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Pecco Bagnaia triunfa en el GP de Gran Bretaña y se apunta a la lucha por el Mundial

El italiano de Ducati resiste la embestida de Viñales con la Aprilia y aprovecha el poco ritmo de Quartararo (8º) y Aleix Espargaró (9º), que firman tablas entre sanciones y lesiones

Guille Álvarez
Francesco Bagnaia
Pecco Bagnaia festeja el triunfo en el GP de Gran Bretaña.ADRIAN DENNIS (AFP)

Pecco Bagnaia volvió de las vacaciones sin hacer demasiado ruido durante todo el fin de semana, pero sacó a relucir su ritmo demoledor el domingo para ganar con autoridad un GP de Gran Bretaña vibrante y muy igualado. En uno de los finales más apretados de la historia de MotoGP –tan solo 6,6 segundos de diferencia entre el primer y décimo clasificado–, el puntal italiano de Ducati supo resistir la embestida de Maverick Viñales, que intentó rebasarle a una vuelta de la conclusión, pero se coló y tuvo que conformarse con la segunda plaza para Aprilia. El australiano Jack Miller, compañero del ganador y muy regular en la cita de Silverstone, completó el magnífico resultado para la escuadra oficial de Borgo Panigale.

En una carrera para olvidar, el líder del Mundial Fabio Quartararo no encontró el ritmo a pesar de salvar bien el rodeo del long-lap en la cuarta vuelta, pasando de la segunda a la quinta plaza tras perder tan solo un segundo al cumplir la sanción impuesta por los comisarios por tirar a Aleix Espargaró en Assen. El francés terminó octavo y apenas logró mantenerse por delante de su principal rival por el título. Todavía cojo después de su dura caída el sábado, y tras amagar con no disputar el Gran Premio por culpa del dolor en sus tobillos, el de Granollers salvó los muebles con una novena posición que le mantiene como el único piloto que ha puntuado en todas las citas del certamen. Atrevido y crecido al ver la Yamaha a un suspiro a pesar de su sufrimiento, el catalán llegó a enseñarle el morro a su oponente antes de cruzar la línea de meta. Subrayó así su voluntad de desbancarle en la lucha por el título.

Viñales, el otro gran protagonista del domingo, se estrenaba en la primera fila de parrilla a los mandos de una Aprilia. El de Roses aprovechó las buenas sensaciones para completar una carrera casi perfecta, a pesar de verse emparedado en la salida y caer hasta la sexta plaza. El catalán se lo tomó con calma y no se puso nervioso tras batirse en duelo con Quartararo, Alex Rins, Jorge Martín y Miller durante la carrera. Llegó a colocarse primero a una vuelta del final, pero Bagnaia demostró su madera de campeón y le devolvió la jugada de inmediato para maximizar su cosecha en el mal día de los dos pilotos que le preceden en el campeonato. Tras su victoria, la segunda consecutiva y la cuarta de la temporada para él, el italiano ya es tercero del Mundial a 49 puntos del líder y a 27 del mayor de los Espargaró. Su objetivo para la segunda mitad del curso es olvidarse de su falta de regularidad y no cometer más errores para llegar con opciones al título. “No quiero pensar en el campeonato, tenemos que ir carrera a carrera”, valoró Pecco, muy agradecido por los consejos de lujo de figuras como Valentino Rossi y Casey Stoner, que le asesoraron con mensajes de texto a lo largo de su complicado fin de semana. Quartararo, tras la carrera, señaló al italiano como su máximo rival y emplazó a su equipo a espabilarse: “Tenemos que despertar”.

En una carrera trepidante, con un ritmo de récord durante los primeros compases, Johann Zarco se dejó sus opciones de victoria en la quinta vuelta. Cayó solo el francés del Pramac, que todavía no ha ganado a pesar de acumular ocho poles en la categoría reina y ser el más rápido en Gran Bretaña el sábado. Rins, liberado con su Suzuki desde el anuncio de su fichaje por Honda, brilló y llegó a ponerse primero en el sexto giro después de marcar la vuelta rápida de la cita: 1′57.346. Luego perdió la conexión con la moto y se vino abajo hasta caer a la séptima plaza. Su compañero, Joan Mir, que todavía espera noticias sobre su futuro, mordió el asfalto a seis vueltas del final. En una situación similar, Martín (5º) empezó fuerte su lucha por la segunda Ducati oficial en 2023. Metido en varias refriegas, terminó perdiendo su batalla particular con Enea Bastianini en el último giro. El italiano de Gresini, sin uno de los apéndices aerodinámicos en su carenado, imprimió un ritmo increíble en el segundo tramo de la carrera y se llevó el primer asalto pasando de la décima a la cuarta plaza en siete vueltas. Después de la próxima cita en Austria, a finales de agosto, Ducati designará al sucesor de Miller en el equipo de fábrica.

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