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Jair Bolsonaro confirma que Brasil organizará la Copa América 2021

La oposición política argumenta ante la Corte Suprema que la situación sanitaria no permite la realización del torneo sudamericano de fútbol

Diogo Magri
São Paulo -
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, confirma que su país será sede de la Copa América 2021
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, confirma que su país será sede de la Copa América 2021, durante una ceremonia del banco estatal este martes.Eraldo Peres (AP)

El gobierno de Brasil confirmó este martes que será sede de la edición 2021 de la Copa América. El presidente, Jair Bolsonaro, hizo el anuncio en un evento sobre la transferencia de tecnología para la producción de la vacuna contra el covid-19 por parte de AstraZeneca, en el que también agregó que ya están definidos cuatro Estados anfitriones: Distrito Federal, Río de Janeiro, Mato Grosso y Goiás. Un quinto Estado, según él, “llegó tarde” al momento de la confirmación, pero no se reveló su nombre ni si participará o no en la organización. Tras el anuncio del presidente, el ministro de la Casa Civil (jefe de ministros), Luiz Eduardo Ramos, celebró en Twitter: “¡Ganó la coherencia! Brasil no podía dar la espalda a un campeonato tradicional como éste”. Ramos fue quien, el lunes, contradijo a la Conmebol-que ya había decidido cambiar la localía de Argentina y Colombia por Brasil, para decir que aún no estaba todo decidido. Hasta el momento, no se han dado a conocer el calendario y los partidos de la competición que, si se siguen las fechas originales, comenzará el 13 de junio.

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Por la tarde, Bolsonaro había adelantado cuál sería su decisión con respecto a la decisión de la Conmebol. “En lo que depende de mí y de todos los ministros, incluido el de Salud, ya está resuelto: habrá Copa América en Brasil”, dijo el líder de la ultraderecha a un grupo de simpatizantes a la salida del Palacio de la Alvorada. Bolsonaro reveló que había sido consultado al respecto por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y tras hablar con sus ministros dio una respuesta “positiva”.

Desde el anuncio de Conmebol, la posibilidad de realizar la Copa en Brasil generó todo tipo de críticas, atentas a la dramática situación sanitaria que atraviesa el país, producto de la pandemia. Bolsonaro atribuyó los cuestionamientos a la Rede Globo, cadena que no tiene los derechos de transmisión del torneo (en Brasil pertenecen a SBT). “Está la [Copa] Sudamericana. Además, el viernes comienza la fase de clasificación para el Mundial”, dijo, sobre la posibilidad de realizar partidos seguros. Los periodistas deportivos de la cadena criticaron desde el primer momento la realización del torneo. Galvão Bueno, por ejemplo, abrió su programa semanal en SporTV pidiendo “a Dios que alguien tenga una crisis de sentido común y que no se produzca esta locura”.

Las críticas, sin embargo, no fueron exclusivas de los empleados de Globo. Desde que la Conmebol anunció el evento en Brasil, con un agradecimiento a Bolsonaro y la CBF por aceptarlo, se sucedieron denuncias sobre la situación sanitaria, tanto o más grave que la que llevó a Argentina a desistir de la localía. Brasil suma 460.000 muertos por la pandemia y se encamina a una tercera ola de contagios.

Los senadores miembros del comisión parlamentaria que investiga a Bolsonaro por el manejo de la crisis exigieron al presidente de la CBF, Rogério Caboclo, que comparezca ante la Cámara Alta. Los diputados, en tanto, presentaron un recurso ante el Tribunal Supremo (STF) para impedir la competencia. También lo hizo el opositor Partido de los Trabajadores, que culminó con una orden judicial para que el Ejecutivo informe sobre la celebración del torneo. En medio del debate sobre qué ciudades podrían recibir los partidos, los gobernadores de Pernambuco y Río Grande do Norte anunciaron que los prohibirán en sus estadios. El gobernador de São Paulo, João Doria, no se opuso al evento.

Tras las repercusiones negativas, el jefe de ministros, Luiz Eduardo Ramos, matizó el anuncio de la Conmebol. El primer miembro del gobierno federal que se pronunció al respecto dijo el lunes que “no hay nada seguro”. “Estamos en medio del proceso, pero no vamos a rehuir una demanda, si es posible cumplir”, agregó enseguida. En el mismo anuncio, Ramos dijo que “las plazas serán responsabilidad de la CBF”. La Confederación, hasta ahora, no se ha manifestado al respecto. La única actitud de la CBF fue cancelar las conferencias de prensa del lunes y martes que darían los jugadores de la selección brasileña en Teresópolis, donde el equipo de Tite entrena para sus próximos compromisos.

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Sobre la firma

Diogo Magri
Reportero de la edición brasileña de EL PAÍS desde noviembre de 2017. Escribe principalmente sobre deportes, política y sociedad. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de São Paulo.

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