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Fernando Díaz del Río, dos medallas de plata para reivindicar la sincronizada masculina en los Juegos Olímpicos

El nadador español, de 19 años, logra en Roma los primeros metales en el estreno de su disciplina en unos Europeos, y a unas semanas de que la FINA decida si los hombres pueden competir en París 2024

Europeos de natacion
Fernando Díaz del Rio durante la final de solo técnico el pasado viernes.Andrew Medichini (AP)
Luis Villaescusa

Bajo el agua, mientras una música atronadora suena por la megafonía del estadio, Fernando Díaz del Río (19 años, Las Palmas), vive en un mundo aparte. El ruido exterior se diluye y solo están él y su coreografía, a través de la cual trata de expresar todo lo que no puede con palabras. De vez en cuando, asoma la cabeza al exterior para tomar aire y mostrar una amplia sonrisa, la de alguien que vive un sueño. Y no es para menos, porque este joven canario ha hecho historia en los europeos de natación que se celebran estos días en Roma. En la primera ocasión en la que se disputa la modalidad masculina de natación sincronizada individual, Díaz del Río se ha colgado dos medallas de plata, en libre y técnico. “Ahora mismo estoy orgulloso del esfuerzo que he hecho. Aún no soy muy consciente de lo que esto supone”, reconoce a EL PAÍS. Su sueño es alcanzar unos Juegos Olímpicos. Por el momento, los hombres no pueden competir en sincro, ya que su disciplina no está incluida en el programa olímpico, aunque el próximo 3 de octubre se celebrará un Congreso Extraordinario de la FINA para decidir si admitirla a partir de los Juegos de París 2024. “Estamos luchando mucho porque nuestra modalidad sea aceptada en unos Juegos Olímpicos y ese sería mi sueño”, apunta el joven de 19 años, con toda la carrera por delante.

Su conexión con el agua comenzó desde muy pequeño, con un ligero complejo de hombre-pez. “Cada vez que nos íbamos de vacaciones a la playa yo era el primero en meterme al mar y el último en salir”, relata. Pero fue su hermana, una de las personas que más le ha influenciado en su vida, la que le condujo hacia la vida deportiva. “Mi madre siempre me decía de pequeño que tenía que hacer algún deporte y como me encanta el agua me apunté a natación. Mi hermana también se apuntó, y ella empezó a practicar natación artística. Yo la veía y me encantaba lo que hacía, sentía que era algo precioso. En cada entrenamiento de natación yo me ponía a imitarla y a recrear los movimientos”. Poco a poco se fue enamorando de la disciplina, practicando los ejercicios que le veía hacer a su hermana, hasta que ella le dio el empujón definitivo. “Hace unos años, cuando empezaron a promover la natación artística masculina y se empezó a incluir en competiciones importantes, mi hermana me dijo que me animara y no tuve dudas”, relata. “A partir de ahí, todo lo que ha llegado se lo debo a ella”.

En su primer ejercicio, el viernes en la final de solo técnico, Díaz del Río interpretó la canción Dream on, de Aerosmith. “Es cañera, quería transmitir energía”. Con su interpretación consiguió 79,4951 puntos que le valieron la plata, la primera medalla de la natación sincronizada masculina individual para España. Este domingo, en la final de solo libre, se ha lanzado a imitar los movimientos de un hombre lobo en la piscina con el tema Wolfman, de Danny Elfman. “Es arriesgado, pero creo que puede gustar”, opinaba antes de la final. El resultado es que ha conseguido subir su puntuación (83,3333 puntos) y una nueva medalla de plata. Ha gustado.

Los tres medallistas de la final de solo libre masculino, el italiano Giorgio Minisini con el oro, Fernando Díaz del Rio con la plata, y el francés Quentin Rakotomalala con el bronce.
Los tres medallistas de la final de solo libre masculino, el italiano Giorgio Minisini con el oro, Fernando Díaz del Rio con la plata, y el francés Quentin Rakotomalala con el bronce.ALBERTO PIZZOLI (AFP)

Incapaz de ocultar la sonrisa, Díaz del Río señala con orgullo que la natación artística se ha convertido para él en su forma de expresión. “Me siento libre de contar con mi cuerpo, bajo el agua, cosas que a lo mejor no sabría decir con palabras. Plasmar un sentimiento que tienes dentro y sacarlo afuera. Yo quería transmitir fuerza y coraje”, reflexiona. Para este joven medallista, el mundo interior de cada persona es lo más importante que hay, y por eso estudia la carrera de psicología a la vez que entrena en las piscinas. “Me encanta la psicología. Todo lo que tiene que ver con el funcionamiento de la mente humana me ha interesado siempre mucho. Además, en la carrera tengo posibilidades de compaginar bien los estudios con los entrenamientos”, explica.

A pesar de que también ha competido en alguna ocasión en la modalidad de duos, su preferencia es hacerlo solo. “Nadar con compañía es una sensación muy bonita, que te une con el que nadas, pero creo que al hacerlo solo puedo plasmar mejor mis emociones. Tú nadas para los jueces pero también para ti, para expresarte por ti mismo”.

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Sobre la firma

Luis Villaescusa
Periodista de EL PAÍS desde 2020, especializado en información deportiva. Ha cubierto la Eurocopa 2020 y los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, y se centra en la información de baloncesto y fútbol. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, es un apasionado de los datos y las infografías para explicar el deporte.

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