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La reconversión contracultural de Tavares

La evolución ofensiva del pívot caboverdiano en la recta final de la temporada ha elevado al Real Madrid. “Era mi objetivo”, afirma

Walter Tavares
Tavares con el trofeo de campeón de la ACB y el de MVP de la final después del partido decisivo ante el Barcelona el pasado domingo.Sonia Canada (Getty Images)
Luis Villaescusa

El Real Madrid, flamante campeón de la ACB, ofreció este lunes el título a los aficionados madrileños en su visita a las sedes de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. La plantilla aprovechó la ceremonia para darse un baño de masas y celebrar el triunfo tras “un año durísimo”. De entre todos los protagonistas, hubo dos que destacaron por encima de todo: Pablo Laso, recuperado de su infarto, y Walter Edy Tavares (Maio, Cabo Verde; 30 años), MVP de la final ante el Barcelona. Ambos fueron señalados como los dos pilares de la resurrección de un Madrid que a mitad de temporada caminaba por las tinieblas, pero que ha acabado levantando la 36ª liga del club blanco.

“Tuvimos muchos problemas con el juego esta temporada. Así que lo analizamos todos juntos y decidimos aprovechar lo que teníamos, nuestro potencial por dentro, y así nos ha ido muy bien”, define Tavares, preguntado por cómo fue su conversión en una amenaza ofensiva.

La irrupción del pívot como referente en anotación ha sido una de las claves del final de la temporada del Real Madrid. Durante la liga regular, el caboverdiano promedió 9,7 puntos y 6,9 rebotes por partido, con un más/menos de +4,1. En estos playoffs por el título de la ACB, sus cifras se han elevado hasta los 12,3 puntos y 7,8 rebotes por encuentro, y se vuelven disparatadas analizando únicamente el último encuentro de la final ante el Barcelona: 25 puntos (con 7 de 7 en tiros libres), 13 rebotes, y un más/menos de +41, la tercera marca más alta de la historia de las finales de la ACB (por encima de él solo están Michael Anderson con +45 en 1996, y Bryan Sallier con +44 en 1998).

“He entrenado mucho para mejorar en ataque. Era mi objetivo, porque sabía que, con defensa, podía jugar en cualquier sitio, pero teniendo algo en ataque me ayudaría mucho”, declaró el jugador tras el encuentro.

Esta importancia de un pívot clásico en los tiempos que el baloncesto tiende a alejarse de la canasta para buscar el triple ha reabierto el debate sobre la evolución de este deporte. Juanma Iturriaga, exjugador del Real Madrid, define la relevancia de Tavares como un “elemento contracultural”. “El Madrid de Laso siempre destacó por jugar en el perímetro, con bases excelentes. Pero este año ha perdido mucho juego exterior por diferentes causas (salida de jugadores y lesión de todos los bases de la plantilla). A falta de conseguir puntos por fuera, decidió hacer daño por dentro. Es algo contracultural para lo que estábamos viendo en los últimos diez años, pero ha sido una buena salida para paliar los males del equipo este año”, señala. Iturriaga destaca el buen ojo de Laso para reconvertir al equipo y encontrar la mejor solución, que a muchos no se les habría pasado por la cabeza. “En un equipo como los Golden State Warriors sería muy difícil ver a Tavares ser tan importante, pero en este Madrid es una pieza básica”.

Esta mutación de Tavares ha ido de la mano de un cambio físico. “Al principio se le señalaba por ser un pívot gigantón y pesado, pero en los dos últimos años ha echado mucho músculo y ha estado trabajando con preparadores personalizados”, señala Iván García, representante de Tavares, una de las personas que mejor le conoce. “Él no es un líder de los que alza la voz para que le escuchen. No va en su carácter. A él le gusta trabajar y ganarse la confianza de la gente demostrando de lo que es capaz”, describe.

García, al igual que Iturriaga, se pregunta qué pasaría si el Real Madrid siguiera volcando el juego ofensivo en Tavares. “Él siempre se ha preparado para dar un paso adelante en ataque cuando el equipo le necesitara y ahora se encuentra en el mejor momento deportivo de su carrera”, afirma el representante.

Tras el partido decisivo ante el Barcelona, Tavares insistió en que su principal labor sigue siendo la defensa. “Yo me dedico a defender y lo que me regalen en ataque está bien”. Pero este lunes se mostraba más decidido. “Ahora me siento realizado atacando y defendiendo”, sostuvo el jugador más valioso de la final.

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Sobre la firma

Luis Villaescusa
Periodista de EL PAÍS desde 2020, especializado en información deportiva. Ha cubierto la Eurocopa 2020 y los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, y se centra en la información de baloncesto y fútbol. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, es un apasionado de los datos y las infografías para explicar el deporte.

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