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James Harden juega por cinco

El base-escolta de Houston Rockets exhibe medias históricas y simboliza la tendencia en la NBA a encomendarse a pocas estrellas

Robert Álvarez
James Harden, en un Houston-Indiana.
James Harden, en un Houston-Indiana.Erik Williams (USA TODAY)

Una Barba anda suelta en la NBA. Es la que da apodo a James Harden, el jugador de 30 años que definitivamente se ha imbuido en un papel frenético, capaz de aplicar el concepto de producción industrial a un estilo de juego reservado a los escogidos. Su calidad es indiscutible. Fue el MVP en 2018, ha sido siete veces All Star y el máximo anotador de la NBA en las dos últimas temporadas. Pero el jugador de referencia de Houston Rockets continúa añadiendo cantidad a cada uno de los conceptos del juego. “Tenemos que jugar una defensa de cinco contra él. Todo el mundo tiene que ayudar. Es un jugador ofensivo descomunal. No necesariamente vas a frenarlo. Debes trabajar lo más duro posible para ello”. El análisis de Billy Donovan, el entrenador de Oklahoma City, el equipo que reclutó a Harden en el tercer puesto del draft de 2009 y en el que jugó tres temporadas, es similar al de todos sus colegas.

Pero esta temporada, los rivales no encuentran la manera de frenar el vendaval de la Barba. Su media de anotación, 39,4 puntos tras los 13 primeros partidos, solo es superada por el legendario Wilt Chamberlain, que alcanzó 50,3 en 1961-1962 y 44,8 un curso después. Ni siquiera Michael Jordan, en su mejor temporada en anotación, la de 1986-1987, con 37,1 puntos, cuando todavía estaban en cocción los seis títulos de los Bulls, alcanzó semejante cifra.

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La hiperactividad de Harden monopoliza el juego de su equipo y el de todos sus rivales. Una de las virtudes que se destacan de su entrenador, Mike D’Antoni, es que ha sabido detectar hasta qué punto puede ser efectivo Harden para el equipo a pesar de caracterizarse por su tendencia a monopolizar el balón y a jugársela por su cuenta y riesgo.

El base-escolta californiano monopoliza el balón y lanza más que nadie en la Liga. Lleva una media de 25,8 tiros de campo en los 13 primeros partidos. Sobresalen sus 14,6 lanzamientos triples (anota una media de 4,8) y sus 14,8 tiros libres (convierte 13,1). El segundo que más tiros de campo promedia en la Liga es Kyrie Irving, 22,9, mientras que la media de Doncic es 19,4, y la de LeBron James, 19. Giannis Antetokounmpo es el segundo jugador de la Liga que lanza más tiros libres, 135: 58 menos que Harden. El estilo de juego de La Barba ha provocado muchas críticas a los árbitros. Se considera que a veces comete pasos y no se los pitan y otras, que fuerza personales inexistentes.

Ante Minnesota (105-125), Houston alcanzó su séptima victoria consecutiva. Fue un partido en el que Harden lanzó más que en ningún otro en su carrera: 41 tiros de campo, una cifra alejada de los 50 de Kobe Bryant en un Lakers-Utah, pero que define la manera en que es capaz de monopolizar el juego. Harden anotó 49 puntos. Kobe, Michael Jordan, Allen Iverson o Westbrook son algunos de los jugadores de las últimas décadas que han acaparado más el tiro en sus equipos.

Esta vez, los Rockets necesitaron más que otras veces a Harden, ya que no pudieron contar con Westbrook, que esta temporada ha reemplazado a Chris Paul en el juego exterior, y tampoco con Eric Gordon. Harden y Westbrook acaparan el 47% de los tiros de campo de su equipo (558 de 1.182) y el 68% de los tiros libres (258 de 379). El dato pone de manifiesto la tendencia de varios equipos de la NBA a encomendarse a dos, a lo sumo tres estrellas, y a limitar el papel del resto de sus efectivos. Los números son similares a los del mejor equipo ofensivo en el primer tramo de competición, Portland, en el que Damian Lillard y CJ McCollum totalizan 44% de los tiros de campo y el 49% de los tiros libres. LeBron James y Anthony Davis lanzan el 40% de los tiros de campo y el 65% de los tiros libres de los Lakers.

La hiperactividad de Harden es cada vez más frenética. Se consignan hasta 70 datos estadísticos tangibles en cada uno de sus partidos, lo que significa que cada minuto de juego interviene dos veces: a sus tiros hay que añadir que promedia 5,6 rebotes, 7,8 asistencias, 1,6 robos de balón, 0,5 tapones, 5,5 pérdidas de balón, tres faltas cometidas y nueve recibidas. “No he visto una cosa así en mi carrera, un jugador tan capaz de anotar como lo hace”, afirma Nate McMillan, entrenador de Indiana Pacers.

Harden relativiza los elogios: “Es una cuestión mía y de Russ [Westbrook]. Si él consigue un triple doble, se considera normal. Si yo anoto 55 o 60 puntos, es normal. Si alguien más consigue esto y logra la mejor marca de su carrera es como ‘Oh, Dios mío’. Pero no me importa Solo intento salir a la cancha y ganar partidos. Y si para ganar él tiene que hacer un triple doble y yo 50 o 60 puntos, continuaremos haciéndolo”.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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