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Un Baskonia muy serio vence al Panathinaikos

Los de Dusko Ivanovic, liderados por Granger y Fontecchio, logran su primer triunfo en la competición tras recuperar su capacidad anotadora y una defensa solvente (81-79)

Wade Baldwin intenta una entrada a canasta
Wade Baldwin intenta una entrada a canasta
Jon Rivas
Euroliga jornada 3
Baskonia
Baskonia
81 79
Finalizado
Panathinaikos
Panathinaikos

El Baskonia ya sabe lo que es ganar en la presente Euroliga. Lo hizo a la tercera, a través de un partido muy serio frente a un rival también muy serio, que no lo puso nada fácil, sobre todo en la segunda parte, cuando después de remontar once puntos de desventaja, después de un parcial de 8-21, se puso por delante. El Panathinaikos llegó a Vitoria tras su primera victoria en la cancha del Fenerbahce, y perdió, pero lo mismo pudo ganar. La defensa de Granger en la última jugada, después de un partido inmenso, lo impidió.

Comenzó mejor el Baskonia que en los dos partidos anteriores, con más confianza en sus tiradores que en las citas previas habían acabado con porcentajes pobrísimos. En el primer cuarto se adelantó en el marcador, y parecía dominar el partido con cierta suficiencia, pero sufrió un apagón momentáneo y perdió pie en los minutos finales, hasta acabar por detrás el parcial (15-17). Sin embargo, las sensaciones eran mejores que en los partidos anteriores. Funcionaba el tiro. A Giedraitis o a Fontecchio no les temblaba la mano, y además la defensa parecía firme. Pese al marcador en contra, las cosas no iban del todo mal.

El segundo cuarto se inició con un Enoch muy enchufado. El pívot de Connecticut, anotó un par de canastas consecutivas y barrió los rebotes para poner al Baskonia por encima, aunque el cubano Sant-Roos rompió la racha y puso otra vez por delante a los griegos, que jugaban al ritmo de Macon y Perry, desatado a veces. Giedraitis, sin embargo, puso las cosas en su sitio con un triple y el posterior robo de balón, cuando faltaban 12 segundos para el descanso. Puso la guinda Sedekerskis con un triple en el límite, que mandaba al vestuario a los hombres de Ivanovic con cinco puntos de ventaja.

Parecía que la tendencia seguía con el comienzo de la segunda parte, después de tres triples consecutivos que elevaron la diferencia hasta los once puntos, pero el tiempo muerto que pidió Priftis sirvió para espabilar a los suyos. De tal manera que rebañaron la diferencia hasta minimizarla y ponerse otra vez por delante. A los vitorianos les tocaba remar otra vez. Un triple de Marinkovic a falta de un segundo, su primera canasta en los tres partidos de la Euroliga, permitió que el Baskonia afrontara con ventaja el cuarto decisivo.

Consiguió mantener los nervios el equipo de casa, pese a que los dos minutos finales resultaron dramáticos. Anotó Giedraitis dos tiros libres a falta de 1,36m (77-73); Macon consiguió un triple quince segundos más tarde para poner un marcador de 77-76. Con 60 segundos en el luminoso, Fontecchio sumó dos puntos más, pero replicó de nuevo Macon con otro tiro de tres (79-79). Apareció entonces Granger, con nervios de acero. Provocó una falta, anotó los dos tiros libres, y después del tiempo muerto, con 23 segundo por jugar, el Baskonia se jugó el comodín de la última falta que podía hacer sin entrar en bonus. Granger se encargó de tapar a Papapetrou, que muy obligado, falló el triple a la desesperada con dos segundos por jugar, y el Baskonia se llevó su primer triunfo. Muy trabajado, muy serio.

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