El Levante vuelve a sumar y cercena las ilusiones europeas del Celta
Un gol de Roger Martí en el 82 premia al colista, que tuvo opciones para lograr su segunda victoria consecutiva fuera de casa (1-1)
El Celta de Vigo quiere ilusionarse con Europa, pero no le sobran ni fútbol ni resultados como para disparar la imaginación. Contra el Levante no pudo sumar su cuarta victoria consecutiva como local, incapaz de mantener una ventaja que no había merecido, pero que se le escapó en un tramo final de partido en el que el colista dio por buena la igualada cuando en realidad, durante bastantes minutos, hizo más por ganarlo. Claro que también lo iba perdiendo. Es el fútbol y sus mantas cortas, que tapan y destapan. El Levante, aunque acabó el partido en el área contrario, se consideró abrigado con el puntito, que llega tras sumar tres en el Metropolitano y le deja a nueve de la permanencia.
El colista sumó en Balaídos, pero perdonó de manera inaceptable cuando se trata de luchar por la supervivencia en la categoría. El Levante debió marcar de inicio y pudo hacerlo justo antes de que lo hiciese el Celta, superada la hora de partido. En la suma de la temporada puede que recuerden en Orriols la galopada de Morales para dejar un remate a Dani Gómez ante una portería desocupada. Un cruce providencial del exuberante Aidoo, para rozar la pelota con la uña, propició el error del delantero, demasiado confiado ante el gol. Apenas habían transcurrido cuatro minutos de partido.
El Celta no espabiló. El equipo de Coudet en ocasiones tiende a la intrascendencia. Le ocurrió durante bastantes minutos, incapaz de entrar en el área rival, acomodado en una sucesión de pases y combinaciones sin chicha, sin que nadie cambié el ritmo. Esa incapacidad para meter una marcha más ayuda a que los oponentes se crezcan. El colista se sintió cómodo, pero le faltó colmillo. Lo intentó Melero en algún intento lejano, merodeó Bardhi para sacar su cañón por zonas de remate e incluso el lateral Son pisó el área defendida por Dituro. Pero quien marcó primero fue el Celta, gracias a un testarazo de Cervi tras ganarle la espalda a Son.
El Levante se avivó, muerto como parecía. Semejaba agotado y hasta decepcionado, pero encontró en la flaqueza una maniobra de Roger Martí entre una nube de rivales y empató un partido que, al fin, se abrió en los minutos finales. Pudo ganar el Celta con un remate del debutante mexicano Orbelín Pineda, que reemplazó a un difuminado Denis Suárez. Pero el meta Cárdenas sacó el pie izquierdo e hizo la parada de la noche. “Hay que dar por bueno el punto. Está complicado, pero no imposible. El viernes nos jugamos la vida ante el Elche en nuestra casa”, resumió el goleador Roger Martí.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
