La Real solo suma de uno en uno
El equipo de Imanol empata ante el Mónaco y no hace valer su dominio
De momento sufre la Real Sociedad en sus compromisos continentales. Suma de uno en uno en una liguilla corta de la Liga Europa en la que cualquier tropiezo hace mucho daño, y en la que es necesario hacerlo de tres en tres. Fue mejor que el Monaco, como hace quince días también superó con su juego al PSV, pero sus dos rivales más temidos ganan, y los donostiarras sólo empatan. De vencedores morales está lleno el cementerio de los torneos europeos.
Los dirigentes del Mónaco decidieron hace un par de años que sí, que la posesión está muy bien, es muy estética y tal, pero que tal vez se sobrevalora demasiado, y que, posiblemente, a su equipo le convenía probar alguna otra cosa. Encargaron a su entrenador, Niko Kovac, que montara un bloque con otro estilo, en el que no importara que la pelota la tuviera el rival, pero los puntos se quedaran en el Principado, como las fichas de los turistas en la banca del casino de Montecarlo. Que arriesguen otros, fue la consigna. Y les fue relativamente bien: terceros en su liga después de varias temporadas de indefinición, aunque tropezaron en la prórroga de la previa de Champions. No todo puede salir bien.
Montó Kovac un equipo que corre siempre, que vuela a veces, con futbolistas que parecen atletas, potentes y veloces, insultantemente jóvenes, y que le dieron una mala primera parte, sin exponer demasiado, a la Real Sociedad, que también es un equipo joven, veloz cuando no encuentra delante los bolardos que puso su rival en el campo.
No había pasado demasiado, más allá de las escaramuzas habituales cuando los 22 del césped están frescos, cuando Disasi remató de cabeza un córner que entró tras tocar en el palo y la nuca de Remiro, y eso reafirmó la idea de juego de los monegascos; jugó el equipo de Kovac a la contra con celeridad cada vez que robaban en medio campo, y tuvieron la mejor ocasión en un remate desde cerca de Jean Lucas que Remiro no vio hasta que le golpeó en el hombro. El balón lo tenía la Real, pero no lo manejaba. El equipo donostiarra, que acostumbra a disfrutar con la pelota, sufrió esta vez, y sólo Elustondo puso en aprietos a Nübel en un remate picado que botó fuerte y salió alto. Aunque Portu estaba en ebullición, casi nada sucedía en el área visitante.
Haciendo un juego con muchos apoyos cuando atacaba, y enviando balones largos a sus puntas, el Mónaco desestabilizó a la Real durante bastantes minutos. Los suficientes como para desesperar a la animosa grada de Anoeta.
Quiso hacer lo mismo el Monaco en la segunda mitad, pero no le salió tan bien, sobre todo porque la Real también aprovechó un córner para, en un salto poderoso de Merino, equilibrar de cabeza el marcador. Se animó el equipo de Imanol Alguacil con el gol, y atacó con más ánimo sobre la portería de Nübel, que sacó con brazo fuerte el disparo de Portu, que se había colado en el área después de una combinación con Merino.
La Real estuvo más entonada tras la pausa, pero no le llegó para ganar y después de la goleada del PSV en campo del Sturm Graz (1-4), es tercera del grupo. Tendrá que mejorar. Y ganar, claro.
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