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Joan Barreda: aprender a correr el Dakar con una clavícula rota

El piloto de Honda completa una corta especial de 101 kilómetros con una fractura tras una caída el día anterior y aspira a llegar a la meta en Yedda en una semana

Joan Barreda Dakar 2022
Joan Barreda, antes de tomar la salida en la cuarta etapa del Rally Dakar.AFP7 vía Europa Press (Europa Press)
Nadia Tronchoni

Joan Barreda (Torreblanca, Castellón; 38 años) quiere ganar el Rally Dakar. No sabe si será este año. De hecho, cada minuto que pasa ve más lejos el sueño de rematar con un Touareg en sus manos. Salió a disputar la carrera de este viernes, cuando todavía apenas despuntaba el día en el vivac de Riad y el frío atenazaba los huesos, con una clavícula rota. Se subió a la moto con paso lento, cubierto de capas para combatir las bajas temperaturas, y entre los aplausos de su equipo. Completó la especial. Y quiere terminar también el rally.

El piloto de Honda se lesionó un día antes. Abría pista, en tanto que ganador de la etapa anterior, llevaba un buen ritmo, pese a la mala visibilidad debido a una tormenta de arena. Le costaba encontrar los puntos de referencia del libro de ruta. Pilotaba casi a ciegas. Pero lo hacía a buena velocidad. Sin perder demasiado. Hasta que se encontró con un río y golpeó con una piedra con la rueda trasera. Se cayó. Y se dio un fuerte golpe en el hombro izquierdo. “Mi compañero Pablo Quintanilla me ayudó a ponerme de pie y seguir. Fue muy duro llegar al final, especialmente en las dunas, pero lo conseguí”, declaraba. Al llegar al vivac pudieron comprobar que tiene la clavícula rota, con el hueso partido en dos trozos que están prácticamente alineados. Así, con ese diagnóstico precoz –el de una lesión que habitualmente necesita de cirugía en el deporte de élite y que en el mejor de los casos se trata con reposo– salió a competir este viernes.

Y completó a duras penas los 101 kilómetros de una especial que, por suerte para español, tuvo que ser neutralizada por el mal estado de la pista después de que el día anterior pasaran por allí, una zona ya maltrecha por las lluvias de los últimos días, los coches y los camiones, que lo dejaron todo impracticable. “El objetivo era intentar continuar en carrera”, asumía al terminar. Lo hizo con bastante dolor. “En las zonas de piedras y en las que había arena tenía que frenar prácticamente a cero para pasar los baches y los peligros. Hoy más o menos he ido aguantándolo, porque notaba que la clavícula se me movía y me dolía, pero lo pude manejar para ir bastante bien dentro del dolor”, confesaba.

Quiere llegar a la meta en Yedda. Le queda una semana de competición. Tiene, antes de afrontar esa segunda parte de la carrera, un día de descanso para recuperar y pensar si le vale la pena competir con dolor. Asumir el riesgo. Revivir las malas sensaciones del pasado. Porque no fue la primera vez que el piloto de Torreblanca se lanzó al desierto con el cuerpo magullado y las esperanzas por los suelos. Nadie mejor que él sabe que en ese estado se pierde más que se gana. Pero le sobra arrojo. “La clave es intentar que la lesión no empeore, que la inflamación no vaya a más con el paso de los kilómetros. De momento, si es así, intentaré manejarlo para continuar en carrera mientras pueda”.

Barreda, que debutó en el Dakar el año 2011, se ha visto obligado a abandonar por lesión en cinco ocasiones. En estas 12 ediciones ha estado siempre entre los favoritos a llevarse el triunfo, ha sumado un mínimo de dos victorias de etapa cada año –las mismas que cuenta en este 2022 y que le sitúan como el tercer piloto con más triunfos, con 28, solo cinco menos que los que cuentan míticos como Peterhansel o Despres–, pero le ha perseguido la mala suerte. Veloz como pocos, el de Honda ha sufrido múltiples caídas en todos estos años, ha corrido con una lesión en la muñeca y con dos costillas rotas. Hace tiempo que aprendió a competir con dolor, pero también que soportarlo quema. Y mucho.

Este viernes tomó la salida en la 26ª posición y terminó 14ª, tras ceder cinco minutos respecto al ganador de la especial, Daniel Sanders (GasGas). Pese a estas dos jornadas terribles, Barreda es noveno clasificado, a 25 minutos del líder, Sam Sunderland (GasGas). La carrera de este 2022 se le complicó ya en la primera etapa, aquella de complicadísima navegación que causó estragos en la clasificación. Él perdió 38 minutos y desde entonces ha corrido al ataque. “Intentábamos apretar cada día para recuperar tiempo”, explicaba. Hasta que, con esa ansia de remontada, se cayó y se rompió. Habrá que esperar para comprobar si consigue llegar a Yedda.

Al-Attiyah defiende el liderato

En la categoría de coches, la especial la ganó el argentino Orly Terranova (Prodrive), que les sacó, viniendo desde atrás, más de un minuto a Ekstrom (Audi) y Al Rajhi (Toyota). Nani Roma terminó con el quinto mejor tiempo y el líder Nasser Al-Attiyah con el décimo tras ceder algo más de seis minutos. Minudencias en un Dakar que gobierna con acierto y velocidad y que lidera prácticamente desde las primeras jornadas. La especial de este viernes le sirvió, además, para poner algo más de distancia con Sebastien Loeb (Prodrive, a 50 minutos), que pierde la segunda posición de la general en favor de Al Rahji, a 48 minutos del catarí.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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