Colombia no le marca a nadie
La selección sudamericana, que no anota un gol desde hace once horas, está cerca de perderse el Mundial, el último que debía jugar la generación de James, Falcao y Cuadrado
No hay consuelo para Colombia. El equipo ni marca ni juega y por eso va camino de perderse el próximo Mundial. La selección cafetera, con atacantes como James, Falcao y Lucho Díaz, reciente fichaje del Liverpool, lleva siete partidos sin anotar un gol, la peor racha en toda la historia de las eliminatorias sudamericanas. El fin de una de sus mejores generaciones de jugadores se antoja inminente.
Necesitaba ganar este martes a Argentina para apurar sus opciones mundialistas. Los optimistas se acordaban del 0-5 en el 93, cuando Colombia se mostró al mundo. No sirvió de nada el recuerdo, el fútbol es puro presente. Encima la canchera ciudad de Córdoba no parece el mejor lugar para jugarse la vida. El equipo de Scaloni no necesitó hacer un gran partido para llevarse la victoria (1-0). Ni siquiera que concurriera Messi. Le bastó un destello. James no defendió bien a Acuña, que conectó con Lautaro dentro del área y este la mandó dentro. El partido no tuvo mucha más historia. Colombia es séptima con 17 puntos en un grupo de 10 equipos de los que cuatro se clasifican de forma directa y el quinto juega una repesca. Uruguay es cuarta ahora con 22 puntos y Perú, quinta con 21.
El equipo de Reinaldo Rueda está en caída libre. Lleva casi 11 horas sin marcar un gol. No lo hace desde el partido contra Chile, en el que ganó 3-1. Después, el desierto. Cuatro empates consecutivos y tres derrotas por la mínima. Sus partidos se han convertido en un suplicio, un tratado sobre el aburrimiento. James no tiene ritmo para jugar a este nivel y los delanteros, futbolistas de las mejores ligas, están negados de cara a puerta. Borja tuvo la más clara después de cuerpear bien dentro del área a Acuña, pero Dibu Martínez se la adivinó cuando trató de picársela. Fue la ocasión más clara de Colombia, por no decir la única.
El último gol, del que ya no se acuerda nadie, lo hizo Lucho el 9 de septiembre del año pasado. Desde entonces, la nada. Para encontrar un tanto de Falcao, el mayor goleador colombiano de la historia, hay que remontarse hasta el segundo partido de eliminatorias, en un empate contra Chile. Es el único que ha hecho. James, el mejor jugador en la clasificación para el pasado mundial, también solo ha hecho uno, de penalti, en un partido en el que perdieron 6-1 contra Ecuador. Un gol inútil en el día que fue destituido Queiroz. Ahora, los máximos realizadores son Borja y Muriel, con tres cada uno, insuficiente por el momento.
“Nos ha faltado. Sí, se han creado opciones. De local a veces generamos diez opciones, de visitante, como con Argentina, se hizo intenso, tuvimos dos o tres, pero no tuvimos eficacia. Faltó el gol”, insistió Rueda después del partido. No le encuentra una explicación a la maldición de sus goleadores: “Es una sumatoria de varios factores, la gestión de la mitad del campo, no tener esa claridad en la finalización. Es inexplicable lo que pasa”. De todos modos, no se da por vencido: “No estamos muertos. Es remoto, no nos podemos autoengañar”.
Los Higuita, Valderrama y Leonel Álvarez disputaron tres Mundiales consecutivos y por el camino divirtieron al mundo. La generación de James Rodríguez, Falcao y Cuadrado, más talentosa, hizo lo mismo en Brasil 2014 y se clasificó para Rusia cuatro años más tarde. Qatar, sin embargo, se ha puesto cuesta arriba. En teoría, le quedan dos partidos en los que parte como favorito, frente a Bolivia como local y Venezuela de visitante, pero con esta puntería resulta difícil ganarle a Azerbayán. Falcao, maestro del remate, un nueve de época, solo tiene palabras sencillas para explicar lo ocurrido: “Ellos la tuvieron y la anotaron”. Colombia, en cambio, no.
El ambiente se ha enrarecido. Los jugadores no ven puerta y la afición abroncó el otro día al equipo en Barranquilla después de perder contra Perú. La derrota no genera muchos consensos que digamos, ya se cuestiona todo. Hay quien cree que jugar en esa ciudad del Atlántico con tanta humedad y a más de 30 grados no es ninguna ventaja. Quién sabe. Se echa de menos a Pekerman, se reniega de Queiroz y se culpa de esta racha errática a Rueda, que en 2006 ya dejó sin mundial a Colombia. A alguien hay que quemar en la pira.
La gente tiene la fe que le falta al equipo. Durante la mañana, como siempre que juega la selección, muchos salieron a trabajar con la camiseta amarilla de Colombia. Uno no necesita apuntar sus partidos en la agenda, basta con subir las persianas y echar un vistazo a la calle. El ambiente en Bogotá era de optimismo, pese a ir al matadero argentino. Aunque no pudo ser porque el equipo no tiene pólvora. El Mundial aparece cada vez más difuminado en el horizonte porque Colombia no le marca a nadie.
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