que fuese un equipo paciente. “Se lo digo muchas veces a los jugadores: no siempre vamos a atacar a la primera, la segunda o la tercera. Entenderlo te acerca a la madurez futbolística”, valoró el técnico antes de aplicarse a un uno por uno en el que repartió elogios. Por ejemplo a De Jong, que se fue al banquillo a los 70 minutos de partido y se marchó ovacionado, detalle relevante para un futbolista al que todavía se intenta descifrar en la casa azulgrana. “Es el mejor del equipo dividiendo y conduciendo. Además, trabajó muy bien en defensa. Claro que puede ser mediocentro en este equipo”, apuntó Xavi.
Tras salir como titular en el Bernabéu en la posición de interior, en esta ocasión el holandés se alineó en el sitio de Busquets, criticado por su actuación en el clásico. De Jong pareció especialmente cómodo. “Me da igual donde juego”, explicó al final antes de poner una condición como base para que su rendimiento mejore. “Me siento bien si estoy involucrado en el juego y toco mucho la pelota. En este partido lo hice”.
El registro de Lewandowski
De Jong se fue con un gemelo cargado, pero por si acaso aclaró que estará en perfecto estado de revista para recibir el domingo al Athletic. El debate sobre si debe entrar en el once, y en qué rol, vuelve a rondar como tampoco cesa de hacerlo el runrún sobre Piqué, que jugó los últimos minutos del partido y fue recibido con división de opiniones por parte del respetable. “La afición siempre tiene libertad, pero es importante que todos los jugadores que estén en el campo se sientan apoyados. Llevan nuestra camiseta y pitándoles no van a jugar mejor”, reflexionó al respecto el director deportivo, Jordi Cruyff, antes de abandonar el palco. Minutos después, Xavi fue aún más taxativo: “En el Gamper pedí unidad y es el momento para estarlo. Lo único que puedo decir de Piqué es que en el vestuario es un ejemplo, ni una mala cara, entrena al cien por cien y juega mucho o poco y suma. Es un capitán ejemplar. Si no lo fuese, no diría nada, pero lo es. Se merece que lo diga en público”.
Entre los que se acercaron a su mejor versión estuvo Ansu Fati, al que no dejan de caérsele los goles de los bolsillos. Con el que le marcó al Villarreal suma en la Liga tres en 336 minutos. Más exuberantes son aún las cifras de Lewandowski, que con dos nuevos goles se dispara a las 11 dianas en el campeonato, y 16 en 14 partidos si se consideran los disputados en la Liga de Campeones. El polaco es el primer futbolista que en los últimos 26 años marca más de 10 goles en sus 10 primeros partidos en el campeonato español. El último en lograrlo fue Ronaldo en su deslumbrante estreno en 1996. Los tres que lo lograron antes que el fenómeno brasileño también vestían de azulgrana: Romario, Krankl y Cruyff.
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