Las dos realidades del Real Madrid
El conjunto de Laso, líder de récord en la ACB, afronta la ‘misión imposible’ de remontar ante un Efes que le ha mostrado sus límites en la Euroliga
El Real Madrid es líder solvente de la Liga Endesa con un balance de 31 victorias y una sola derrota en 32 jornadas, récord absoluto en los 38 años de la era ACB. Pero este martes ante el Efes (19.00, DAZN) afronta un match ball dentro de su misión imposible por seguir en la competición continental. Ningún equipo remontó un 2-0 en contra en las eliminatorias de cuartos de la Euroliga.
El conjunto turco venció a los blancos por 27 puntos en el primer asalto de la serie (90-63), por 23 en el segundo (91-68), y por 25 en su visita al WiZink Center en la liga regular (83-108) hace apenas un mes. Marcadores descosidos resultado del choque desigual entre un equipo en plenitud, impulsado por la explosividad de Shane Larkin y Vasilije Micic, frente a otro descabalado y desmembrado; con su gran bastión, Walter Tavares, tocado físicamente en dos de esos tres duelos ante el Efes, ausente por lesión en el último, y duda para el de hoy. “Le hicimos pruebas y descartamos algo grave, que nos habría obligado a pararle dos o tres semanas. Intentó jugar el jueves pasado, pero saltó y no se podía ni mover. Veremos si llega”, explicó Pablo Laso, que despejará la incógnita sobre la participación del pívot caboverdiano horas antes de la “final” ante el Efes.
Los problemas del imprescindible Tavares, que había disputado todos los partidos de la competición a una media de 26 minutos en pista, han venido a completar la secuencia de desdichas de los blancos en una temporada convertida en un martirio de contratiempos y lesiones. De la salida de Facundo Campazzo rumbo a la NBA a finales de noviembre, a la baja de larga duración de Anthony Randolph (rotura del tendón de Aquiles en diciembre) y la inesperada marcha de Gabriel Deck a Oklahoma hace 20 días. En cinco meses, Laso perdió a tres de los cuatro jugadores que más utilizaba el pasado curso y este, y, en el peor momento, en el intento de aguantar el pulso ante el Efes, el técnico vio caer a Tavares, su torre irremplazable de 2,21m (con 11,5 puntos, 8,1 rebotes y 18.3 de valoración como aportación media). Además, entre Sergio Llull (13) y Rudy Fernández (11) se han perdido 24 partidos de Euroliga por problemas físicos —las mismas ausencias que suman en conjunto los 10 jugadores del Barça más utilizados por Jasikevicius—. Y entre Jaycee Carroll, Fabien Causeur y Jeff Taylor, otros 25 encuentros más de baja.
El firme compromiso competitivo del Madrid le ha valido, a pesar de todo, para caminar con holgura en una ACB de dos velocidades (con 17 triunfos de ventaja sobre el corte de los playoffs), y para entrar entre suspiros en el top-8 europeo, pero la falta de recursos se está demostrando insalvable en el tramo decisivo de la Euroliga, donde los blancos suman ya 16 derrotas, más que nunca en la era Laso —solo en 2018 (12) y en 2016 (15) superó las 10—. De los 87,5 puntos de media a favor en la ACB a los 65,5 que ha sido capaz de anotar en los dos duelos ante el Efes. Campazzo se quedó sin recambio, por Randolph llegó Alex Tyus (que apenas ha aportado 2,4 puntos y 2,2 rebotes en 10 minutos de media), y para tapar el agujero que dejó Deck adelantó su aterrizaje Vincent Poirier (que solo puede participar en la ACB).
El más difícil todavía para una plantilla que espera reconstrucción para afrontar el rearme. Una transición que, en ausencia de Tavares, da pie a quintetos con hasta 13 años de diferencia. De un cinco con Alocén (20), Abalde (25), Taylor (31), Garuba (19) y Vukcevic (18), con 22,6 años de media; a otro con Llull (33), Carroll (38), Rudy (36), Thompkins (30) y Felipe (41), con 35,6 de media. Contrastes en una temporada con dos realidades para el Madrid en la competición nacional y continental, con la mezcla acentuada de veteranos y noveles. En su master acelerado de madurez en la élite, Alocén y Garuba han sido incluidos en el mejor quinteto joven de la Liga Endesa junto a Bolmaro (Barça), Radoncic (Gipuzkoa) y Nzosa (Unicaja). El draft ya aparece en el horizonte inmediato del pívot madrileño (premio individual al mejor joven de la ACB). “Ahora solo pensamos en ganar para poder disputar un cuarto partido ante el Efes. Ojalá tengamos esa oportunidad”, cerró Laso.
La ovación histórica tras caer en 2016
El Madrid ha estado presente en siete de las últimas nueve Final Four. La última vez que se quedó fuera fue en 2016, tras caer (3-0) en la eliminatoria de cuartos ante el Fenerbahçe. La ovación del Palacio a su equipo tras la derrota en el tercer partido es considerada por Laso como otro título. “Aquella temporada tuvimos que reinventarnos para seguir siendo competitivos y lo fuimos hasta que nos topamos con el Fenerbahçe. La ovación tras aquella eliminación es uno de los días más grandes de la historia del Madrid de baloncesto. Las he vivido de todos los colores en este club, he visto partidos desde los tiempos de Emiliano, he seguido siempre el Torneo de Navidad, he visto a los más grandes aquí… a Sabonis, a Petrovic y aquello fue grandísimo. Que tus aficionados te valoren así cuando pierdes pasa muy pocas veces. Significó un clic de reconocimiento al trabajo. El deporte es cruel porque solo se recuerda el resultado, ahí sentimos el orgullo de los aficionados por su equipo, el agradecimiento a las grandes noches vividas”, explica Laso. Esta vez no habrá público en las gradas del WiZink, pero el respaldo unánime de la afición madridista a su equipo resiliente sigue patente en los foros.
Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.